jueves, 16 de junio de 2011

La batalla por las madres. Por Claudio Chaves

Si en algún momento Cristina pensó resignar su candidatura a la Presidencia, (cosa que no creo haya ocurrido nunca) hoy con el caso Hebe de Bonafini, el asunto queda, a mi manera de entender, totalmente descartado. Se presentará y con seguridad con vicepresidente peronista. No hay dudas que el tema Madres de Plaza de Mayo, HIJOS, Hebe y Carlotto conforman el núcleo duro de este gobierno. Fue la savia vivificante de un grupo de político, sin pasado en el peronismo, que cedió argumentos, relatos y visiones, al kirchnerismo que las asumió como suyas, empujando también a adoptarles a ese paquidermo descabezado que es el peronismo. Muy pocas voces se alzaron de su seno para denunciar este copamiento ideológico que ha tergiversado aviesamente la historia argentina y la del peronismo de los últimos treinta años.

Esta malversación obliga a un enorme esfuerzo intelectual capaz de recrear una nueva corriente de revisionismo histórico que salga al cruce de la “Historia Oficial” y recupere para la memoria de las nuevas generaciones la verdad sobre los jóvenes idealistas, justos y democráticos que ensombrecieron la vida política argentina del 60’ y el 70’. No solo de ellos sino también de los distintos actores que desplegaron su impronta en aquellos años.
Pero volviendo a Cristina, si el tema Madres es, como creo, el núcleo duro de la esencia del kirchnerismo, hoy el gobierno y sus adeptos atraviesan un profundo estado de crisis. Crisis que los obliga, a no bajar los brazos y a defender, incluso lo indefendible. “Ya habrá tiempo para hacernos cargo de lo que ha significado Schoklender” (Forster. Página 12. 15/6/11)
Privilegiando sus organizaciones y sus amigos por sobre el país que no le sobra el tiempo y necesita saber ya la verdad de esta vergüenza.
Sin Cristina la identidad adquirida a golpes de tergiversaciones se pierde.
LA FUNDACIÓN MADRES
El barco ha sufrido un daño bajo la línea de flotación. El fraude de la Fundación los interpela más fuertemente que la derrota electoral del 2009. Como dice Forster en Página 12 del 15/6/11: “Horadan al gobierno lastimándolo donde más le duele”
De manera que sin Cristina, Madres se hunde y con ellas trastabillarían los dislates cometidos con las FF.AA., las fuerzas de seguridad, la Iglesia y el periodismo. No pueden darse ese lujo. No quedaría nada de ellos más que un mal recuerdo y mucha bronca.
Si este gobierno ha tenido un triunfo en el campo del pensamiento (al menos hasta ahora) ese ha sido el falsear una etapa de nuestro pasado. Tan grave es la situación que, por ejemplo el Consejo Deliberante de Mar del Plata acaba de retirar el cuadro del Capitán Giachino, héroe de Malvinas a pedido de un organismo de derechos humanos. ¿Cuál es la razón?
¿El marino violó, acaso, algún derecho humano? Visto desdel lado inglés, posiblemente, sí. Aunque es relativo, en virtud de los extremados cuidados que el Capitán tomó para lograr la rendición del Gobernador británico de Malvinas. Visto desde el lado argentino es dudoso. ¡Como puede, entonces, un organismo de poder, administración y gestión como es un Consejo Deliberante acceder a semejante solicitud que debilita el sentimiento de nacionalidad?
¡Es que, ultimadamente, los organismos de derechos humanos siempre tienen la razón y los militares la culpa de todo!
¿No hay algún concejal capaz de entender la diferencia existente entre el bien el mal del país?
¡No… se ve que no lo hay! ¿Y porqué?
Por lo que ha dicho Feletti (Vice Ministro de Economía) que el actual gobierno ha ganado la batalla cultural. Ciertamente no se equivoca, uno de sus principales combates ganados ha sido instalar la idea de que los jóvenes revolucionarios del 70’ han sido luchadores por la justicia, la igualdad y el derecho, y en el mismo combo condenar a las FF.AA. en su conjunto por la batalla que ganaron contra la subversión, independientemente de las aberraciones cometidas. Como si los argentinos condenáramos la Guerra de la Independencia por las desviaciones celebradas por la soldadesca, luego de triunfo.
¿Saben los argentinos que luego de cada batalla ganada por cualquiera de los bandos en pugna como por ejemplo en Tucumám, Salta, Suipacha o Sipe–Sipe, para citar solo algunas, los triunfadores recorrían el campo de los muertos llevándose ponchos, botas, chiripá, armas, uniformes y cuanto de uso diario y cotidiano dejaba el enemigo inerte.
Esta observación que hago, que se fundamenta en hechos históricos, de ninguna manera pretende justificar la barbarie guerrera. Lamentablemente la guerra saca lo peor que cada ser humano tiene dentro de sí. Por eso lo que habría que evitar es llegar a ese extremo. ¿Se puede?
Lo del triunfo cultural no lo dice solo Feletti, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia lo afirma también. Ante la pregunta del periodista de La Nación 12/6/11
P: A la Argentina le cuesta mucho trazar políticas públicas
Lorenzetti: Sí. El país necesita políticas de Estado en materia de seguridad, corrupción, medio ambiente, educación y otros asuntos. No las hay. Pero sin embargo, sí lo logró en materia de derechos humanos, donde los tres poderes y los partidos políticos llegaron a una coincidencia básica.
Las coincidencias a las cuales se debe referir el Presidente de la Suprema Corte de Justicia es que en el país solo violaron los derechos humanos las FF.AA puesto que son los únicos juzgados. ¿Y los subversivos? Mejor no meterse.
De manera que este logro no lo van arrojar por la borda, a Hebe hay que defenderla a como venga el asunto. Ella es la cara activa, no de las Madres que reclamaron y reclaman legítimamente saber sobre sus hijos y su destino, muertos en una guerra bestial y despiadada. No. Hebe es la voz reivindicatoria de la violencia guerrillera del 70’, no de la justicia y la humanidad del reclamo de las Madres. Es el eco de la revolución que quedará inconclusa para siempre.
No cabe duda que este asunto va a costar revertirlo y llevar a las nuevas generaciones la verdad de lo ocurrido.
EL PENSAMIENTO DE FORSTER
En el artículo de marras aparece claro lo contradictorio y acomodaticio del pensamiento de este intelectual admirado por el kirchnerismo.
Veamos. Para justificar a Bonaffini asegura:
“Lo de Hebe y Schoklender es una relación desdichada nacidas de vidas dañadas por un mal que asoló al país”
Esta idea la repite en dos oportunidades en el texto citado. ¿Que nos quiere decir el autor. Que pretende explicar? Sencillo.
Justificar a ambos y liberarlos de la responsabilidad individual en el destino y el camino que cada uno de ellos ha elegido. No son responsables de sus actos. ¡Al fin y al cabo! el problema ha sido el “mal que asoló al país”.
El individuo y su responsabilidad personal desaparecen diluidos en el mal de todos. Contradictorio con el otro pensamiento, muy de Forster también, por el cual este gobierno ha instalado la política como herramienta conciente del cambio. La voluntad política de torcer las leyes secretas e inmutables de la vida. Esto es, corregir desde la voluntad la dirección de la historia.
Para justificar la inconducta personal, el ambiente, la sociedad, las clases dominantes son los responsables.
Para justificar al gobierno de Kirchner que va contra la corriente de las leyes secretas de la historia impera la voluntad individual.
Pero quizás lo más infortunado de este artículo sea la idea recurrente de que Hebe es la voz “de los que no aceptaron la política de la reconciliación” “ella acusa a los profetas de la memoria corta, a los adalides de reconciliaciones fundadas en el borramiento de responsabilidades” y eso es lo bueno “lo mejor de nosotros mismos”
¿Cómo si la guerrilla no hubiera tenido responsabilidad en la sangre vertida y luego de borrarse de esta responsabilidad negar e impedir la reconciliación?
Todas las piezas fundamentales de este gobierno han salido a defender a Hebe. Falta la dama. Por eso y mucho más su candidatura es inevitable.

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