La crisis financiera internacional golpea por igual a todos los sistemas políticos. Pero sus consecuencias varían según los países. Su impacto sacude a los institucionalmente más fuertes y voltea a los más débiles. El adelanto del cronograma electoral implicó el reconocimiento oficial de que, por sus debilidades institucionales intrínsecas, la Argentina se encuentra en la segunda categoría. Y la combinación entre el agotamiento del sistema de construcción de poder político y económico, de carácter hegemónico, construido en estos años por Néstor Kirchner y los inevitables efectos económicos y sociales de la crisis global indica que nos acercamos nuevamente a una crisis de gobernabilidad. Es necesario prepararse para enfrentar una situación de emergencia, que exigirá una recomposición del poder político, a partir de una amplia concertación de fuerzas políticas y sociales que permita salir de la crisis y restablecer la paz social alterada, en un marco de fortalecimiento institucional del sistema democrático.
Por imperio de las circunstancias, más por las falencias ajenas que por sus propias virtudes, la responsabilidad fundamental recae otra vez sobre el Justicialismo y muy especialmente sobre sus actuales liderazgos territoriales, en primer lugar los gobernadores, que durante una inevitable etapa de transición están obligados a asumir un inexcusable protagonismo institucional y político.Con independencia de los resultados electorales del 28 de junio, cada vez más previsibles, estamos en vísperas de un giro fundamental en la situación política. A partir de entonces, será objetivamente imposible gobernar la argentina como se hizo en los últimos seis años. Más que un juicio de valor, se trata de un juicio de viabilidad; esta constatación objetiva obligará al justicialismo, más allá incluso de su propia voluntad, a asumir decididamente, en las condiciones que impone la realidad, el liderazgo nacional de esta Argentina en crisis. Esta caracterización no implica conferir derechos ni reconocer méritos particulares. Supone, nada más y nada menos, una asignación de responsabilidades. No significa de ninguna manera subestimar la importancia primordial del concurso activo de todos los sectores políticos y sociales. Pero es imprescindible formular una alternativa de gobierno que, dentro de la institucionalidad democrática, permita responder el desafío que marca la hora. Los acontecimientos en marcha exigen la configuración de un gobierno de unidad nacional, surgido de la crisis, que asumirá la misión de afrontar exitosamente una etapa de emergencia y de transición. En lo inmediato, ese gobierno de unidad nacional, con el activo respaldo de todas las fuerzas políticas y sociales, tendrá que ceñir básicamente su acción a un programa de diez puntos fundamentales, que reflejan un consenso ampliamente mayoritario en la sociedad argentina, que tendrá que ser ratificado por un acuerdo multisectorial rubricado por el futuro Congreso Nacional como el “Consenso Nacional del Segundo Centenario”: -1) Recrear un clima de pacificación nacional, de diálogo, de consenso y de respeto recíproco entre los argentinos, que permita recuperar la amistad social y evite los estallidos de violencia. abandonar toda práctica de confrontación sistemática. en primer lugar, poner fin al conflicto agropecuario. -2) Restablecer la vigencia integral del Estado de Derecho, las facultades constitucionales del Congreso Nacional (derogación de los superpoderes), la independencia del Poder Judicial, la autonomía de los órganos de control de los actos del Estado, la transparencia administrativa, las garantías de libertad electoral (boleta única y/o voto electrónico) y el pleno respeto a la libertad de expresión y la seguridad física y jurídica para todos. -3) Promover un replanteo integral en la política económica, sobre la base de la recreación de un clima de confianza interna y externa, a partir de un reconocimiento de la realidad que comienza con el sinceramiento de las estadísticas oficiales. Eliminar todos los obstáculos que frenan la expansión de las fuerzas productivas. Fomentar el desarrollo del crédito y la multiplicación de inversiones productivas nacionales y extranjeras, especialmente en proyectos de infraestructura, con énfasis especial en las iniciativas relacionadas con el autoabastecimiento energético y la construcción de una red federal de autopistas, para salir rápidamente de la recesión e iniciar una onda larga de crecimiento sostenido de la Argentina -4) Definir una estrategia de reinserción en la economía mundial que, a partir del fortalecimiento de la cadena agroindustrial, incluyendo la producción de de la Ciudad de Buenos Aires. pleno funcionamiento de los Consejos Federales (Agropecuario, Obras Públicas, Educación, Seguridad, Salud Pública, etc.) para posibilitar una participación protagónica de los estados provinciales en la formulación de las políticas públicas sectoriales. -5) Implementar una política social firmemente orientada a la mejordistribución del ingreso y la reducción drástica e inmediata de los actuales niveles de pobreza y de marginalidad, en ascenso en los últimos años, a través de la implantación de la Renta Básica Universal (sobre la base de la experiencia exitosa del Plan de Inclusión Social de la provincia de San Luis), la supresión del IVA a los productos de primera necesidad, la concentración de todos los recursos presupuestarios del Estado en la atención focalizada de los sectores más postergados (principalmente en la niñez), la eliminación de los beneficios sectoriales y de los subsidios indiscriminados que benefician a las franjas más pudientes de la sociedad, la creación de condiciones que incentiven la legalización de la economía informal y el acceso al crédito y a la propiedadpor parte de los sectores más desfavorecidos y la creación de una Red Nacional de Emergencia Social, con la activa participación de la Iglesia Católica, de los demás credos religiosos y de las organizaciones sociales.-6) Impulsar una acción drástica y coordinada de todas las fuerzas deseguridad nacionales y provinciales, promover la utilización intensiva de la totalidad de todos los organismos y recursos del Estado, sin excepciones, para garantizar la seguridad ciudadana y el estricto cumplimiento de la ley, especialmente en el conurbano bonaerense. Materializar el traspaso de las fuerzas de seguridad metropolitanas al gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Encarar una guerra integral contra el narcotráfico y el crimen organizado.-7) Promover una refundación del Estado orientada hacia el fortalecimientode su capacidad de planeamiento y liderazgo estratégico, de formulación de políticas de mediano y largo plazo, y hacia la construcción de un nuevo federalismo, mediantela reforma al régimen de coparticipación federal, con eje en el federalismo fiscal, y unafuerte descentralización política y productiva, que fomente la regionalización del paísy los mecanismos de cooperación interprovincial en todos los planos e incremente lasresponsabilidades políticas y los recursos económicos de los estados provinciales y losmunicipios. Creación de una Junta de Gobernadores, como órgano permanente deconsulta y apoyo al Poder Ejecutivo nacional, que incluya también al Jefe de Gobiernode la Ciudad de Buenos Aires. Transformación del actual Consejo Federal de Inversiones(CFI) en un Consejo Federal de Planeamiento Estratégico, que actúe como organismoauxiliar de la Junta de Gobernadores y se encargue de la discusión de las políticas demediano y largo plazo. Pleno funcionamiento de los Consejos Federales (Agropecuario,Obras Públicas, Educación, Seguridad, Salud Pública, etc.) para posibilitar unaparticipación protagónica de los estados provinciales en la formulación de las políticas públicas sectoriales-8) Definición de una clara prioridad de la educación en todos sus niveles como principal instrumento para combatir la desigualdad social, en un marco que impulse el pleno acceso de la Argentina como Nación a la sociedad del conocimiento que caracteriza al siglo XXI, en la que la distribución equitativa del conocimiento es el requisito indispensable para la mejor distribución de la riqueza y del poder. Para ello, impulsar una revolución social de carácter laboral y educativo, a fin de promover un salto cualitativo en los niveles de formación profesional y de capacitación laboral de la población económicamente activa, con la participación protagónica de las organizacionessindicales.-9) Consolidación del Mercosur como bloque político regional, fortalecimiento de la asociación estratégica con Brasil y el gobierno del presidente Lula, intensificación de la integración con Chile – concebida como vía de conexión con los países del Asia Pacífico -, superación del conflicto con Uruguay, restablecimiento de las relaciones de cooperación con Estados Unidos, la Unión Europea y la comunidad financiera internacional y búsqueda inmediata de mecanismos de cooperación con los países del Asia Pacífico, que incluya la negociación de un acuerdo de asociación estratégica con China. -10) Reinserción internacional de la Argentina para ganar relevancia mundial. convertir la crisis en oportunidad, a partir de un activo y renovado protagonismo en el nuevo sistema de poder que, a partir de la acción desplegada por el G20 y con la participación activa del mundo emergente, encabezado por China, surge como respuesta política de la comunidad internacional a la actual crisis global. El punto de partida para esta reinserción internacional es el aprovechamiento de la extraordinaria oportunidad que brinda a la Argentina la asunción del presidente norteamericano Barack Obama para establecer un acuerdo estratégico con Estados Unidos. Prepararse para el día después significa hacerlo ahora, con independencia del calendario electoral y de sus posibles, aunque ya ampliamente anticipables, resultados. Porque, por definición, el día después no está fijado con antelación en el almanaque. Y, por la naturaleza de la crisis política que se avecina, el día después puede terminar siendo el día menos pensado. Buenos Aires, 7 de abril de 2009
1 comentario:
Muy buena como siempre la nota de Raventos. Yo pienso que el peronismo le va a pasar una factura enorme a los Kirchner en la misma noche del 28 y seguramente habrá cacerolazos en la Capital. Acuérdense lo que les digo.
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