viernes, 6 de febrero de 2009

Asado con champagne en La Feliz. Por Miguel Jorquera


(Publicado en Página 12 - Viernes 6 de febrero de 2009)


El encuentro tuvo un objetivo, o dos, según las palabras de Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo: unir al peronismo disidente para terminar con el kirchnerismo y acabar con la era de Hugo Moyano al frente de la CGT. El asado, que todos los años el dirigente gastronómico prepara para su tropa en Punta Mogotes, tuvo al ex mandamás del PJ bonaerense como invitado especial y como comensales en la cabecera de la mesa a varios de los referentes del disperso universo del peronismo anti k: desde el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá y el ex gobernador misionero Ramón Puerta hasta los ex funcionarios menemistas Miguel Angel Toma y Julio “Chiche” Aráoz, e incluyó a los aliados macristas Cristian Ritondo y Fabián Amoroso. Duhalde trató elípticamente al presidente del PJ, Néstor Kirchner, de “burro” y “loco”. “Queremos que esto se termine rápido”, bramó Barrionuevo.

La lluvia que cayó en Mar del Plata obligó a Barrionuevo a cambiar imprevistamente de escenario. El encuentro no fue en su quinta de la zona de El Faro sino en el hotel Sasso de los gastronómicos. Un establecimiento cuatro estrellas con valet parking y un piano de cola en el bar, donde no hubo esta vez concursos de sapo, truco y panzazos en la pileta, pero tampoco faltó el brindis con champagne (Chandon, Varón B y Rutini). Unos 250 comensales –entre dirigentes políticos y sindicales– gozaron de un suculento y tierno asado, regado con buen vino (ver menú). Pero el plato fuerte, antes de los postres, fue la política.
Duhalde fue el centro de las miradas y de los abrazos para la foto sacada con el teléfono celular. El ex presidente se sintió cómodo y, a la hora de hablar, eligió anécdotas y chistes para lanzar sus críticas al Gobierno, y hasta para admitir un mea culpa por haber apadrinado la candidatura presidencial de Néstor Kirchner.
“No quería hablar porque la última vez que hablé fue en Olivos, lanzando la candidatura de Néstor Kirchner”, dijo y arrancó las risas y aplausos de los comensales. Envalentonado continuó: “En medio de un asado, en remate de hacienda en Santa Fe, –cuando ya había dejado la Casa Rosada– me preguntaban por mi experiencia de gobierno y había uno medio chusqueado en el fondo, que me miraba mal y me dice: ‘Duhalde, todo está bien, pero el que trajo al loco que se lo lleve’”. Otra clara referencia a su heredero en el sillón de Rivadavia. Antes, había hecho mención a las administraciones de Néstor y Cristina, sin distinción, con una conclusión: “No convocan a los que saben, toman decisiones sobre temas que no conocen y lo hacen mal. Al país lo hacen difícil los burros que no entienden cómo se gobierna”.
De camisa azul manga corta, Duhalde habló de pie, micrófono en mano y cantó la marcha peronista que, a falta de bombo, acompañó golpeando la mesa. Después se sentó para atender las más variadas consultas de políticos, sindicalistas y periodistas (ver aparte). Allí volvió a insistir en la unidad del peronismo disidente y en convocar a una interna partidaria para dirimir las aspiraciones presidenciales de varios dirigentes pejotistas del mismo espacio.
Puerta y Rodríguez Saá hablaron antes en la misma línea. Duhalde, Barrionuevo, Toma, Aráoz y los macristas aplaudieron. El puntano resaltó el “clima de diálogo y afecto” del encuentro y coincidió en la necesidad de forjar la “unidad del peronismo de verdad” y en la idea de ir a una interna partidaria. Aunque “El Alberto” admitió ante Página/12 sus dudas sobre si declinaría su candidatura presidencial para unir al PJ anti K. “Vamos a ver. Eso dejémoslo para lo último”, dijo con una sonrisa irónica.
Contra K y Moyano
“Estuvo bueno lo de Duhalde, eso de ‘que se lleve al loco’. El se lo tiene que llevar a Kirchner y yo a Moyano. Es un problema de confesiones. Todos los seres humanos nos podemos equivocar, qué va a hacer”, abrió Barrionuevo su discurso con los tapones de punta. Y dijo que se equivocó con Moyano: “Si yo algo apreciaba en Hugo era su lucha por las reivindicaciones de los trabajadores. Cuando olió el poder, se nos escapó. Y vino por los trabajadores de otras organizaciones (en la disputa por la sindicalización) y rompió los códigos. Yo digo, si tenés el supermercado para qué vas a buscar en las góndolas si no necesitás”.
“Esto de sacarse la foto para congelar los salarios del 16,5 con Kirchner y el 19,5 con Cristina, son mensajes. Porque en el movimiento obrero hay sindicatos que no tienen poder de movilización o estructura para conseguir más”, volvió a bramar Barrionuevo. A través de un comunicado, la CGT disidente Azul y Blanca reclamó “paritarias sin techo y con un piso mínimo del 20 por ciento”. Recordó luego que cuando Duhalde bendijo a Kirchner como candidato presidencial lo llamó y le dijo: “Néstor te está ahí esperando”. “Yo le contesté: No, mirá me quedo con Menem. Este te va a joder y encima te va a mandar en cana, y ahí está. Porque es un problema de piel, porque éstos (Néstor y Cristina) nunca nos quisieron. A Moyano lo llevan en el avión (en referencia al convite de llevar al camionero en la gira presidencial a España), si lo pueden tirar de arriba lo van a tirar, porque no lo quieren.”
Después de elogiar su propia convocatoria, Barrionuevo soltó algunos conceptos sobre la estrategia a seguir en su lucha anti K. “Algunos (dirigentes) manejan los tiempos. Nosotros somos algo más vehementes, porque queremos que esto termine lo más rápido posible”, vociferó en medio de aplausos y llamó a empezar a concretarlo en las elecciones legislativas de octubre.

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