domingo, 21 de diciembre de 2008

"Me arrepiento de haber apadrinado a Kirchner"


(Entrevista a Eduardo Duhalde. Publicada en La Nación)
-¿Cuál es su balance de este año de gestión de Cristina Kirchner?
-[Silencio]. Mucho de bueno no hay. No hay prácticamente nada de bueno. En una situación tan difícil no me gusta hacer declaraciones que agraven un problema muy serio que tenemos. Cuando Kirchner anunció que su esposa iba a ser la candidata, yo dije que él había cometido un grave error cuando lo sacó a Roberto Lavagna de ministro de Economía y pasó él a ocupar el cargo. Pero que el error de designar a su esposa tenía otra categoría: era un error histórico. En un país que está saliendo de una crisis, que gobierne una persona sin experiencia es un acto de absoluta irresponsabilidad. Espero que aprenda rápidamente porque la situación es muy compleja.
-¿No le parece que, en realidad, gobierna Néstor Kirchner? Usted habló del doble comando, pero aparentemente hay uno solo.
-Sí, eso es penoso, sobre todo en un sistema como el nuestro. El sistema presidencialista tiene unas características muy especiales. Es el más perverso: cuando el presidente es fuerte pasa por encima de los poderes, y si es débil tiene los problemas que nuestra historia ha mostrado. Abogo por el parlamentarismo. De todas maneras, el Gobierno tiene poco de bueno y una dificultad enorme para gestionar. Se nota en todas las áreas. Por ejemplo, en momentos en que se agrava la situación social, desaparece la ministra de Desarrollo Social. Dicen que Alicia Kirchner está en mala relación con su cuñada. Pero no puede ser que haya una situación grave y no aparezca.
-¿No hay nada que le parezca bueno?
-Sí, en estos últimos días hubo algunas medidas que van en la dirección correcta. Medidas aisladas como el aumento en las jubilaciones. O la derogación de la tablita de Machinea. En general, hay muy pocas cosas. Es un gobierno que no tiene un pensamiento estratégico. Como si no supiera adónde ir. Está tomando medidas muchas veces contradictorias, que no responden a una lógica de gobierno y no se toman siguiendo las formas, como en un sistema democrático. Se le ocurre algo a uno del núcleo cerrado y lo lanza por los medios, y los ministros se enteran así y tienen que ir a defender esa medida. No es bueno.
-¿Y con respecto a la polémica ley de blanqueo de capitales?
-Es más que polémica. Acá ya existe una ley que costó mucho, que es la ley antilavado de dinero, y tenemos que ser muy cuidadosos. Con lo que se ha votado se cometió un enorme error que vamos a pagar caro. La Justicia y la prensa deberán estar atentos para que esta ley no sirva para blanquear dinero de gente amiga, parientes y presta nombres de políticos. Hay riesgos vinculados con que el dinero que se blanquee provenga de actividades ilícitas.
-¿Está arrepentido de haber apadrinado a Néstor Kirchner?
-[Silencio] En realidad, sí, pero la que expresa bien eso es mi mujer cuando dice: "Es como cuando uno se va a casar. Cree que la persona con la que se casa es la mejor, y a los tres meses descubre que es un golpeador". Y pasa eso. Tengo una enorme experiencia en materia de gobierno, y he visto desde concejales e intendentes hasta legisladores que cuando tienen un poco de poder se transforman, o, como decía San Martín, se muestran tal cual son. Es gente a la que los enferma el poder, que no pueden vivir sin el poder...
-Usted promovió durante su carrera a muchos dirigentes. De todos ellos, ¿Kirchner fue el que más lo decepcionó?
-Sí, realmente, porque no había necesidad... Cuando él asumió el país estaba creciendo de forma espectacular, en un 6 por ciento. Se quedó con todo mi equipo, un equipo al que el día anterior a irme le agradecí por no haber tenido en el año y medio de gobierno escándalos de corrupción y porque habíamos sacado a la Argentina de una situación tremendamente difícil. Todo andaba bien hasta que un día se le ocurrió que él podía ser el ministro de Economía, y ése es un tema muy difícil.
-¿Le parece que está en riesgo la gobernabilidad?
- Nooo, no está en riesgo la gobernabilidad. Hay una deserción de la oposición, que no logra tonificarse. La dirigencia ha sido tomada por la mediocridad. Y de eso cuesta recuperarse.
-¿Qué peligros ve actualmente en la economía argentina?
-Está en serias dificultades. La única salida clara para tener las inversiones que necesitamos va a pasar por recomponer la relación con el Fondo Monetario Internacional. No hay dónde conseguir dinero. Brasil, por tener actitudes más inteligentes, fue inmediatamente auxiliado para generar confianza en el mercado brasileño. Nosotros agregamos condimentos a nuestros planteos contra el Fondo Monetario que fueron agraviantes, no sólo para ellos, que muchas veces se lo merecen, sino también hacia el gobierno de los Estados Unidos. Más allá de quién gobierna, eso no se olvida. Hay que hacer un esfuerzo por recomponer ese tipo de relaciones.
-¿Le parece que con la llegada de Obama a los Estados Unidos puede cambiar la situación para nuestro país?
-Lo que no cambia para Estados Unidos es la exigencia de respeto para ellos. Lo tienen muy en cuenta. La potencia hegemónica más grande del mundo está en serias dificultades y ellos tampoco conocen la profundidad de su crisis. No creo que en los dos primeros años se preocupen por lo que pasa en nuestros países.
-Usted está en contacto con distintos gobiernos de América latina. ¿Cómo se ven en la región el gobierno de Cristina Kirchner y la influencia de su esposo?
-Con Uruguay tenemos una situación muy mala, innecesaria. Todo es por la falta de diálogo. En el momento en que sucede lo que sabemos con Botnia, y con Ence en su momento, era fácil resolverlo, no eran más de 10 millones de dólares para su relocalización. El gobierno uruguayo estaba de acuerdo, pero se negaron a dialogar y se fue agravando la situación. Con Chile teníamos un contrato para enviarle gas. Es lógico que si faltaba gas en la Argentina, más allá del contrato, se privilegiara nuestro consumo, pero hay formas y formas: en vez de hacerlo dialogando se hace de una forma intempestiva, agresiva. Y así vamos a tener dificultades con muchos países, entre ellos España. Que fue uno de los pocos amigos que tuvimos durante la gran crisis de 2001; también tenemos dificultades con las empresas de ese país. Tenemos que conversar el tema, no tener actitudes individuales que afecten al gobierno español y a la credibilidad de la Argentina allá.
-¿Sólo con diálogo se solucionan los problemas internacionales que tenemos?
-Pero por supuesto... Problemas mucho más serios se han resuelto a partir de sentarse a dialogar. En estos días celebramos los 30 años de que, dialogando, el cardenal Samoré evitó prácticamente una guerra entre dos países. La importancia del diálogo quedó muy clara en la gran crisis. A los catorce días de que asumí la Presidencia, en una iglesia de Capital Federal, pusimos en marcha el Diálogo Argentino. Estaban todas las religiones, todos los empresarios de la ciudad, del campo, las organizaciones no gubernamentales, científicos, intelectuales. Siempre bajo la protección de la Iglesia Católica. La salida de la Argentina tuvo que ver en primer lugar con el Diálogo y, en segundo lugar, con la actitud muy responsable del campo argentino, que en febrero de 2002 venía perdiendo y, sin embargo, aceptó las retenciones como una contribución. Esos dos sectores, que fueron los pilares de la recuperación argentina, fueron dinamitados irresponsablemente por el Gobierno. Así que vamos a esperar que se recapacite porque la Argentina necesita una reconciliación sincera, no ésa que se hace para las fotos.
-Pero ahora se restableció el diálogo entre el cardenal Bergoglio y la Presidenta...
-Es un paso. Hasta ahora no es un diálogo profundo, que es lo que necesitamos. Necesitamos dialogar para ponernos de acuerdo.
-¿Este gobierno es progresista?
-No, por favor...
-¿Y peronista?
-Y, es difícil para los peronistas sacarnos el sayo. Es fácil decir ahora que Menem no era peronista. Todos son peronistas.
-Es un movimiento amplio...
-Es así, desgraciadamente. Siempre digo que me persigue la sentencia borgeana sobre la incorregibilidad [del peronismo].
-¿Qué puede pasar en 2009? ¿Habrá un voto castigo para el Gobierno?
-Con la foto de hoy, pareciera que sí. Es difícil cambiar en poco tiempo, sobre todo porque a la crisis interna se le suma la internacional. Al principio no se advirtió la importancia, se la minimizó. Espero que salgamos con pocos chichones.
-¿Cuál es su papel? ¿Quiere reconstruir el peronismo? ¿Liderar el PJ disidente?
-No. Ustedes hoy están acá en el Movimiento Productivo Argentino, que es la sede creada seis meses antes de que De la Rúa renunciara a la Presidencia. Fueron sus fundadores Alfonsín y varios legisladores desarrollistas. Mi teoría era hacerles entender a los políticos que no hay ninguna posibilidad de salir rápido de esta situación si no somos capaces de desarrollar nuestra enorme potencialidad. Las ideas del desarrollo no han sido tomadas por la dirigencia argentina. El último fue Frondizi. Por suerte para Brasil, sus dirigentes la entendieron a partir de los años 50, fueron progresando y ya se nos fueron lejos. Tenemos que darnos cuenta de que el desarrollo nunca es fruto de la casualidad, sino de la causalidad. Hoy todos los países, más allá de sus ideologías, generan estructuras muy ágiles en las que están incorporadas la ciencia y la tecnología, y van identificando una a una las cadenas de valor y las posibilidades de exportación. En cambio, el crecimiento se diferencia del desarrollo en que puede ser casual. Un país que descubrió petróleo crece. Un país que tiene viento de cola porque sus productos aumentan enormemente, como pasó con los commodities , también tiene un crecimiento. Eso puede ser casual. El desarrollo siempre responde a una causa, causa en la que este gobierno no tuvo ningún cuidado y tampoco, por supuesto, lo tuvo el gobierno del doctor Kirchner.
-¿Cómo se ve a sí mismo? ¿Como difusor de ideas de este tipo, como candidato?
-No, como candidato no. El día que asumí la Presidencia dije que íbamos a sacar al país adelante, pero también dije que ese gobierno de salvación nacional no podía aprovechar esas circunstancias en el futuro para candidatearse. Tuve que cumplir con mi palabra y lo que tengo que hacer es seguir difundiendo estas ideas.
-¿Pero usted no está tratando de reunir a los críticos del kirchnerismo? En febrero se realizará en Mar del Plata un encuentro de peronistas disidentes...
-No voy a estar en ningún encuentro.
-¿Chiche, su esposa, sí?
-Ella tiene independencia total. Al último acto que fui y en el que hablé fue el lanzamiento de la candidatura de Kirchner, en 2002. Je... Nunca más fui a un acto político. Pero lo que no me pueden impedir es una opinión política o, si me lo piden, dar un consejo político o una ayuda para reconstruir, no sólo a mi fuerza. Me preocupa mucho no ver una capacidad de alternancia en el poder, que es consustancial con la vida democrática. Me alegro cuando veo actitudes cívicas de reencuentro de fuerzas políticas.
-¿Como la de Carrió con el radicalismo?
-Todo lo que sea dialogar y buscar alternativas es bueno. Siempre hablo bien del fenómeno santafecino. Allí se unieron el socialismo y el radicalismo, con una muy buena experiencia. ¿Se podrá trasponer al orden nacional? No es fácil, pero es una alternativa. Me entusiasma cuando aparecen posibilidades de alternancia. Es una posibilidad que necesita la gente.
-¿Sigue pensando que en las elecciones de 2011 no va a ganar un peronista?
-Y, si las cosas siguen así... Por supuesto que el justicialismo irá modificándose y presentando alguna alternativa. Pero hoy la dirigencia, como dije, ha sido tomada por una mediocridad absoluta a nivel nacional. Dirigentes que en otra época hubiesen sido personajes de segundo grado son hoy protagonistas, porque no hay otros.
-Dentro del peronismo, ¿a quién ve mejor ubicado? ¿A Felipe Solá?
-No puedo decir a quién veo con más futuro. Ellos sabrán labrarse su camino...
-Pero usted tiene olfato...
-Primero, tiene que ser alguien con experiencia de gobierno, y hay varios. No sé qué capacidad tendrán, porque una cosa es ser un gobernador y otra cosa es la capacidad de armar una estructura a nivel nacional, de convencer. Tienen que demostrarlo. Ninguno está todavía en esa tarea.
-Pero dentro del pelotón que se asoma, ¿a quiénes ve con más futuro para 2011?
-Hay gobernadores jóvenes que hoy están en el oficialismo, como puede ser el gobernador de Salta. O el del Chaco, Capitanich, al que he tenido como jefe de Gabinete. Es un hombre joven y de gran capacidad. También están los gobernadores de Tucumán y de San Juan. Y el de San Luis también ha hecho una revolución en su provincia.
-¿Algunos no están muy pegados a los Kirchner?
-Hasta ahora sí, pero el justicialismo se pega y se despega con mucha facilidad [risas]. Como estuvieron también pegados con Menem o conmigo. Es una de las características del peronismo.
-¿Y Reutemann?
-Lole siempre está en el pelotón, pero tiene que decidirse. Antes no tuvo la decisión. No sé qué pensará del futuro. Después también está De la Sota, que manifestó su voluntad de participar. Y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, al que no sé cómo le irá. Tiene una situación muy difícil porque económicamente Kirchner no le ha dado a la provincia lo que le pertenece.
-¿Qué le parece la gestión de Scioli?
-Que sin plata no se puede gestionar en la provincia. Me gustaría verlo a Scioli con plata para poder calificarlo. Ahora dicen que van a hacer un plan de obras de 71 mil millones de pesos. A la provincia, por su coparticipación, le corresponderían 14 mil millones. ¿Por qué no le dan a la provincia, de esos 14 mil millones, los 4000 o 5000 que le corresponde y dejan de prometer? Le han mentido permanentemente a la provincia. Le ha mentido Cristina diciendo que le iba a devolver la coparticipación que le corresponde. También lo hizo Kirchner en su presidencia. Quieren tener agarrada a la provincia para poder manejarla.
-En el año electoral van a necesitar derivar recursos a las provincias...
-No hay un funcionamiento federal como el que corresponde. Antes, los ingresos eran aproximadamente de un 50 por ciento para las provincias y un 50 por ciento para la Nación. Hoy, el Estado Nacional se queda con el 70 por ciento de los ingresos fiscales. Es un disparate. Por eso es muy importante, en esta revolución del campo, el reclamo federal. Hace al funcionamiento de las provincias argentinas.
-Con respecto al campo, ¿usted alienta a sus dirigentes a agruparse políticamente?
-A que se agrupen, no. Un partido del campo no funciona. Me gustaría verlos en el Congreso. ¿Por qué partido? Por el de sus preferencias. Si los cuatro o cinco referentes del campo estuvieran en el Congreso se conformaría, cuando se trate un tema productivo sobre el sector, un subbloque de entre 120 y 150 legisladores que apoyan las economías regionales. Tienen que jugar. No advertir que hay que pelear desde adentro sería una especie de traición a las expectativas que han despertado. La pelea desde afuera ya no sirve.
-¿Qué le parece Julio Cobos?
-Es interesante. Se encontró con un problema que ni siquiera esperaba y genera en la población del país una esperanza, una expectativa.
-¿Le parecen justas las críticas tan encarnizadas de Kirchner a Cobos?
-No, no...
-Convengamos en que es raro que un vicepresidente haga lo que hizo él.
-Es raro también que un gobierno se enfrente con el campo. Es una circunstancia muy especial, histórica. Creo que si no se votaba como lo hizo Cobos se hubiese agravado muchísimo la situación, hubiésemos tenido dificultades muchísimo más graves.
-¿Cómo imagina la unión de Cobos con Carrió? ¿Y qué piensa de Carrió?
-Carrió tiene la misma forma de construir política que los Kirchner. Es igual a Cristina cuando estaba en el Congreso. Se puede construir política desde la crítica, la denuncia o la calumnia, pero no sirve. Puede instantáneamente conmover a una sociedad muy enojada, pero después con el tiempo no sirve.
-¿Cómo lo ve a Mauricio Macri?
-Macri está permanentemente esquivando zancadillas. Si zafa de ellas, se coloca como un potencial candidato importante.
-¿Lo ve cerca del peronismo?
-No sé cuáles serán sus ideas, pero la Capital Federal tiene una característica: si sus jefes de Gobierno andan bien, tienen una proyección nacional muy fuerte. Además, haber sido presidente de Boca lo ayudó mucho, lo popularizó mucho en el país. Está haciendo los primeros palotes en materia de administración. Me parece un hombre capaz. Más que eso no puedo decir porque hay que esperar, es muy reciente.
-¿Mantiene alguna relación con algún funcionario del gobierno nacional?
-Sí, una relación afectuosa con muchos de los que han quedado.
-¿Habla por teléfono con alguno?
-No se puede hablar más por teléfono en la Argentina, ni con empresarios ni con políticos.
-¿A usted lo vigilan, lo controlan? ¿Los servicios de inteligencia?
-[Hace un gesto afirmativo] Los empresarios, aun los que colaboran con el Gobierno, dicen: "No hables, por favor. Mejor no hables, te mando un intermediario". Hay miedo en la Argentina. Es una vergüenza en el sistema democrático.
-Me imagino que con el jefe de Gabinete, Sergio Massa, que usted designó en la Anses, tiene buena relación...
-Massa es uno de los dirigentes jóvenes con más potencial. Espero que no lo perjudiquen porque es muy capaz.
-¿Está haciendo una buena gestión?
-No voy a opinar sobre los funcionarios del Gobierno.
-¿Qué opina de Roberto Lavagna, que se acerca y se aleja de Kirchner?
-Se acercó sólo una vez. Lavagna no es un político y a él le pareció en ese momento que se podía generar un debate en el peronismo. Y con Kirchner eso es imposible.
-¿Y qué le parece la política de seguridad que aplica el Gobierno?
-Está condenada al fracaso porque no se puede arreglar el tema de la seguridad desde la seguridad. No se arregla con más policía, con más leyes. Lo puede hacer Estados Unidos, con una capacidad económica ilimitada que puede construir una celda para cada potencial delincuente, pero acá tenemos que aplicar las políticas preventivas europeas. En España, cuando se implementaron las políticas sociales de la Unión Europea, en siete u ocho años se derrumbó a la mitad la criminalidad.
-También influye el flagelo de la droga. ¿Está de acuerdo con el juez de la Corte Eugenio Zaffaroni acerca de que no hay distribución de droga sin connivencia oficial?
-Tal cual, no dice ninguna novedad. Pero no con la política, sino con la estructura del Estado. En todo el mundo es igual. La droga penetra incluso en lugares en los que parece imposible que lo haga, como en las cárceles. Pero a los políticos no les interesa el tema. Investiguen cuánto tienen de presupuesto las provincias y el Estado nacional para ocuparse, por lo menos, de la prevención... No hay recursos.
-¿Qué piensa hoy de Carlos Menem? ¿Se reconcilió con él?
-No lo volví a ver, pero hay una persecución política que no me gusta.
-¿Por parte del Gobierno?
-Sí, hay una manipulación de la Justicia. En su primera presidencia, Menem fue acertado. Después se enamoró de la convertibilidad y tengo una profunda disidencia con él respecto de la segunda presidencia, pero no me gusta cuando lo veo hostigado a partir de casos judiciales como el de Río Tercero. ¿Qué me molesta? Haber visto por TV al doctor Kirchner, por ejemplo, cuando era presidente de la República, decir que era un disparate un fallo judicial que lo beneficiaba, algo que demuestra un espíritu absolutamente contrario al republicano y al sistema democrático. Esas cosas me molestan. Con Menem no tengo hoy ningún trato. La última vez que lo vi fue en Italia, cuando murió Juan Pablo II, y nunca más.
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sábado, 20 de diciembre de 2008

Tiempo de cambiar (y no sólo de agenda). Por Jorge Raventos

Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.

Rodrigo Caro, A las ruinas de Itálica (circa 1630)

Hubo una Argentina donde no morían diariamente ocho chicos por desnutrición (hubo inclusive una Argentina en la que se proclamó a los niños "únicos privilegiados"). Hubo una Argentina en la no tenían espacio los carteles de la droga; donde no se convocaba a dudosos capitales a blanquearse en sus pampas y mucho menos se les garantizaba que no se les miraría pelo ni marca. Hubo una Argentina que supo multiplicar su producción y sus ingresos a un ritmo que hoy llamarían chino; que acogió, alimentó y hospedó a millones de inmigrantes que en pocos años estaban plenamente integrados. Hubo, en fin, otra Argentina. Otras, si se quiere.
La Argentina actual tiene la misma cédula de identidad de aquella que fue capaz de enormes proezas, pero en vísperas de su bicentenario se la ve sombría, aislada y decadente, pese a las oportunidades que le ofrece el mundo.

En el umbral de las fiestas de fin de año, los cronistas no registran alegría. Una encuesta reciente refleja el creciente pesimismo que reina: casi 70 de cada 100 de los consultados consideraron que tanto la economía del país como las de sus familias estarían "peor" o "mucho peor" en 2009. El gobierno pretende neutralizar ese sentimiento con frenéticos anuncios de medidas (muchos de las cuales repiten o imitan anteriores anuncios incumplidos), sin captar que, en rigor, aquel escepticismo generalizado es producto de la desconfianza que el propio gobierno sembró con sus comportamientos. Después de confiscar los ahorros previsionales de nueve millones de trabajadores, la presidente decidió subsidiar con ellos la venta de automóviles que podrán comprar quienes estén en condiciones de afrontar cuotas de 900 pesos mensuales; también anunció está semana medidas impositivas para incrementar los ingresos de las personas que ganan más de 7.000 pesos por mes. No ella, sino su esposo, explicó que no podrá disponer aumentos para el conjunto de los trabajadores y tampoco para los jubilados, que deberán contentarse con un regalo de 200 pesos mientras esperan (con una inflación de 29 por ciento) que durante el año próximo sus retribuciones aumenten un 10 o un 13 por ciento.
La amargura y el disgusto que se observan en Buenos Aires son una muestra pálida de lo que se vive en provincias, donde el campo está paralizado, en muchos casos se ha roto la cadena de pagos, fábricas y comercios sienten dramáticamente la crisis y los despidos estallan en vísperas del fin de año.
El viernes 19, después de enterarse que casi 800 trabajadores fijos y 400 contratados de la firma Paraná Metal serían suspendidos sin goce de sus ingresos (y muchos de ellos perderían a corto plazo su empleo) miles de ciudadanos de se lanzaron a las calles para solidarizarse con ellos. La fábrica metalúrgica está ubicada a casi 4 kilómetros de Villa Constitución y fueron recorridos por una manifestación obrera que fue sumando vecinos a medida que marchaba. Pararon de inmediato sus actividades comercios, servicios y otras industrias. Paraná Metal es una empresa autopartista que resolvió paralizar sus actividades y pedir convocatoria de acreedores. Su suerte parece un anticipo de la que podrían correr otras empresas ligadas a la actividad automotriz, que está fuertemente afectada. No lejos de Villa Constitución, los trabajadores de General Motors se encuentran también en conflicto como consecuencia de una situación análoga: esa crisis que el gobierno apenas unas semanas atrás consideraba (con arrogancia y cortedad de miras) algo ajeno.
El gobierno de Néstor y Cristina Kirchner dedica sus mayores esfuerzos, entretanto, a ganar batallas pírricas en el Congreso. Los legisladores oficialistas, actuando con obediencia y velocidad dignas de mejor causa, aprobaron primero la no coparticipación del impuesto al cheque, es decir, la cesión a la caja central de recursos que escasean en las provincias (una dadivosa decisión que más temprano que tarde deberán explicar a sus votantes). De inmediato, avanzaron en el Senado en la sanción de la ley que permite el blanqueo de capitales y que abre la puerta al lavado de fondos espurios producto de actividades criminales.
En rigor, el Senado votó sin mosquearse un proyecto cuya media sanción en Diputados había sido ruidosamente cuestionada por ilegítima (la oposición sostiene que no contó con el número de votos que exige la Constitución) y que ha sido llevado a la Justicia. ¿Quién tendrá tanta urgencia por blanquear sus fondos para arriesgarse a hacerlo con una ley que necesita aún un visto bueno judicial? El abogado y polígrafo Enrique Avogadro ha difundido una astuta propuesta para evitar con esta ley que los lavadores aterricen en la Argentina. "Mi receta – dice- es muy simple: aprovechemos nuestra mala fama. Todo el arco político opositor y decente, más la Iglesia y los líderes de las comunidades religiosas, deben suscribir un comunicado informando, urbi et orbi, que (…) esta ley será revisada, en cumplimiento de los acuerdos internacionales que Argentina ha suscripto, y los capitales que hubieran llegado hasta entonces sin declarar su origen serán confiscados. (…) Si hacemos lo que propongo –sugiere Avogadro-, hasta los lavadores se cuidarán muy bien de traer esos fondos y, con ello, nos ahorraremos, sólo tal vez, un destino comparable a las tristísimos realidades de México, Colombia y las favelas brasileñas".
La propuesta invoca, en realidad, la fuerza latente de la opinión pública, sólo por momentos empleada a fondo. Esta semana, por ejemplo, esa fuerza reflejada por los medios, por las encuestas y –con mucha decisión- por la Iglesia, consiguió detener ciertos avances de los intereses ligados al gobierno de la familia Kirchner y al, digamos, "capitalismo lúdico". Tanto en el distrito porteño como en la provincia de Buenos Aires parecía inminente la apertura de oportunidades para que las empresas de juego capitaneadas por el señor Cristóbal López ampliaran sus actividades. Tanto el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, como el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, decidieron paralizar esos avances y suspender cualquier resolución en ese sentido hasta mejor oportunidad. "Necesitamos recursos, pero necesitamos más sostener valores", declaró Macri. Ambos mandatarios tuvieron la virtud de escuchar a tiempo la resistencia de la sociedad, una cualidad que le faltó al gobierno nacional en, por caso, el largo conflicto con el campo, que para la Casa Rosada no se ha cerrado, pues sigue castigando a los productores rurales con indiferencia y falta de medidas, así como sigue golpeando al vicepresidente Julio Cobos por aquel voto de desempate en el Senado. "Evité un estallido social", sigue argumentando Cobos. Tal vez haya que decir, más acotadamente, que lo postergó. Porque para evitarlo hace falta, en realidad, un viraje más rotundo de rumbo y esto no parece previsible a la luz de la conducta del oficialismo, que no parece evaluar con claridad la dramática situación que ya vive más de la mitad de la Argentina, la seriedad de las perspectivas inmediatas, la volatilidad que hay en el ambiente y los riesgos de un comportamiento que, con la ambición de acumular poder, está en realidad encogiéndolo en el ensimismamiento, reconcentrándolo en la furia.
Aislada, sombría, decadente, azotada por su propia crisis y la que conmueve al mundo, con instituciones débiles y un poder hegemónico en franco retroceso, Argentina necesita cambios, la realidad le reclama cambios. Y no sólo el cambio de almanaque.
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sábado, 13 de diciembre de 2008

Vaticinios y expresión de deseos. Por Jorge Raventos


Las crecientes dificultades del oficialismo para disciplinar su tropa propia y su sistema de aliados se manifestó en la Cámara de Diputados durante la extensa sesión que concluyó escandalosamente la madrugada del jueves 11 de diciembre. Se trataba en el recinto el proyecto presidencial de amnistía para capitales irregulares, cuyo trámite parlamentario fue taquigráficamente acelerado por fuerzas leales al matrimonio Kirchner). En esa ocasión, no sólo actuaron misteriosamente perturbados los mecanismos automáticos de recuento de votos legislativos (que contabilizaron a favor de la propuesta K votos emitidos en sentido opuesto), sino que el oficialismo dio por aprobado el proyecto pese a no haber conseguido la mayoría especial que reclama la Constitución para algunos de sus artículos, por afectar la distribución impositiva federal. El kirchnerismo no logró reunir 129 votos, es decir, la mitad más uno del total de integrantes de la Cámara. En cualquier caso, de inmediato, precipitadamente, las fuerzas K dieron ingreso en el Senado al proyecto con esa media sanción irregular y se proponen tratarlo y aprobarlo a idéntica velocidad (y, al parecer, con similar escrúpulo) la tercera semana de diciembre en la Cámara Alta.


Esos hechos exhiben con transparencia el debilitamiento de la disciplina kirchnerista (su propio bloque quedó erosionado con la pérdida de un buen número de integrantes acaudillados por Felipe Solá y varios de los que permanecieron en sus filas y votaron el proyecto en general, flaquearon a la hora de la votación en particular, pues objetaban sobre todo el vidrioso articulado que podría facilitar el lavado de dinero). Simultáneamente, confirman el enorme interés de la Casa Rosada por ver sancionada la ley de blanqueo, un interés que no vacila en provocar un escándalo que necesariamente concluirá con un pronunciamiento de la Justicia, ya que los congresistas de virtualmente todos los restantes bloques, desde la Coalición Cívica y el Pro, pasando por el peronismo anti-K, hasta el centrismo de los ex aristas y el progresismo de Fernando Solanas se disponen a reclamar ante instancias judiciales (no excluyen la propia Corte Suprema) la nulidad del procedimiento que el oficialismo dio por aprobado en la Cámara Baja.
El argumento de la Casa Rosada para dictar la amnistía a los capitales irregulares se apoya en la proclamada esperanza de que los beneficios que ofrece los atraigan a estas playas. Se calcula que unos 123 mil millones de dólares de argentinos están depositados en el exterior. Se ofrece a los fondos que quieran repatriarse una notable gracia: la garantía de que no se le requerirán datos sobre el origen y el pago de apenas entre el 1 y el 8 por ciento para blanquearse (la tasa que pagan los no evasores, los contribuyentes leales, alcanza el 35 por ciento). Ese premio a la evasión fiscal (que el muy eficiente ex administrador de la AFIP, Alberto Abad, definió como "crimen contra la cultura tributaria") difícilmente tenga éxito, por otra parte. Lo que impulsa a los capitales hacia el exterior no son las "gangas", sino la búsqueda de seguridad jurídica: ese es el motivo por el que se calcula que en el último año huyeron del país 20.000 millones de dólares, una fuga más notable que la que Argentina padeció en plena crisis 2001-2002.
Los más suspicaces consideran que los únicos que pueden interesarse en la amnistía oficial a los capitales irregulares son los que necesitan blanquear dinero negro, proveniente de actividades ilícitas (desde los resultados de la corrupción y las coimas a los fondos originados en el narcotráfico, el delito organizado, las redes del contrabando, la trata de personas, etcétera). De hecho, este temor ha sido puesto de manifiesto no sólo por la previsible oposición política local, sino por las organizaciones globales que controlan los movimientos del dinero clandestino, que entrañan amenazas a la seguridad de las naciones, pues terminan traduciéndose en fortalecimiento del terrorismo y de las organizaciones criminales. El proyecto oficial ha motivado el severo escrutinio de la GAFI ( una fuerza intergubernamental de tareas que tiene por objetivo el combate contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo de la cual el país es miembro); no cumplir con los compromisos que emanan de esas organizaciones supondría reforzar el ya notable aislamiento que sufre la Argentina. Más grave aún: que capitales originados en los carteles del narcotráfico recurran al lavadero argentino se traduciría en un incremento de las actividades (los crímenes y el ensanchamiento del poder) de esos sectores en el país. A la luz de esos riesgos y amenazas, hasta la plaga del "capitalismo de amigos" parece más benévola.
Lo que vendrá
El creciente desorden bajo los cielos kirchneristas y su progresiva anemia parlamentaria representan una pesadilla para la Casa Rosada, a la luz del calendario electoral y la evolución de la crisis económica. La última semana Néstor Kirchner infló el pecho y les vendió confianza a varios de sus seguidores, asegurándoles que "ganaremos las elecciones del 2009". Se regodeó con la idea de que esa victoria desmentiría los pronósticos de la prensa: "La gozaremos más", dijo. Kirchner actuaba menos como vaticinador que como jefe de huestes vacilantes. ¿A qué oficiar de oráculo? Como enseñaba Cicerón: "Nada se gana con saber lo irremisible, pues es una desdicha atormentarse en vano".
No en el lejano mes de octubre, sino hoy mismo, en vísperas de las fiestas de fin de 2008, las encuestas indican que el oficialismo perdería al menos 4 de los principales distritos: Capital, Córdoba, Santa Fé, Mendoza. En la provincia de Buenos Aires se encuentra la esperanza oficialista, pero allí viene mal barajado en los pueblos rurales y, además, los municipios del primer cordón del Gran Buenos Aires suelen votar siguiendo las mismas tendencias porteñas. La ilusión se concentra en el núcleo duro del segundo y tercer cordón granbonaerenses.
El kirchnerismo tiene, en cualquier caso, el problema de los candidatos en la provincia de Buenos Aires; sólo cuenta con dos nombres que atraen intención de voto, pero por el momento tienen ocupación: son el gobernador Daniel Scioli y el jefe de gabinete Sergio Massa.
La idea de que el mismísimo Néstor Kirchner tome la bandera de una candidatura (a senador o a diputado) tiene su plausibilidad desde la perspectiva de un sinceramiento de la situación y la búsqueda de levabntar el espíritu de sus ejércitos; pero los estudios demoscópicos no son alentadores. Al ex presidente sólo se le asigna un 9 por ciento de intención de voto.
Así y todo, Kirchner podría no estar demasiado lejos de la verdad cuando se proclama ganador… a condición de que por ganar sólo se entienda salir primero. Podría ocurrir que el kirchnerismo consiguiera sacar más votos que cada una de las fuerzas que se le opongan. De hecho, a eso ha quedado reducida su estrategia electoral. Sucede, con todo, que si salir primero ante una oposición dispersa sólo equivale a obtener el 28 a 34 por ciento de los votos, esa presunta victoria se transformaría en una victoria a lo Pirro. Es que las del 2009 son elecciones parlamentarias (y en ellas el oficialismo es el que más bancas pone en juego). Con esos porcentajes, Kirchner perdería su ya desflecado poder parlamentario y –lógica consecuencia- caerían los superpoderes, se modificaría la relación de fuerzas en el Consejo de la Magistratura que controla la disciplina judicial y se terminaría de indisciplinar el redil del justicialismo que aún obedece a Olivos. El peronismo buscaría nuevos ejes de reagrupamiento.
Aún si, pese a los esfuerzos que hoy se observan, las fuerzas de la oposición no hubieran conseguido para los comicios próximos suficiente coordinación y convergencia, sin duda estarían en condiciones de coincidir en el Congreso con bancas suficientes para acotar las arbitrariedades del Ejecutivo. El kirchnerismo, acostumbrado a gobernar con la suma del poder y la caja, se encontraría ante un dramático momento de decisión. Cruel incertidumbre.


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viernes, 12 de diciembre de 2008

Democracia. Por Isidoro González

La Constitución de la Nación Argentina en la primera parte, en el capitulo primero (Declaraciones, Derechos y Garantias) en su articulo 1° establece:
"La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representantiva republicana federal......"
En 25 años de democracia tenemos un pais cada vez menos republicano y el federalismo brilla por sus ausencia.-
La culpa la tiene la democracia? Definitivamente "NO" .-

A continuación algunas (solo algunas) perlas negras del largo collar hilvanado en estos años de imperfecta democracia:

- Hace pocas horas el gobierno decidió confiscar los ahorros de los aportantes a las AFJP
Es el unico pais del mundo donde los jubilados financian al gobierno.-

- En estos momentos los legisladores que fueron votados para que nos representen están aprobando poderes especiales al gobierno central y respaldan nuevamente el impuesto al cheque el gravamen más injusto y distorsivo, que además significa un atentado más al federalismo, pues el gobierno "K" se queda con el 85% de la recaudación.-

- El procurador Righi decide limitar el accionar del juez Garrido, para que no investigue la larga lista de delitos denunciados que afectan a Nestor y sus más estrechos colaboradores ( lease socios ).-

- El matrimonio "K" se apodera indebidamente de terrenos fiscales en El Calafate por u$s 50.000.- y casi inmediatamente lo "revolea" al grupo chileno Cencosud por u$s 1.400.000.-, la causa cae en manos de la Dra. Mercado, hija de Alicia Kirchner hermana del presidente. La sobrina en vez de renunciar por estar inhabilitada por el vinculo, hace dormir el expediente que afecta a su "patriota tío".-

- El marido de la presidente le ordena al Secretario de Comercio ( Moreno uno de sus cadetes preferidos ) que viole el articulo n° 42 de la Constitución Nacional que nos garantiza "una información adecuada y veraz..." , por supuesto que el obedece, la esposa de Nestor lo avala, los legisladores "alcahuetes" hacen la venia y jueces indolentes
miran para otro lado.-

- La justicia muy tardiamente y en forma timida decide avanzar hacia la libertad sindical.-
Muchos legislardores y sindicalistas avanzando indebidamente sobre otro poder, dicen que los jueces se equivocaron.- Parecen tener más simpatia por la "carta di lavoro" de Mussolini que por la democracia sindical que obligatoriamente debemos cumplir como lo exige la OIT, organismo al que tan hipocritamente pertenecemos.-
El Banco Mundial envió u$s 285 millones, para aplicar a un programa de saneamiento de las obras sociales, este dinero para los trabajadores fué destinado aparentemente para beneficios particulares, el fiscal Carlos Stornelli ( junto con Oyarbide ) habian relevado indicios para citar a más de 200 gremialistas. El fiscal pasó ( que casualidad ) como funcionario al gobierno K de la provincia de Bs. As, y los jueces de la sala 3 de la Camara de Casación cambiaron la carátula de peculado por la de defraudación determinando que el delito habia quedado prescripto.-
Asi es como hay democraticos sindicalistas que "cuidan el patrimonio de los trabajadores" y jueces que se "esmeran en hacer justicia"

- Gobernadores e intendentes arrodillados de forma humillante ante el matrimonio K.-
En nuestra ciudad capital tenemos el patetico caso de Giacomino que no solo se arrodilla sino que decidió ser "un sodadito K" .- Realmente causa nauseas.-

- En el momento del corralito, hubo ahorristas que quedaron atrapados con cinco o
diez mil dolares, pidieron amparo ante la justicia, el gobierno nacional intervino pidiendo que investiguen el origen del dinero.- Hoy el estado están pidiendo por favor que ingresen millones de dolares sin preguntar de donde vienen.-

- Antes de la crisis internacional ya se fugaron más de u$s 25.000 millones, como una
contundente demostración de desprecio a las politicas de Nestor, que es el mayor
malversador de la democracia.-

- En el año 2002 el pueblo atónito veia como en pocos días desfilaban presidentes algunos por pocas horas, que ni siquiera conociamos.- Esto es democracia?

- Posiblemente el atentado más grave contra la democracia fué la hiperinflación que en el
año 1989 llegó al 1.300 % durante el gobierno de Alfonsin ( hoy el más homenajeado).-
Este pecado monetario destruye el tejido social, genera pánico y aniquila el ingreso del trabajador.- Tan demoledor es este flagelo, que en Alemania la hiperinflación le alfombró el camino para que Hitler tome el poder.-
Alfonsín lo reconoció demasiado tarde y se escapó del gobierno dejandole "ese regalo" a su sucesor.-

- En 1973 teniamos un 10% de indice de pobreza, hoy superamos el 30%.-

- Hoy el 50% del pais carece de cloacas.-

- El trabajo en negro actual es más del 40% y el Estado es uno de los empleadores que más ayudan a sostener estos lamentables porcentajes.-

- La perla más terrible y más vergonzosa: "hoy se mueren un promedio de 8 niños por día por desnutrición" . Casi 3.000 al año.-

- Esta foto cruel que muestra la realidad argentina es culpa de la democracia?
Definitivamente "NO" .-

No puede haber democracia plena con gobiernos antidemocraticos y legisladores que creen que el ejercicio de este sistema se agota en el acto electoral.-
En consecuencia estamos en una democracia desvirtuada que pone su acento en el gobierno a costa de la sociedad.-
La democracia es el método elegido para consolidar la República, no para demolerla.-
Tenemos una neo-democracia destructora de la libertad, trituradora de los derechos individuales, que de "ciudadanos" somos degradados a la categoria de solo "habitantes" .- Este despojo significa una burda desnaturalización de nuestra Constitución Nacional.- El efecto inevitable es que estamos padeciendo una democracia enferma y una república difunta.-
Lo más preocupante es que la primera minoria que llevó al poder a este pésimo gobierno
matrimonial, pareceria que no se trató de una falta de advertencia ó distracción en los sufragios, sino que concientemente con un inexplicable "masoquismo civico" aplauden al "matrimonio castigador" .-
Esto siginifica que este deplorable gobierno no está solo en este peligroso plan de deslizamiento de la comunidad hacia modos de vida alarmantes, que seguramente terminará golpeandolos tambien como un "boomerang" a los presuntos beneficiarios diseñadores de politicas adictas al riesgo.- Lo dramático es que en esta aventurada
timba están apostando con nuestra querida Argentina.-
Es nuestra obligación enfrentarlos y detener esta caida.- Hasta que no lo hagamos lamentablemente si somos honestos se repetira lo de hoy:

"A 25 años no hay nada para festejar, solo recordar con vergüenza que en un cuarto de siglo cada dia degradamos más la democracia"

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miércoles, 10 de diciembre de 2008

Solicitada del peronismo anti Kirchner

El peronismo disidente publicó hoy una solicitada en la que establece sus criticas hacia la gestión del kirchnerismo, y plantea sus propuestas para el país. El texto lleva las firmas de tres ex presidentes que gobernaron tras la crisis de 2001: Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Sáa y Ramón Puerta. "El conflicto del gobierno con el campo puso en evidencia que la Nación se encuentra en un punto de inflexión histórico", afirma la solicitada, publicada "a veinticinco años de la restauración de la democracia", agregando que "estamos en una transición entre lo viejo, que no termina de extinguirse, y lo nuevo, que no logra consolidarse".

"Lo nuevo es un escenario internacional signado por el ascenso del mundo emergente, encabezado por China, India, Brasil y Rusia, que presenta un extraordinario incremento de la demanda global de alimentos, lo que constituye una oportunidad histórica hasta ahora desperdiciada", reza el texto, firmado también por Francisco De Narváez e Hilda "Chiche" González de Duhalde, esposa del ex gobernador bonaerense. "Lo viejo es un sistema de concentración política y económica, construído en los últimos cinco años, que configura un 'capitalismo de amigos', sustentado políticamente por un 'partido del Estado', financiado con fondos públicos, que excluye a toda voz que no comulgue con el 'pensamiento único', impuesto desde el poder", continúa el texto. "La combinación entre 'capitalismo de amigos' y 'partido del Estado', es el núcleo del parentesco político entre el actual gobierno y el 'chavismo', que nada tiene que ver con el peronismo. Este modelo de acumulación de poder, que es una fuente incesante de corrupción -que no va a quedar impune- está cada vez más descreditado ante la opinión pública y es el obstáculo a superar", afirma. La solicitada enumera luego sus propuestas de Gobierno: "En el aspecto social, la prioridad debe ser el combate a la pobreza, la marginalidad, la indigencia y la mortalidad infantil, que vienen en aumento, más allá de las mentiras de las estadísticas oficiales. Una salud de calidad para todos y la lucha contra la dependencia de la droga son, también, fundamentales". "En el campo económico productivo, recrear la inversión genuina, defendiendo a la industria nacional y al sector agroalimentario con un tipo de cambio competitivo, promoviendo el desarrollo regional, evitando así el incremento del desempleo, la recesión, la caída de las Pymes y la pérdida del salario ya deteriorado por la inflación", agrega el texto. " En materia de seguridad ciudadana", propone "articular un plan nacional que permita una acción coordinada y eficaz para reestablecer el imperio de la ley, luchar contra el narcotráfico, el lavado de dinero y recuperar la tranquilidad pública, para que podamos volver a circular sin miedos por las calles y a vivir sin temor en nuestros hogares". " En política exterior, urge separar el estado de aislamiento internacional, recomponiendo la relación con nuestros vecinos para consolidar la integración regional y mostrarnos al mundo como un país creíble y confiable, que no cambia sus reglas de juego en forma arbitraria. Por eso nos oponemos terminantemente al proyecto de blanqueo de capitales". "La dádiva y el clientelismo deben ser erradicados. Es hora de volver a la cultura del trabajo", concluye el texto, que también lleva la firma del Consejo Nacional de la disidente CGT Azul y Blanca, liderada por el gastronómico Luis Barrionuevo. Entre otros suscribientes destacados figuran Abel Posse, intelectual y diplomático; el economista Javier González Fraga, Julio Insfrán, hermano del gobernador mendocino Gildo; y Hugo Cóccaro, ex gobernador de Tierra del Fuego. La solicitada lleva por título "La única verdad es la realidad", frase atribuída a Aristóteles que fue popularizada en nuestro país por el general Juan Domingo Perón, cuando, desde el exilio, criticó la política económica de Onganía y los resultados de los gobiernos anteriores.
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lunes, 8 de diciembre de 2008

Gran Tintorería Argentina. Por Isidoro González

Gerente: Nestor
Lavandera mayor : Cristina
Asesor especialista: Máximo K
Empleado del mes : Julio De Vido ( desde hace muchos meses )
Accionistas mayoritarios: Congreso de la Nación
Este es el unico aviso que sin haber sido publicado en ningún diario, ni radio ni televisión, por medio del viejo sistema boca a boca ya se lo conoce en todo el mundo.-
Nuevamente nuestro creativo gobierno nacional nos sorprende con proyectos imaginativos.

Para que pagar u$s 80.000.- de alquiler de avión, para que Antonini Wilson traiga su valija con dolares.-

- Para que tener que esconder en el baño de la ministra de economia bolsitas con cientos de miles dolares.-

- Para que complicarle la vida a los laboratorios truchos que producen y trafican medicamentos adulterados y proveen a instituciones del estado, si son generosos aportantes para las campañas "K".-

- Porqué molestar a "cultos mejicanos" que dejen sus humanitarias tareas, su tequila y sus ajíes, para venir hasta nuestro país a comprar efedrina y tener que sacrificar parte de sus meritorias ganancias para colaborar con la campaña electoral de nuestros próceres.-

- Porqué tener los millones de dolares de las coimas de Skanska, escondidos sin poder
ponerlos al servicio de nuestro querido pais.-

- Porqué tantos secuestradores sacrificados, que se esfuerzan duramente, manchando
a veces con sangre los baules de sus autos que son su sus herramientas de trabajo, para
cumplir con dedicación tan filantrópica tarea; no pueden con los millones de dólares conseguidos honorablemente en el cobro de los rescates, poder abrir sus honestos emprendimientos sin tener que soportar interrogatorios humillantes.-

Verdaderamente este es un panorama profundamente injusto, incómodo, burocrático y con costos adicionales que deben evitarse.-

Con la interpretación correcta de la situación, Nestor le ordenó a Cristina: seamos ejecutivos y "sirvamos" a la patria, hagamos una ley que lubrique el camino a estos honrados inversores.-

Estos inversores que solo son diligentes trabajadores hay que protejerlos. Que su inocencia no sea aprovechada por "inescrupulosos especuladores", como por ejemplo los productores agropecuarios.-

Para eso la "cristiana familia" Kirchner fundó la benefactora:

"El Chapel SA"
Domicilio legal: Alcorta 76 - Rio Gallegos - Pcia. de S. Cruz -
( Expediente de inicio n° 1193 F° 3760 del 21-12-07, pocos días despues de asumir Cristina y autorizada a operar por Boletin Oficial n° 4215 del 11-09-08 )
El presidente de la misma es Máximo Kirchner ( pichón de Nestor ). Nestor y Cristina figuran como directores suplentes.-
Esta "industriosa empresa" se especializa en asesoria financiera, inversiones, préstamos hipotecarios, prestamos de dinero, etc..- Es decir el sueño de la familia hecho realidad: "la usura legalizada".
Tambien se dedican a investigación de mercado, asesoramiento en proyectos economicos, financieros, factibilidad, programas de desarrollo, comercio interior y exterior,
informes, etc.- Es decir el matrimonio tiene una empresa con evidente colisión de intereses con su cargo, disponiendo de información privilegiada ( politica monetaria, fiscal, legislativa, proximos decretos a medida, etc ) para las inversiones propias y las de sus clientes. Chapel SA es el sueño de todo apostador "ir el domingo al hipódromo con el diario de lunes bajo el brazo y acertar todas las carreras" .-

Mientras que Nestor agobiado por sus nobles tareas, hace que hasta su esposa trabaje
por el bien común, aquí hay sectores "ingratos y antinacionales" como por ejemplo la gente de campo.-

Este "pérfido sector" ( según los "K") en la realidad trabaja de esta forma:

Paga impuesto a la tierra, cuando compra semillas, fertilizantes, plaguicidas, etc. paga impuestos, cuando carga combustibles la mayor parte de ese gasto va parar a manos del gobierno, cuando compra maquinaria agricola paga impuestos, cuando compra repuestos paga impuestos, cuando compra un vehiculo casi la mitad de su valor va a parar a manos del estado, cuando debe trasladar granos, leche, animales, etc. paga impuestos y peajes(que tambien llevan impuestos), cuando hace sus pagos y libra un cheque tambien paga impuestos, si aparte de todos estos costos, la naturaleza via sequias, inundaciones, granizo, heladas, etc. le disminuye sus rendimientos dejando al productor con resultados en rojo, no importa, de lo poco que le quedó y que no cubre sus costos, el estado le hace retenciones confiscatorias.-

A pesar de toda esta realidad el campo es agredido, insultado y tratado como delincuente
por un gobierno infectado por acciones delictuosas.-

Mientras que por otro lado los narcotraficantes, los evasores, los secuestradores, los coimeros mayoristas ven con beneplácito que nuestro pais les coloca alfombras de bienvenida para que ingresen sin ninguna dificultad los beneficios de su criminal accionar.-

Nuestra querida Argentina durante mucho tiempo fué considerada el "granero del mundo" . Con la incompetencia, la irresponsabilidad y la corrupción del matrimonio gobernante realizamos "cambio de ramo" ahora seremos:
"la tintoreria del mundo"

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Definiciones de Felipe Solá


En una entrevista con Jorge Fontevecchia, el diputado y ex gobernador bonaerense desplegó su visión sobre el Gobierno. Sus conceptos.

Kirchner:
"La actitud de Kirchner es binaria. O se ingresa para ser soldado y se obedece todo, o no se ingresa. Hay muchos que no quieren ser soldados (...) Kirchner ha sido muy importante en la política argentina. Pero hay un pequeño detalle, la 125, la guerra gaucha. Probó con dureza y no le fue bien, siguió probando con dureza y se vino abajo como un piano (...) Kirchner ha tratado de ser progresista en la medida en que é quería. En término de resultados, falló (...) Kirchner no tiene sensibilidad social".

Cristina:
"Yo sospecho que no toma las decisiones políticas independientes en serio (...) La irritación de la gente es por los cuatro meses de angustia e incertidumbre [que trajo la resolución 125] Y después cualquier cosa que haga Cristina, sea buena o mala, está mal. (...) Tiene un oratoria de una persona que es muy buena esponja para asumir los consejos de politólogos, semiólogos. ¿Pero es ella? Kirchner era Kirchner. El otro tema es que ella debería aceptar que el Gobierno es el gobierno de la pareja con roles diferentes… La gente me parece que ya acepta eso".

Peronismo post-kirchnerista:
"El peronismo tendría que tener acuerdos básicos con algún sector importante de la política argentina, lo que no quiere decir que lo lleve en la misma boleta, sino que los acepte aun en la oposición. Esos acuerdos básicos son fáciles de decir, pero no se logran cuando se dice lo mismo, sino cuando se siente igual el clima político y social del país, se preocupan en la misma medida por tal o cual problema. Este es un gobierno muy deshumanizado. El peronismo tiene que ser mucho más humanizante y humanizado".

Doble comando:
"Néstor se sentó en Puerto Madero y empezó a competir con Cristina sin querer pero queriendo, no lo sé. En enero y febrero el principal problema de Cristina y sus asesores era su inexistencia como Presidenta. Después hay, durante 15 ó 20 días de ese mismo año, toda una expectativa de la clase política peronista sobre quiénes van a ser los electores de Kirchner como presidente del partido. Y sobre ese tipo de huevadas se centran los primeros 60 días de gobierno. Después viene el 11 o 12 de marzo, y ahí se acabó toda posibilidad de poner agenda. Ahora el Gobierno está activo, pero el que está activo es él. Ella está activa, viene y va, pero no veo que haya conseguido construir una identidad política propia".
Elecciones 2009:
"Serán absolutamente nacionales, lo quiera o no el Gobierno, sobre todo en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe (...) El voto negativo será contra el último Kirchner, el esposo de la Presidenta".
Blanqueo de capitales:
"No sé si es para el capitalismo de amigos, porque es una pésima medida por muchísimas razones. Primero, porque el [Kirchner] no trajo la plata cuando Argentina crecía no la va a traer ahora. Segundo, me parece el definitivo adiós a autoridad moral del Gobierno".
La cosa pública K: "Están tan desprestigiada la cosa pública, ha sido tan bajo el esfuerzo del Gobierno, con excepción de los derechos humanos... Ha generado un piso histórico en la cosa pública, sobre todo, en la política. Se compran diputados con prebendas, con viajes".
Cobos, Carrió, Macri: "Julio [Cobos] me genera confianza, pero no me genera ningún entusiasmo. Carrió no me genera ninguna confianza, y es raro que me genere entusiasmo. tengo interes en tener una relación con ella en la medida en que tenga contacto con Dios, porque a veces dudo de mi propio contacto con Dios (...) Estoy seguro de que Macri trata de gestionar bien, y estoy seguro de que no es nada peronista".
Kirchner 2011:
"Lo imagino haciendo política, que intente ser jefe de una oposición muy dura al gobierno que venga (...) El mejor candidato kirchnerista [para 2011] hasta hoy es Kirchner (...) Si las cosas vienen mal, va a tocar a una retirada lo más ordenada posible, pensando como limitar la vida del próximo gobierno".
Solá 2011:
"Me imagino siendo candidato a presidente si me ha ido muy bien, o apoyando a algún candidato con fuerza".
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domingo, 7 de diciembre de 2008

Producir más, repartir mejor. Por Eduardo Duhalde


Es saludable que los argentinos apreciemos los avances obtenidos desde 1983 en el terreno de las libertades civiles y los derechos humanos. Afortunadamente, la etapa democrática logró ahuyentar definitivamente el viejo fantasma de las dictaduras militares. Pero es innegable que el sistema político no ha sido capaz de solucionar muchos problemas que aquejan a nuestro país desde hace más de 50 años, en especial los relacionados con las injusticias sociales derivadas de una estructura inequitativa de reparto de la renta. No obstante, esta revisión del último cuarto de siglo nos brinda la oportunidad para reflexionar acerca de lo sucedido y proyectar los desafíos de la democracia argentina.

La principal deuda acumulada en estos años es la que el Estado tiene con los más desprotegidos. La clase dirigente no ha sido capaz de terminar con el hambre, la desocupación, y la falta de viviendas, escuelas y hospitales para todos. Adicionalmente, irrumpió en las comunidades un nuevo enemigo de la paz ciudadana: la inseguridad. Si en cualquier lugar del mundo la realidad de grandes capas de población excluida de sus derechos más elementales es una bofetada en el rostro de la política, en nuestro país es directamente incomprensible. Somos el gran generador de alimentos para nosotros y para el mundo, pero no supimos comprender aún la importancia de la estrecha vinculación entre lo político-institucional y lo productivo. No entendimos que la economía es siempre política. Nos toca en el futuro inmediato asumir que los países se hacen grandes por la producción. Y no considerar sinónimos al crecimiento y el desarrollo. Nuestro objetivo debe ser producir más y repartir mejor. La política es un asunto demasiado serio como para dejarlo exclusivamente en manos de los políticos. La hipocresía política, el pensar una cosa y decir otra, le hizo mucho daño al país. Sirva como ejemplo la conducta de los políticos a partir de fines de los años 90, cuando la convertibilidad se había agotado. En conversaciones privadas, la enorme mayoría de la dirigencia sostenía que mantenerla era un error. Pero cuando se encendían las cámaras o abrían los micrófonos, decían lo contrario. Pagué alto costo al decir que ese modelo estaba agotado. Y momentos antes de asumir la presidencia de la Nación enorme fue mi sorpresa cuando, al escuchar los discursos de las bancadas políticas, todos dieron una formidable cantidad de consejos y un sinfín de consideraciones, pero nadie se animó a pedir la firma del certificado de defunción de una convertibilidad que ya no existía. En democracia, un buen gobernante no es el que manda sino el que conduce. Mandan los dictadores, y cuando son obedecidos, es porque detentan la fuerza que –como nos enseñara el general Perón– es el derecho de las bestias. La democracia requiere un proyecto y la capacidad para encolumnar al conjunto detrás de esas ideas con diálogo y persuasión. Aun en los momentos más trágicos, el diálogo y el consenso son determinantes para lograr políticas de Estado sostenidas en el tiempo. Sólo si podemos generar los consensos necesarios por vía del diálogo plural y no de la imposición intolerante, corregiremos una lógica política y económica que no es exitosa para construir una nación justa, moderna e incluyente. Para ello, será crucial recomponer las instituciones de la República. Restaría agregar un desafío más, que quise dejar por fuera ya que es la gran tarea que tenemos por delante como legado a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Esa tarea es, ni más ni menos, recuperar el sueño de un proyecto colectivo; reconstruir nuestra capacidad de imaginar un proyecto y llevarlo adelante contra viento y marea. Si lo logramos, no podrán derrotarnos, porque los únicos derrotados en este mundo son quienes no creen en nada.


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Recuperar el tiempo perdido. Por Carlos Menem


La Argentina que reconquistó su democracia quería dejar atrás la tiranía iniciada en 1976 con el derrocamiento de un gobierno peronista, así como una historia más extensa de confrontación, violencia y odio. Queríamos crecer en paz y recuperar el tiempo perdido. En ese primer capítulo avanzamos mucho en el terreno político, pero hubo asuntos de importancia en los que el doctor Alfonsín se vio desbordado, con riesgos para la gobernabilidad. Lo más complicado fue en el terreno económico: el gobierno radical no terminaba de entender el papel disolvente que jugaba la inflación. Fue ella la que terminó empujando anticipadamente al doctor Alfonsín fuera de la presidencia: la economía ardía, los precios volaban, se registraban saqueos, los comerciantes se armaban en autodefensa.


Ya electo presidente, asumí seis meses antes, a pedido del doctor Alfonsín. Cuando llegamos al gobierno, el Banco Central había agotado sus reservas, el país volaba de fiebre inflacionaria y estaba en desorden. Era una Argentina que debía romper su aislamiento e instalarse en un mundo transformado: acababa de caer el Muro de Berlín y estaba a punto de disolverse la Unión Soviética. Me tocó gobernar ese país, por mandato popular, durante dos períodos (y pico). En los 90 el país creció en paz; hicimos prevalecer un espíritu de reconciliación para terminar con odios y enfrentamientos del pasado, heredados de un largo período de terrorismo y contraterrorismo. Modernizamos la legalidad con una reforma constitucional aprobada unánimemente por todos los partidos políticos representados en la Asamblea Constituyente. No hay gobierno que no cometa errores, y nosotros seguramente cometimos muchos. Lo importante es no errar en lo fundamental, y allí creo que no nos equivocamos. ¿Qué es lo fundamental? El espíritu de unidad nacional y reconciliación, la defensa de todas las libertades, el respeto de la ley y la atención a los sectores más humildes. El rumbo de integración nacional, regional, continental y mundial: colocamos a la Argentina en un lugar de privilegio. Pusimos en marcha el Mercosur. Resolvimos todos los problemas limítrofes pendientes con Chile. Y establecimos relaciones maduras y constructivas con todos los países, empezando por Estados Unidos. Estoy muy orgulloso de la tarea que cumplí antes de entregarle –en perfecto orden y a tiempo, ni un minuto antes ni un minuto después– la banda presidencial a mi sucesor, un hombre de otro partido. La experiencia de la Alianza en el gobierno fue un retroceso. En dos años, quienes creían que esa unión circunstancial de fuerzas era una panacea caían en la antipolítica al grito de “Que se vayan todos”. Luego el “corralón” y la pesificación asimétrica pulverizaron los salarios y provocaron cifras inéditas de pobreza e indigencia. Hoy podemos decir que si la Argentina pudo salir relativamente airosa del colapso económico de diciembre de 2001 fue gracias a las inversiones y al aparato productivo que trabajosamente creamos en nuestro gobierno. En los últimos años hemos vivido una decadencia de las instituciones, una crisis de los partidos, miedos y presiones, cuyas consecuencias fueron apenas asordinadas por los efectos benéficos que el crecimiento económico del mundo y los formidables precios de nuestros productos exportables generaban en la sociedad. La decadencia se ha manifestado en un centralismo autoritario y confiscatorio que ha vaciado de poder a provincias y municipios, en violencia callejera, presiones sobre empresas y la prensa, inseguridad ciudadana e inseguridad jurídica. Pero no hay mal que dure cien años: la rebelión de la Argentina interior, la movilización ciudadana, el reclamo del campo, la protesta sindical y la actitud crítica de la opinión pública están anunciando que la democracia vuelve por sus fueros. Como en 1983, queremos crecer en paz y recuperar el tiempo perdido.

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sábado, 6 de diciembre de 2008

Plan C (de Contingencia) con D (de Desconfianza). Por Jorge Raventos


El miércoles 10 de diciembre el matrimonio Kirchner celebra su sexto año en el gobierno de la Argentina y la rama femenina de esa sociedad conyugal cumple el primero como titular formal de la administración. Más allá de la cosmética y las sonrisas dibujadas para los registros fotográficos, el festejo estará atravesado por la melancolía: ya es evidente para todos (y en primer lugar para las figuras principales) que a la era K, alguna vez imaginada como un obstinado pas de deux de 16 años, sólo la ilumina el crepúsculo.

Victoria electoral, derrota política

En octubre de 2007, cuando recaudó el 45 por ciento de los votos emitidos, la señora de Kirchner presumió probablemente que el sueño familiar seguía viento en popa: con una oposición dividida, ¿quién le haría sombra a un gobierno con poderes extraordinarios, supremacía parlamentaria y una caja concentrada, ahora que, además, asumía la representación alguien conciente de que había que mejorar los modales exhibidos en la primera etapa y darle prolijidad a las formas?
Si se observaba con más atención, si se examinaba el contenido de aquel 45 por ciento, podían recogerse, sin embargo, algunas tendencias menos tranquilizadoras. El oficialismo, que durante sus años de apogeo había conquistado el apoyo de la opinión pública, había sido vapuleado por las clases medias urbanas y había caído derrotado no sólo en la Capital (lo que no es poco), sino en virtualmente todas las grandes ciudades del país. Las claves del porcentaje obtenido por la señora de Kirchner eran dos: las ciudades medianas y pueblos del interior y los votos del cordón industrial del Gran Buenos Aires, aportados por la estructura política del justicialismo de esos distritos.
En esta columna se señaló entonces que "si bien se mira, la victoria electoral obtenida por la primera dama es la coronación de un fracaso político. El kirchnerismo, desde el inicio de su gestión, procuró transformarse en expresión de algo nuevo, diferenciado del peronismo. Tanto el presidente como su esposa tomaron distancia de las tradiciones y la simbología peronista, y dedicaron a muchos de sus dirigentes palabras y señales de cuestionamiento y desprecio, resumidas en aquellas alusiones a Don Corleone que la primera dama dedicaba a su antiguo benefactor, Eduardo Duhalde, y al denigrado aparato bonaerense (…)El oficialismo transita ahora por un limbo en el que debe encontrar un equilibrio nuevo en su cúspide y digerir el fracaso de su proyecto de mudanza del peronismo a la transversalidad".
En rigor, antes que con las amenazas potenciales que lo acechaban comenzó a chocar con su propia sombra y a derrochar inclusive el capitalito electoral que había recoletcado. En pocas semanas (iniciadas antes aún de que la señora de Kirchner asumiera) tuvo que desproveerse de otro ministro de Economía (a esa altura ya había perdido tres), Néstor Kirchner se introdujo en una farsa internacional montada por su amigo Hugo Chávez y destinada a dar aire a la narcoguerrilla colombiana y a erosionar al gobierno constitucional de Colombia, que concluyó en un fiasco. Sobre llovido, mojado: en Buenos Aires se destapó el affaire de las valijas venezolanas repletas de dólares, primer capítulo de un escándalo que daría ( y dará) que hablar, el del financiamiento de la campaña que llevó a la señora de Kirchner a la Casa Rosada.
En marzo de 2008, apenas a tres meses de iniciar su gestión y a cinco de conseguir 45 de cada 100 votos emitidos en los comicios presidenciales, la esposa de Néstor Kirchner contaba en las encuestas con una imagen positiva de alrededor de 30 puntos. La caída hasta allí había sido notable. Pero sería mayor, porque en esos días se lanzaba el choque del gobierno con el campo, tras la imposición del sistema de retenciones móviles.


La caída

La rebelión del campo fue la primera manifestación vigorosa enfrentada contra el sistema de poder de los Kirchner y en el curso de esa batalla –promovida desde el centro del poder- el oficialismo no sólo perdió uno de sus dos principales sostenes electorales (pueblos y ciudades medianas del interior), sino que desgastó su sistema de disciplinamiento interno.
Hasta esos momentos, a caballo de una época de vacas gordas alentada por los altos precios de las exportaciones argentinas, el gobierno había edificado un sistema de poder hipercentralizado, basado en la confiscación de recursos del país interior y su concentración en la Caja Rosada, con la posibilidad de condicionar así el poder de cámaras legislativas, gobiernos provinciales y buena parte del sistema judicial, además de ejercer el control de las calles con un dispositivo clientelar.
La derrota política ante el campo –consumada en el Congreso y coronada con el voto no positivo del vicepresidente Julio Cobos- le enajenó al sistema K buena parte de esos mecanismos: perdió la calle, perdió el campo, tuvo que buscar nuevos recursos (que lo condujeron a expropiar a 9 millones de futuros jubilados en sus cuentas de capitalización), se dispersó su tropa (que ahora sólo se disciplina residual y laboriosamente) y se vio forzado a acentuar su abandono del discurso de la "nueva política" y la "transversalidad" y a replegarse defensivamente sobre las trincheras del aparato del PJ bonaerense. Las encuestas reflejaron el deterioro: tanto la señora como su esposo y gran elector cayeron en imagen positiva y no han dejado de hacerlo hasta hoy, cuando registran (dependiendo de la firma investigadora) poco más o poco menos de veinte puntos.
Entretanto, la lista de bajas sensibles sufridas por el sistema que Kirchner controlaba acompaña ese proceso y es elocuente. Ya tomaron distancia o cruzaron la calle el vicepresidente Julio Cobos, el ex jefe de gabinete y socio principal de la primera etapa K, Alberto Fernández, ex gobernadores como Felipe Solá, Jorge Obeid, Sergio Acevedo, Aníbal Ibarra, José Manuel De la Sota, gobernadores como Mario Das Neves, ex ministros como Roberto Lavagna y Martín Lousteau. Esa nómina está lejos de haberse cerrado. Junto al antikirchnerismo que cultivan hace largo tiempo sectores del peronismo (y, por cierto, también sectores de la oposición no justicialista), empieza a perfilarse un conglomerado post-kirchnerista.
Hay también otro sector en fuga: es de las corrientes que en los tiempos más caudalosos de la hegemonía K creyeron (o simularon creer, lo mismo da) en el sedicente carácter progresista del oficialismo. Mientras regaba el consumo y subsidiaba como si los recursos fueran infinitos, el gobierno convencía a algunos de que todas sus políticas tenían un sentido progresista y redistribuidor. Ahora, cuando a pesar de los años de vacas gordas de que gozó el país las cifras de pobreza e indigencia se encuentran en los alrededores de las que se registraban en la crisis de 2001 y 2002, esos mismos sienten que el relato progresista se fue al diablo y buscan nuevos horizontes. Esta semana dieron las hurras y partieron los grupos ultras gerenciados por Jorge Ceballos y Humberto Tumini. Son pérdidas simbólicas, más que numéricamente relevantes, aunque resienten aún más la pérdida del control callejero por partedel sistema K, cada vez más dependiente en ese campo de sus costosas y vacilantes negociaciones con el sindicalismo que acaudilla Hugo Moyano.
Hoy no alcanzan los llamados telefónicos y las presiones de Néstor K. para poner en caja a su propia tropa y sostener como en los últimos cuatro años el principio de obediencia debida. Cuando las encuestas de opinión pública revelan que la titular oficial del Ejecutivo y el gobierno en su conjunto recaudan en la sociedad ocho juicios negativos por cada dos favorables la apuesta por obediencia ha dejado de ser redituable.
El desgranamiento del frente gubernamental se manifiesta también en las bajas forzadas por el vértice K. Las más notorias han sido las de Héctor Capacciolli, y la de la titular de Medio Ambiente, Romina Piccollotti. Que ambos hayan formado parte de los equipos tutelados por Alberto Fernández y que el gobierno deslice de ambos a la prensa irregularidades de orden, digamos, administrativo-monetario, puede ser un síntoma de que el oficialismo procura derivar hacia el llamado "albertismo" los cuestionamientos de orden moral que apuntan contra el gobierno. La guerra es otra evidencia de la centrifugación.

La inseguridad y la contingencia

Parte de la herencia que escritura el kirchnerismo crepuscular consiste en inseguridad ciudadana e indefensión. Una política sistemática devaluó la autoridad y limitó severamente el control institucional de las calles. En los papeles el país cuenta con muchas fuerzas armadas y de seguridad (más que la mayoría de los estados: hasta hay una especial para el control de aeropuertos), pero éstas están insuficientemente perterechadas, su personal está magramente remunerado, el empeñamiento que se dispone para ellas es caprichoso (fuerzas de control de fronteras son empleadas para funciones de policía urbana, por ejemplo), su presupuesto, en particular por comparación con los que imperan en la región, es escuálido y la losa moral con la que se las sigue sofocando parece una condena perpetua e ilevantable.
Las voces civiles y políticas que se alzan para reaccionar ante la inseguridad (un fenómeno alarmante, que vuelve a provocar la movilización ciudadana) son cuestionadas o destratadas por el progresismo y por el oficialismo. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, se ha pronunciado con firmeza tanto sobre el tema de la inseguridad como del fenómeno paralelo y vinculado de la droga (ha rechazado la idea de la despenalización del consumo) y lo han castigado desde aquellas trincheras: un hombre de acceso fácil a Néstor Kirchner como Horacio Verbitsky definió como "desatinadas" y "represivas" las propuestas del gobernador bonaerense y lo acusó impulsar medidas que "contradicen políticas del gobierno nacional y resoluciones del sistema interamericano de derechos humanos". La cuestión de la inseguridad es una línea de falla en la inestable geología del oficialismo.
A esta altura, de todos modos, lo que concentra la atención del gobierno es la crisis, ese fenómeno que apenas semana atrás minimizaba, considerándolo problema de otros, "de los países del primer mundo". Eran los tiempos en que la señora de Kirchner hablaba en Washington del "efecto jazz" y les aconsejaba a las democracias avanzadas que pusieran en marcha "un plan B" (que la Argentina no necesitaba, según ella).
A falta de Plan B, esta semana la señora anunció un Plan C, es decir, lo que han bautizado como Plan de Contingencia para afrontar la crisis.
Un capítulo del Plan C está destinado a buscar recursos (o mirado desde otro lugar del mostrador: contribuir a blanquearlos). Ese fragmento del proyecto reside en una moratoria impositiva (vastamente cuestionada porque destruye una cultura tributaria basada en que se beneficie el que cumple, no el que evade) y en un plan de blanqueo de capitales que para muchos (sin excluir a embajadores de países poderosos) entraña el riesgo de dar piedra libre al lavado de dinero producto del crimen, la corrupción, el narcotráfico. No sería la primera vez que se buscan recursos de la venta de absoluciones.
El otro fragmento de la propuesta reside en derivar fondos del sistema jubilatorio para favorecer la compra de automóviles y electrodomésticos, alentar el consumo, hacer algunas obras públicas y dar crédito a empresas. Es decir: como para exhibir las características de su progresismo, lo que en los papeles se promete es que los jubilados subsidiarán con sus recursos (un pozo común que integra los fondos de capitalización recientemente expropiados y aún en situación litigiosa) el consumo y el crédito. Aunque los jubilados dedican al consumo la totalidad de sus limitados haberes, no se ha mencionado la posibilidad de derivar sus propios fondos a incrementos que sin duda dinamizarían velozmente la máquina económica.
En verdad, el Plan fue recortado y pegado vertiginosamente para que la presidente pudiera anunciarlo la semana que pasó, pero está lejos de hallarse concluido y más lejos aún de poder explicar su consistencia interna. Se desconoce, por caso, cómo se financiará sin desfinanciar simultáneamente otras obligaciones del Estado. No son pocos los economistas que presumen que se están contabilizando los mismos recursos para varios objetivos. El campo ha subrayado que las medidas que se anunciaron son irrelevantes para el sector y no mueven el amperímetro de la producción, de la rentabilidad ni de las perspectivas exportadoras.
Más allá de las críticas basadas en las matemáticas financieras, quizás el punto más vulnerable del plan oficial se encuentre en un punto menos cuantificable pero no menos influyente: la pérdida de confianza de los ciudadanos, determinada por la fabulación oficializada (emblemáticamente: las cifras del INDEC), los cambios erráticos de orientación, las medidas que afectan la propiedad y el ahorro de personas y empresas, los prejuicios intervencionistas. En 1995, en un libro titulado La societé de confiance, Alain Peyrefitte señalaba con agudeza que "el Capital y el Trabajo –considerados por los teóricos del liberalismo tradicional, así como por los técnicos del socialismo, como los factores del desarrollo económico- son en realidad factores secundarios". Agregaba que "el factor principal" que afectaba positiva o negativamente a aquellos factores clásicos era un "tercer factor inmaterial", un factor cultural: la confianza. "La sociedad de desconfianza –escribía Peyrefitte- es una sociedad temerosa, una sociedad en que la vida en común es un juego de suma cero, incluso de suma negativa…" mientras que "la sociedad de confianza es una sociedad en expansión, ganadora-ganadora (si tú ganas, yo gano)".
El crepuscular Plan de Contingencia del gobierno kirchnerista tiene inconsistencias internas, es irrelevante para el campo, olvida a los jubilados (salvo para tomar de su bolsa para el financiamiento). Pero su debilidad mayor reside en que el gobierno que lo propone ha perdido (ha derrochado) la confianza pública. En apenas un año (o seis, si quiere).
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Médicos forenses. Por Isidoro González

Las conmociones políticas y las crisis económicas con los inevitables dramas
sociales son la consecuencia de un sistema muy particular de democracia atrofiada, donde el congreso aprueba "cosas" que se atreven a llamarlas leyes aunque sean arbitrarias y caprichosas.-
Los grupos de presión ( sindicales, políticos, empresarios, etc.) son los que en complicidad con el omnipotente gobierno "K", los que realmente controlan el destino del país.-Destino que como corresponde a una clase dirigente inepta, corrupta, soberbia, arrogante, que padecen ignorancia ética y analfabetismo económico y social, con una pasmosa falta de patriotismo, seguramente derivará en el crecimiento de las angustias hasta convertirlas en martirio permanente.-


Estamos ante un sistema donde el gobierno se digna a otorgar al pueblo como "gracia de emperador" un solo derecho: "el derecho a someterse" .-
Evidentemente nuestra querida Argentina está enferma, muy enferma.-
Todos los días, dirigentes políticos de todos los partidos se postulan como los "médicos sanadores", prometiendo que si los votamos devolverán la salud perdida a nuestro país.-
Aguardamos que diagnostiquen y nos comuniquen sus planes de recuperación.-
Imaginemos ejemplos:

- Para las infecciones, utilizar antibióticos de amplio espectro ( léase Justicia en acción).

- Para revitalizar aplicar planes nutricionales energizantes ( léase liberar las fuerzas creativas del sector privado ), para que esto ultimo sea posible venas, arterias y sistema nervioso ( léase red vial, producción de energía, puertos funcionales, estadísticas serias, etc. ) deben estar en buen estado porque no se puede exigir al sector empresario que acelere la recuperación sin la infraestructura mínima imprescindible ( no se puede meter una Ferrari formula uno en la tierra arada y pedirle record de velocidad ).-

- Para evitar recaídas extirpar para siempre los vicios (léase interferencias nocivas del estado, etc. ).-

- Para que el mejoramiento sea sostenido y pueda ser disfrutado por todo el organismo ( léase todo el pueblo ) el estado deberá accionar en las áreas de salud, educación y seguridad, donde si tiene una responsabilidad indelegable.-

No como ahora que tiene una empresa área que cuesta millones con cientos de empleados pero que no tiene aviones y además ahora compra una empresa aérea quebrada e ineficiente, proyecta un tren bala, etc.; todos emprendimientos antieconómicos que en manos del estado son fuentes de corrupción.-

Toda una ciudadanía ansiosa presencia la tarea de los "médicos" ( léase políticos en ejercicio ilegal de la medicina ) y ve con estupor, que nadie propone nada serio.- Solo se dedican a hacer una vez más una "autopsia" , revolviendo el pasado buscando causas, echando culpas y muchas veces haciendo diagnósticos equivocados.-
Es decir en vez de medicina preventiva ó terapia de recuperación nos enteramos que todos son "médicos forenses" .-

El pueblo reclama una medicina revitalizante, estamos todos hartos de los "médicos forenses" que como aves de rapiña solo saben escarbar en las osamentas.-

Si no cambiamos de médicos a tiempo la República seguirá en terapia intensiva.-

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martes, 2 de diciembre de 2008

Argentina cada vez más lejos de Brasil. Por Gonzalo Neidal

La distancia entre Argentina y Brasil se estira. Pero no solo en lo que respecta al grado de desarrollo económico entre uno y otro país. En este sentido, está claro que Brasil se nos escapa cada día un poco más.
También en lo ideológico y conceptual, nos vamos distanciando.
¿Quién puede dudar que el MERCOSUR se ha debilitado durante todos estos años? Cada vez más las políticas de uno y otro país se van diferenciando, cada vez más se va horadando una relación que para nuestro país resulta estratégica.

Ahora Argentina ha presentado sola un documento ante la OMC (Organización Mundial de Comercio), en el que fija su posición contraria a la liberalización económica propuesta por los países más poderosos del mundo. Argentina promueve aranceles altos para proteger a sus industriales. Brasil tiene una posición más flexible al respecto.
¿Puede pensarse acaso que nuestro país ha mantenido una firme posición de defensa de su industria mientras Brasil ha claudicado ante las presiones de los centros imperiales? Sería ésta una forma muy simple de ver las cosas. La posición de Brasil acepta mayores recortes en los aranceles, o sea una menor protección. Esta diferencia quizá radique en que los industriales de Brasil se sienten en condiciones de establecer una competencia más franca con el resto del mundo que los de Argentina. La creciente fortaleza de la industria de Brasil ha hecho que su clase industrial ahora se anime a competir y que no aspire a una protección arancelaria tan elevada como la que demandan los nuestros.
Los aranceles elevados son quizá el modo más tradicional y antiguo utilizado para proteger el mercado interno de la invasión de las mercancías extranjeras. En la Argentina han sido utilizados en distintos gobiernos y durante largos años. ¿Cuántos años o décadas más necesitan nuestros industriales para ponerse a tono en calidad de producto, inversión tecnológica, diseño, etc. para competir con el resto del mundo? ¿Cuánto tiempo más hay que proteger a la industria a costa de que los argentinos consuman productos más caros y de menor calidad, para que nuestra industria se desarrolle?
Mientras tanto, el MERCOSUR sigue deteriorándose por falta de ánimo para conciliar políticas con Brasil, a quien los Kirchner miran con recelo. La presidenta ha dicho varias veces que siente envidia por la clase industrial que tiene Brasil. Pues bien, a Brasil esos industriales no le llovieron del cielo. Su industria ha sido construida pacientemente a lo largo de muchos años durante los cuales el estado y sus empresarios se propusieron objetivos que fueron cumpliendo.
Claro que en Brasil no ha estado ausente la protección arancelaria. Pero llega un momento en que necesariamente se deben obtener resultados que fortalezcan a la industria y hagan que la protección mengüe y tienda a desaparecer. Si nuestra industria es tratada permanentemente como desvalida, siempre será desvalida. Siempre estará acostumbrada al salvataje estatal, siempre estará esperando el apoyo del estado, siempre querrá una devaluación que los vuelva competitivos.
Mientras tanto, Brasil seguirá alejándose de nosotros.
Alejándose en todo sentido.

Publicado en La Mañana de Córdoba - 02-12-2008.

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Brevísimo artículo sobre una energúmena. Por Claudio Chaves

Página 12 en su edición del domingo 30 de noviembre del corriente año le realizó una nota a la Doctora Argibay, miembro de la Suprema Corte de Justicia. La conversación fue virando, como corresponde a todo progresista de rompe y raja, hacia temas como la discriminación femenina. Como ejemplo la Ministra observaba la escasez de baños femeninos (comparados con los de hombres) en los edificios de los tribunales. Poco a poco fueron apareciendo temas más controvertidos.

Periodista: ¿La lógica del sistema penal que expulsa y afecta a las mujeres, como en el ejemplo de los edificios de los tribunales, es la misma que encierra a los niños que delinquen?
Hasta el poder político pide meter presos a los menores desde que Scioli llamó a bajar la edad de imputabilidad a 12 o 14 años.
Argibay: Es una de las cosas que a mi me tienen loca. Todo el mundo ya sabe lo que yo pienso sobre el aborto, así que cuando aparecen con estos planteos yo digo: ¿para qué quieren que nazcan? ¿para qué? Para maltratarlos, para meterlos presos, para abusarlos, para explotarlos, para dejarlos en la calle. ¡Pare eso quieren que nazcan! (suspira) Sin palabras.
Ni Herodes se hubiera atrevido a tanto.
Plantear como salida o alternativa a la pobreza sufriente el genocidio en el vientre y hacerlo desafiante, como doctrina revolucionaria y humanista frente a policías bravas, gatillo fácil o insensibilidad política es haber perdido el rumbo. El progresismo se ha disparado al infinito o mejor dicho a las tierras yermas del spencerismo biológico y el nazismo. Es un crimen de lesa humanidad alcanzar la justicia social en las Trompas de Falopio.
En el siglo XIX Herbert Spencer escribía:
“Bajo el orden natural de las cosas la sociedad segrega continuamente sus miembros malsanos, imbéciles, retardados, vacilantes, fementidos, estas personas irreflexivas, aunque de buenas intenciones, abogan por la interferencia que no solo detiene el proceso de purificación sino que hasta aumenta el vicio, favorece por entero la multiplicación de los incompetentes y desalienta la multiplicación de los competentes y previsores”
Al menos por aquellos años se planteaba la no intervención del estado en la vida social para dejar actuar al orden natural y que los débiles desaparecieran. El progresismo del siglo XXI ha dado un paso más: la utilización del Estado para que sólo vivan los que no van a ser golpeados, ofendidos y maltratados.
Finalmente le acerco al lector las sesudas y tiernas palabras del fuhrer:
“El concepto de la lucha es tan antiguo como la vida misma, porque la vida se conserva sólo porque otros seres vivos perecen en la lucha”
Doctora Argibay con el aborto ni siquiera le da la opción de la lucha para vivir. Los aniquila indefensos.¡Usted es peor que Hitler!
Justificar el aborto con argumentos de doctrina ideológica es el más vil de los daños que se le pueda infligir a una sociedad.


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lunes, 1 de diciembre de 2008

Duhalde en Córdoba


Los dirigentes de la sociedad rural habían colocado 1.500 sillas en el inmenso salón de La Perla, donde invitaron a Eduardo Duhalde el jueves pasado. Cuando finalmente entró el bonaerense, estaban ocupadas las dos terceras partes, lo que conformó a los organizadores. De todos modos, los ruralistas brillaron por su ausencia. A las cansadas, aquí y allá podía encontrarse uno que otro, a los que se distinguía por el infaltable pañuelo al cuello o por el rostro curtido a fuerza de madrugones y viento sur.

Nadie sabía qué les pasó a la gente del agro: en el estacionamiento había pocas 4x4 y casi ningún colectivo. Todos los presentes, gente del mundo de la política, sin campos sembrados con soja, fueron “por la suya”.
Duhalde entró acompañado por Julio César Aráoz, que lucía un veraniego saco crema y sonreía a diestra y siniestra, como en sus mejores tiempos. En el escenario, sin embargo, y quizá para no despertar celos de nadie, Duhalde estuvo solo, sin laderos, salvo el presentador por parte de la Sociedad Rural de Córdoba. En las primeras filas decenas de parientes lo aplaudían: la madre del ex presidente es oriunda de El Quebracho, pequeña localidad cercana a Río Tercero, donde aún viven muchos primos de Duhalde.
Como todos ya estaban avisados, no se trataba de un acto público sino de una especie de conferencia, muy estructurada, muy pautada, muy organizada como para que nada se escapara de lo que previamente se pensó decir. Ayudado por un proyector y una pantalla, Duhalde iba explicando cuál fue su rol a lo largo de la crisis de 2001, su relación con los distintos sectores y su posición de apoyo e incentivo a la producción (no hay que olvidar que hablaba en nombre y representación del Movimiento Productivista, no del PJ).
A los más veteranos les llamó la atención que Duhalde dijera que en 1997 él le había manifestado a Carlos Menem (a la sazón, Presidente de la Nación) en una reunión de gabinete, de la que solicitó participar, que ya la convertibilidad “no daba para más”. Muchos de los presentes recordaban que en la campaña electoral de 1999, el candidato del PJ aseguró que continuaría con la convertibilidad y que no estaba dispuesto a salir de ella. En otros tramos de su exposición, Duhalde tomó distancia de Néstor Kirchner en lo que hace a su estilo confrontativo. Se mostró partidario de “trabajar en forma conjunta con los sectores productivos”, tanto rurales como industriales y, en uno de sus frases más jugadas, dijo que “hay que copiarse de Brasil”.
Finalizada la conferencia, un puñado de veinte personas se quedó para comer una parrillada que se apuró mientras Duhalde explicaba lo bien que había hecho las cosas cuando le tocó gobernar. Los comensales se distribuyeron en tres mesas. En la principal estaban, además de Duhalde, “Chiche” Aráoz, Teodoro Funes, Julio Bradra, Alfonso Piro, Susana Robledo, Osvaldo Weiss, Romero Díaz y otros dirigentes de la Sociedad Rural. Contrariamente a lo que podría pensarse, allí se habló poco de política y mucho de quesos. Sí, de quesos. Romero Díaz desparramó sus conocimientos sobre la manufactura de quesos de cabra. Pero no se limitó a eso: arrimó un par de bocados a la mesa, que fueron avanzados, apreciados, deglutidos y alabados por todos los presentes. Luego Duhalde cambió ideas con Robledo sobre el rol de la mujer y las políticas sociales en el nuevo momento político. Enseguida “Negro” (como le dicen sus íntimos), miró el reloj, alegó otros compromisos y partió raudamente con su comitiva.
Publicado en La Mañana de Córdoba - 1-12-2008
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