miércoles, 26 de octubre de 2011

La voluntad del pueblo. Por Daniel V. González

Tal como se preveía, tal como había preanunciado la elección interna de agosto, tal como decían los diversos encuestadores, el triunfo de Cristina Kirchner fue abrumador. Arrasador.
No deja lugar para interpretaciones intencionadas o caprichosas.
Ni para lecturas con malabares. Ni sospechas de trampa.
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domingo, 16 de octubre de 2011

Paradojas: se vota lo mismo y se espera un cambio. Por Jorge Raventos

Aunque la elección presidencial del 23 de octubre carece ya de mayores misterios, la política argentina sigue preñada de incógnitas. Se sabe que Cristina de Kirchner se sucederá a sí mismo, para iniciar el tercer período consecutivo en el poder de la misma familia. Pero se ignora si esta vez, sin la presencia dominante de su desaparecido cónyuge, la señora pondrá en marcha algo de lo que prometía en su campaña de 2007, cuando si lema era: “el cambio recién empieza”.
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Cuando la verdad hiere a la política. Por Claudio Chaves

Que los políticos uruguayos critiquen a Tabaré Vázquez por sus resonantes declaraciones, acerca de que el conflicto con la Argentina  podía haber  desembocado en una guerra,   es, si se quiere, comprensible. Mujica como buen político, al asumir la presidencia,  apartó de su agenda los malos momentos que el gobierno de Kirchner y Gualeguaychú, particularmente,  le hicieron pasar a su país. ¿Qué otra cosa podía hacer esta nación hermana ante la prepotencia del gobierno argentino? Y con un fallo a su favor de La Haya.
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domingo, 9 de octubre de 2011

La quimera de la perpetuidad. Por Jorge Raventos

El académico argentino Ernesto Laclau vive hace décadas en el Reino Unido y enseña en la Universidad de Essex. Es también una suerte de gurú del populismo que jerarquiza teóricamente las intuiciones ideológicas del kirchnerismo. Su residencia en Inglaterra provee a Laclau de una cómoda situación para hacer la apología de un poder que sólo experimenta como turista (y, podría decirse, como proveedor). Sus argumentos son muy atendidos por la Presidente y por algunos círculos de los que se dedican a elaborar “el relato” oficialista.
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domingo, 2 de octubre de 2011

La victoria de CFK y el Teorema de Evo. Por Jorge Raventos

A tres semanas del domingo de elecciones presidenciales, en Argentina tanto la pasión como la intriga parecen flores marchitas, resecas por la previsibilidad del resultado. Los encuestadores casi no reciben consultas: se da por sentado por que la señora de Kirchner recibirá, votos más, votos menos, un caudal semejante al que cosechó en la primaria del 14 de agosto. Es decir, uno de cada dos sufragios: la mitad del padrón.

La otra mitad –“los contreras”, se hubiera dicho en otro tiempo- se reparte en diversas ofertas, lo que le garantiza a la señora la sensación de triunfo arrollador, pues le permite exhibir una muy considerable distancia con el candidato que ocupe el segundo puesto.
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El Estado palestino. Por Mario Vargas Llosa

¿Cual debería ser la posición de un amigo de Israel ante el pedido del presidente Mahmoud Abbas de que la ONU reconozca a Palestina como un Estado de pleno derecho? Convendría antes definir qué entiendo por "amigo de Israel", ya que en esta definición caben actitudes distintas y contradictorias. A mi juicio, es amigo de Israel quien, reconociendo el derecho a la existencia de ese país -admirable por tantas razones-, obra, en la medida de sus posibilidades, para que ese derecho sea reconocido por sus vecinos árabes e Israel, garantizado su presente y su futuro, pueda vivir en paz y armonía dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas.

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jueves, 29 de septiembre de 2011

Carta a Hugo Chávez enviada por Saúl Godoy Gómez

(Publicada el 9/08/2011 en el diario venezolano El Universal)
Algunas consideraciones sobre tu muerte:
No quiero que te marches de esta vida sin antes despedirnos, porque has hecho un mal inmenso a mucha gente, has arruinado a familias enteras, has obligado a legiones de compatriotas a emigrar a otras tierras, has vestido de luto a incontables hogares, a los que creías tus enemigos los perseguiste sin cuartel, los encerraste en ergástulas que no lo merece ni un animal, los insultaste, los humillaste, te burlaste de ellos, no solo porque te creías poderoso, sino inmortal... porque el fin de los tiempos no era contigo.
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martes, 27 de septiembre de 2011

Bonapartismo. Por Aleardo F. Laría

(Nota publicada en Diario Río Negro el día 20/09/2011)
Los intelectuales de Carta Abierta habrán experimentado un escalofrío cuando la presidenta Cristina Fernández confundió a Napoleón Bonaparte (Napoleón I) con su sobrino Luis Napoleón Bonaparte (Napoleón III). La presidenta, al recordar al autor del Código Civil francés, manifestó su admiración por la figura de Napoleón I y lo vinculó con el hecho de que al peronismo la izquierda lo tildara de "bonapartista". El adjetivo es correcto pero la asociación es errónea. El bonapartismo fue un calificativo usado para designar el II Imperio instaurado por Luis Napoleón Bonaparte en 1852, cuando hacía más de 30 años que Napoleón I había muerto.
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lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Quién paga la Universidad? Por Alieto Guadagni

Las recientes movilizaciones estudiantiles en Chile abren nuevos interrogantes sobre el mejor diseño de las políticas de financiamiento universitario, pero antes conviene tener un diagnóstico basado en la realidad de los hechos, para lo cual repasaremos a continuación los datos centrales del sistema universitario chileno y argentino, y su evolución en los últimos años.
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domingo, 25 de septiembre de 2011

Alternativas y sobresaltos. Por Jorge Raventos

En las elecciones universitarias de este año el kirchnerismo resultó víctima del mismo mecanismo que registraron los comicios provinciales y la primaria del 14 de agosto; como en casi todos estos ámbitos, dominó el voto conservador (ganaron los que ya estaban). En la universidad esto se tradujo en la victoria de agrupaciones ligadas a la izquierda (siete facultades), el centroizquierda y el radicalismo.
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Hitler en la Rosada. Por Enrique Guillermo Avogadro

La semana que terminó estuvo signada, amén de distintos componentes económicos externos sobre los cuales hablaré al final de esta nota, por tres hechos, más que significativos, que desnudan en qué consistirá la profundización del modelo que un exabrupto de don Roberto Felletti, actual Secretario de Hacienda y futuro Diputado Nacional, nos hizo conocer como programa del futuro período presidencial de doña Cristina Fernández de Kirchner.
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sábado, 27 de agosto de 2011

La revolucion libia. Por Claudio Chaves

La caída de Khadaffy es una vuelta de tuerca en la dirección de los novedosos aires que soplan en el mundo desde hace más de veinte años. Precisamente desde que cayera el Muro de Berlín y concluyera la Guerra Fría.
Este régimen, como tantos otros, fue la escenificación de lo que dio en llamarse el Tercer Mundo. Aquel impulso nacido en abril de 1955 en Bandung a iniciativa de Nerhu de la India, Sukarno de Indonesia y Nasser de Egipto. Esta primera conferencia fue el puntal inicial del Movimiento de Países no Alineados que sin embargo, con el tiempo, se alinearon con una política económica afín al intervencionismo de Estado. Enemigos declarados de la economía de mercado (que en general hoy florecen en el mundo a pesar de la crisis del 2008) construyeron una mixtura entre marxismo y nacionalismo.
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Té y simpatía. Por Jorge Raventos

No está confirmado que Jaime Durán Barba, el gurú de Mauricio Macri, haya ejercido alguna influencia directa sobre la Presidente, pero muchos sospechan que él contribuyó (quizás por interpósita persona) al cambio de estilo que viene ejercitando la señora de Kirchner desde poco antes de su victoria electoral. El saludo telefónico al jefe de gobierno porteño (“habla la vecina de enfrente”) cuando Macri derrotó con más del 60 por ciento de los votos al oficialista Daniel Filmus, fue, en ese sentido, un hito. Que se destacó más al tener como telón de fondo la intolerancia que hasta allí había mostrado el kirchnerismo de capa y espada.

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lunes, 22 de agosto de 2011

Misterios electorales a la luz del Yin y el Yang. Por Jorge Raventos

El sábado 13, uno de los encuestadores serios que el oficialismo consulta (para enterarse de la realidad que otros encuestadores suelen dibujar), adelantó que la señora de Kirchner podía alcanzar los 50 puntos en las primarias del domingo 14. Leído el lunes 15 ese estudio parece visionario, pero el sábado, cuando el entorno de la candidata lo examinó, algunos de los miembros de ese círculo estimaron que se encontraban ante “una exageración”, “un delirio”, incluso.

Ni los propagandistas más febriles de la tesis de que “Cristina ya ganó” que venía esgrimiendo el oficialismo imaginaban la oleada de votos sobre la que surfeó la señora de Kirchner por todo el territorio nacional (con excepción de la San Luis de los Rodríguez Saa). El domingo, ya cerrado el comicio, los medios oficialistas sólo se atrevían a hablar de "un porcentaje superior a los 40 puntos".
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Razones de una ratificación. Por Daniel V. González

El amplio y extendido triunfo obtenido por Cristina Kirchner el pasado 14 de agosto no era esperado, en su magnitud, ni por los derrotados ni por los vencedores.
Aunque se trató de comicios internos, sus especiales características hacían de ella una elección antes de la elección, con resultados reveladores acerca de las preferencias de la opinión pública en materia de candidatos presidenciales, a dos meses de la elección propiamente dicha. Y estos resultados equivalen lisa y llanamente a una reelección virtual que hacen de la elección general un mero trámite.
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sábado, 13 de agosto de 2011

Primarias decisivas, aunque no se elija nada. Por Jorge Raventos

Finalmente, con las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 14 llega la hora de la verdad para los candidatos y también para los encuestadores. Las PASO no cumplirán la función para la que fueron previstas (que sean los ciudadanos con su voto y no los aparatos o los jefazos a puro dedo los que definan las fórmulas presidenciales y las listas de candidatos al Congreso de los partidos políticos), pero al menos servirán como un índice objetivo de las tendencias de la opinión pública, descriptas hasta aquí de manera errática (o sospechosa) por la abrumadora mayoría de las consultoras.
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lunes, 8 de agosto de 2011

El "cordobesismo", etapa superior del "delasotismo". Por Daniel V. González

Los comicios de Córdoba fueron fecundos en ratificaciones.

Primero, de la fortaleza del Justicialismo local, que pudo recuperarse del atípico voto de dos años atrás cuando la ira contra el gobierno nacional le propinó algunos coletazos relegándolo al tercer lugar en las elecciones para diputados y senadores nacionales.
En segundo lugar, el desgranamiento del juecismo que, a medida que pasan los años, se desdibuja como fuerza política y pone en evidencia sus falencias estructurales y las limitaciones de su discurso político.
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sábado, 6 de agosto de 2011

No hagan olas. Por Jorge Raventos

A días de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO), el gobierno de Cristina de Kirchner, aunque vigorosamente apuntado a la campaña electoral, parece golpeado por la hemiplejia: sólo funciona uno de sus hemisferios -el que se dedica al “relato” y la retórica- mientras un efecto anestésico embota el centro de las decisiones perentorias. La consigna, en este sentido, es el clásico “no hagan olas”.

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martes, 2 de agosto de 2011

La confesión de De la Sota. Por Daniel V. González

Ya en la recta final de campaña electoral, a menos de una semana de los comicios provinciales, José Manuel de la Sota sufrió un impensado traspié. Asediado por periodistas, en la mañana del martes, y al ser preguntado por quién votará el próximo 14 de agosto, respondió: "¿el voto del 14 de agosto? Sí, el justicialismo de Córdoba tomó una definición que la manifestó a nivel nacional".

El periodista insitió: “¿Va a votar a la presidente de la Nación?”
Y De la Sota ratificó: “El peronismo ha decidido eso en todo el país”.
No quedó lugar para la duda. La respuesta fue clara y contundente.
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DUHALDE PUEDE

La Argentina en poco tiempo decidirá nuevamente el rumbo a seguir.

Gobernar es establecer prioridades.
En el país de los alimentos, todavia hay gente con necesidades basicas insatisfechas, por eso, el Hambre Cero es la prioridad mayor.
La prevencion y represion del delito, la lucha contra el narcotrafico y la droga dependencia, los derechos humanos integrales es decir a la vida, a la salud, a la educacion, a la vivienda, al trabajo, tambien lo son, sin olvidarnos de los derechos a la niñez y a la ancianidad como nos enseñara el Gral. Perón. Preservar de cualquier gobierno a las cajas de las jubilaciones retribuyendoles lo que les corresponde.
Cerrar las heridas del pasado con verdad y justicia para todos, la paz y reconciliacion de los argentinos se logra no con presiones ideologicas o condicionamientos a la justicia apartandola del principio de legalidad, sino que es con Orden y Libertad.
Recuperar el federalismo para que el gobierno nacional deje de ser factor de presion, despojo y chantaje a las provincias y sus gobernantes, sean del signo politico que sean.
Los organismos de control del Estado deben estar en manos de la oposicion.
Garantia absoluta a la libertad de prensa y reconstruir el INDEC.
Creemos necesario construir una Nacion, por lo tanto, duradera y previsible con un pensamiento estrategico y no solo coyuntural, en donde se respeten las leyes y las instituciones de la republica, en el marco de una América Latina unida reforzando el MERCOSUR y la UNASUR.
Convocamos a todas las Compañeras y Compañeros Peronistas y de otras corrientes politicas a que se sumen a esta patriada para lograr la grandeza de la Nacion y la felicidad del pueblo argentino.
el 14 de agosto

VOTE POR DUHALDE + DAS NEVES
Argentina
"Peña Eva Peron - filial Cba"
Alfonso Piro
Coordinador General
peronismoenmarcha@hotmail.com Leer más...

sábado, 30 de julio de 2011

Fantasmas K: peronismo, campo y opinión pública. Por Jorge Raventos

La ola polar que clausura meteorológicamente el mes de julio es casi una metáfora del frío que este mes invadió las filas del gobierno. Más allá de los discursos de de oportunidad, queda poco de la arrogancia triunfal que, pocas semanas atrás, proclamaba que “Cristina ya ganó”. Hoy los lenguaraces del oficialismo se dedican, más bien, a tranquilizar a la tropa propia y a explicar que las sucesivas derrotas padecidas en Capital Federal y Santa Fe no son el anticipo de catástrofes mayores. Por si acaso, con el objetivo de evitar que un triunfo de José De la Sota en Córdoba el domingo próximo sea interpretado como una nueva caída oficialista, la señora de Kirchner ha ordenado a sus menguantes fuerzas mediterráneas que proclamen su apoyo al candidato peronista. Se trata, en rigor, de un retroceso táctico de la Casa Rosada, forzado por las circunstancias: encrespada cuando De la Sota no permitió que le digitaran las candidaturas provinciales desde el poder central, la misma Presidente había dispuesto que su nombre no apareciera en las boletas del peronismo cordobés al que ahora, tardíamente, busca abrazarse.

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jueves, 28 de julio de 2011

Santa Fe no es la Capital Federal. Por Daniel V. González

El fastidio del kirchnerismo es creciente. Al resultado electoral desfavorable en la Capital Federal, ahora se suma el de la provincia de Santa Fé, que es más significativo aún. Y nuevamente, aunque con mucho mayor cuidado, los intelectuales del gobierno han reaccionado de la misma manera que lo hizo, con mayor desenfado, Fito Páez ante el triunfo de Mauricio Macri: echándole la culpa al electorado por haber votado a alguien como Miguel Del Sel, postergando al candidato oficial, Agustín Rossí, que salió tercero, con el 22% de los votos emitidos.
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sábado, 23 de julio de 2011

Las urnas de Santa Fe y una perspectiva federal. Por Jorge Raventos

La eliminación del seleccionado de fútbol argentino en la Copa América y, en un plano menor, la “autocrítica” de los intelectuales kirchneristas del grupo Carta Abierta desplazaron la atención general de las muy importantes elecciones santafesinas. Seguramente a partir de la noche del domingo 24 el país tomará plena conciencia de lo que se estaba jugando en esa provincia, en la que votan casi dos millones y medio de argentinos. Por cierto, se disputan allí la gobernación, 50 diputaciones y 19 bancas de senador provinciales y 43 intendencias; pero, más allá de esas posiciones, lo que el conjunto del país observará en el comportamiento del electorado santafesino es si confirma o refuta el relato oficialista según el cual la candidatura presidencial de Cristina de Kirchner tiene asegurado el triunfo en primera vuelta.
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Qué vientos liberamos para nuestra derrota. Por Julio Bárbaro

En el mundo de las encuestas, los resultados dejaron de ser sorpresa, tanto como el sexo en el embarazo. Cuando el oficialismo y el dinero distorsionan las mediciones, algunos terminan enamorados de sus propias mediciones. Quedaron vigentes los que trabajaron seriamente; dan vergüenza ajena los que sólo midieron su propia rentabilidad. Y luego están los enojados con los votantes, que actúan como si la sorpresa les hubiera obsequiado lucidez para explicar el resultado. Olvidan que los votos, como los goles, sólo se cuentan. Jamás se juzgan. Resulta absurdo. Son demasiados años de gobierno para que una elección les haga perder el equilibrio, salvo que el mensaje de talento propio y mediocridad ajena haya salido del espacio de la publicidad para convertirse en un verdadero dogma de fe.
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miércoles, 20 de julio de 2011

La elite intelectual. Por Claudio Chaves

A las brutales afirmaciones de Aníbal Fernández respecto de que el electorado capitalino se parece a Macri, le siguieron las de Fito Paéz y el asco que le despiertan la mitad de los porteños.Con estos exabruptos se inició la cadena de dislates. Queda claro lo que piensa Fernández, pues no se cansa de repetirlo. Macri es un vago, al que no le gusta trabajar, ni le interesa el ejercicio de la política como “ella debe practicarse”, el resultado es que el 47 % de los porteños “que se le parecen” son irresponsables, desentendidos de la cosa pública. Conclusión: el voto a Mauricio carece de la fuerza, el valor y la ética del sufragio “comprometido” con los valores solidarios que serían los de Filmus.
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lunes, 18 de julio de 2011

Baja tolerancia a la aritmética. Por Jorge Raventos

Como se avizoraba, la cadena de elecciones distritales que desemboca en las primarias obligatorias del 14 de agosto, se presenta como un trayecto cargado de riesgos para el oficialismo.
La prueba inicial, librada el domingo 10 de julio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, terminó mal (y siguió peor). Mauricio Macri estuvo a punto de imponerse en primera vuelta (47 por ciento) y le sacó casi veinte puntos de diferencia a Daniel Filmus, el candidato del Frente para la Victoria. Más preocupante aún para la Casa Rosada, Juan Cabandié, el representante de La Cámpora y colocado a dedo por la mismísima presidente como cabeza de la lista de legisladores, obtuvo apenas la mitad de la votos que cosechó Filmus y quedó a 30 puntos de distancia de la boleta del Pro, liderada por el rabino Sergio Bergman.


La caída fue dolorosa y pareció dejar groggy al gobierno. Primero hubo un empeño en celebrar la derrota como un triunfo. “Es como si Passarella hubiera organizado un festejo alegando que ahora River tiene la suerte de jugar en primera B”, comparó un gracioso. De todos modos, las imágenes contradecían las palabras: los funcionarios del gobierno nacional que acompañaban a Filmus en el bunker del FPV huyeron en masa de ese escenario antes de que los medios difundieran las cifras y tan pronto la Casa Rosada comprobó que el traspié era grave. Le dejaron al candidato la tarea de sufrir simulando que hacerlo era un placer.
La señora de Kirchner fue, si se quiere, equitativa: no saludó al vencedor, pero tampoco se comunicó con su soldado derrotado. Sólo le ordenó a Filmus, a través de Carlos Zanini –secretario Legal y Técnico del gobierno y ayuda de campo electoral- que declarase que iba a competir en la segunda vuelta.
¿Es reaccionaria la realidad?
Más allá de las inverosímiles muecas festivas, la sensibilidad artística del rosarino Fito Páez y la capacidad de abstracción del bibliotecario mayor, Horacio González, revelaron con una precisión sólo comparable a la aspereza suburbana del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, la perplejidad y la irritación del oficialismo ante la derrota. Todos ellos decidieron que, si tenían que culpar a alguien por la catástrofe padecida, no alcanzaba con cargar contra Mauricio Macri o contra el Pro: había que ir más a fondo. Los verdaderos autores eran los votantes.
Por eso salieron a disparar contra “la mitad de Buenos Aires” (en rigor, las tres cuartas partes que eludieron la boleta oficialista) con expresiones de “asco” y munición gruesa verbal. Desde “racistas” a “estropajos”, desde “tacaños” a “egoístas”, los ciudadanos porteños que votaron al Pro merecieron todo tipo de descalificaciones.
En su biografía sobre Néstor Kirchner, José Pablo Feinmann incluye una nota que revela simultáneamente el sentido profundo de las reacciones actuales y su distancia del pensamiento de Juan Perón. Mientras éste sostenía que “la única verdad es la realidad”, el Kirchner de Feinmann predica que “la realidad es reaccionaria”. Las quejas de Páez y las de los funcionarios-militantes son una rebelión contra la aritmética que evoca aquel cuento de psicólogos en que el paciente confesaba que “efectivamente, 2 más 2 es 4, pero no puedo soportarlo”.
No obstante, el sincericidio como terapia compensatoria quizás ayude a aliviar el dolor síquico, pero es dudoso que sea eficaz para curar los males electorales. El pobre Filmus, obligado a encarar la segunda vuelta electoral, musita que insultar a los ciudadanos no es buen camino para remontar una cuesta de veinte puntos, pero nadie le presta atención. Los políticos filokirchneristas que no renunciaron a hacer carrera en la ciudad de Buenos Aires (Aníbal Ibarra, Gabriela Cerruti) tomaron distancia: “Si queremos seducir y reconquistar a los ciudadanos sería bueno que empecemos por no enojarnos con lo que votaron”. Comprendieron que la ira vengativa del oficialismo y su clientela sensitiva ha desatado una oleada de bronca que hace arder las redes sociales y se proyecta ominosamente sobre las urnas del 31 de julio.
La quiebra de un nexo cultural
La derrota, la reacción intolerante y las múltiples respuestas que ella recibe están evidenciando una circunstancia de proyección más amplia que el propio calendario electoral: la brecha que se ha abierto entre la clase media urbana y “el relato” del oficialismo. Aquellos fragmentos de las clases medias que durante un período respaldaron a Néstor y Cristina Kirchner y les facilitaron altos porcentajes de aceptación en las encuestas están ahora desencantados. Se ha quebrado un nexo cultural.
Sin duda son muchos los factores que convergen en esa quiebra, pero probablemente el más significativo es el desgaste final del uso de la bandera de los derechos humanos como arma de agresión política y disciplinamiento, que el kirchnerismo empleó con eficacia durante años.
El escándalo suscitado alrededor de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, la evidencia del desvío de centenares de millones desde oficinas del Estado a la asociación presidida por la señora Hebe de Bonafini y administrada por Sergio Schoklender actuó como un ácido poderoso sobre el pilar principal del “modelo político K”. Los hechos que siguen sucediéndose en ese capítulo de la realidad (los reclamos a Bonafini de los obreros impagos o despedidos de los emprendimientos de la Fundación, los cruces de acusaciones entre Bonafini y Schoklender) profundizan la quiebra.
Simultáneamente, se ha difundido la constatación judicial -con la participación del Banco de Datos Genéticos- de que no existe coincidencia alguna entre el acervo genético de los hijos adoptivos de la titular del Grupo Clarín y el de ninguno de los casos denunciados de niños desaparecidos o apropiados en los primeros años de la tiranía militar. Este es otro testimonio arrasador sobre el uso extorsivo de la bandera de los derechos humanos. Máximas autoridades del gobierno prejuzgaron públicamente y emplearon ese falso relato para embestir contra las empresas privadas propietarias de la firma Papel Prensa.
El gobierno ve corroído, como consecuencia de sus propios actos, el relato político que le sirvió de sombrilla durante años. Y esto ocurre cuando, con la muerte de Néstor Kirchner, ha perdido la viga maestra de la construcción oficialista. La ausencia de ese liderazgo se hace más notoria cuando los conflictos internos se intensifican. Los cuadros territoriales y gremiales del justicialismo integrados al FPV se sienten maltratados y amenazados mientras se comprueba que los que han sido digitados para cubrir sus plazas (los jóvenes de La Cámpora, como el porteño Cabandié, por ejemplo) no parecen preparados para el esfuerzo.
Esto no ha sido todo
Así, las tensiones internas se multiplican. Tras la derrota porteña muchos se encarnizaron con el candidato Filmus, a quien le imputaron frialdad en la comunicación y poco compromiso con la Casa Rosada. Esto, pese a que la señora de Kirchner lo eligió a él porque era el que “mejor medía” de los tres postulantes partidarios. Otros dirigen sus reproches al gremialismo, al que culpan de haber trabajado a media máquina como revancha por la postergación de sus hombres en las listas.
El propio sector sindical está plagado de intrigas propias: el secretario general del gremio de la construcción, Gerardo Martínez, sospecha que la difusión mediática de su condición de empleado del Servicio de Inteligencia del Ejército durante los años del gobierno militar fue obra de Hugo Moyano y sus amigos, como respuesta al apoyo de la Casa Rosada al dirigente de los albañiles para suceder a Moyano en la CGT.
El oficialismo parece por instantes la caldera del diablo. Y sólo ha soportado la primera de las pruebas electorales que prologan las primarias obligatorias.
Veremos cómo evolucionan las cosas después del comicio santafesino, donde se da por descontada la victoria del socialista Bonfati y muchos conjeturan que el Frente por la Victoria puede terminar en el tercer puesto, detrás del debutante midachi Miguel Del Sel, hombre de Macri y aliado de Eduardo Duhalde.
Hay muchos que tendrán que mejorar su tolerancia a la aritmética.
Jorge Raventos
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martes, 21 de junio de 2011

La teoría de un solo demonio. Por Marcos Novaro

Hebe de Bonafini siempre ha sido para el oficialismo, igual que Hugo Moyano, una aliada muy necesaria y a la vez "impresentable", difícil de controlar y mantener alineada o de correr al segundo plano cuando su presencia resulta políticamente inconveniente. Hay quienes creen que su caída en desgracia perjudicaría la causa de los derechos humanos, con un efecto equivalente a lo sucedido con el ataque a La Tablada en 1989. Pero el paralelo es, por varios motivos, forzado. Por empezar, el divorcio entre Bonafini y "la causa de los derechos humanos" es desde hace tiempo evidente para mucha gente. Salvo para el discurso oficial, por lo que es natural que éste sea el principal damnificado con la crisis en curso.

El entendimiento entre los Kirchner y Hebe de Bonafini se basó en varios acuerdos; los hubo prácticos y los hubo ideológicos, algunos beneficiaron a la democracia argentina, como la reapertura de juicios por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, y otros fueron más discutibles o directamente perjudiciales, como los que están saliendo a la luz en estos días.
Entre las cuestiones ideológicas que cimentaron esa alianza se destaca el interés por reivindicar a las víctimas de la represión no sólo como ciudadanos, es decir, titulares de derechos individuales que habían sido atropellados desde el Estado, sino como actores políticos, protagonistas de proyectos de cambio que podían servir de fuente de inspiración y guía en el presente. En alguna medida, al menos, porque en este terreno no dejó de haber sustanciales diferencias entre Bonafini, que reivindica, desde mucho antes de que los Kirchner llegaran a la Casa Rosada, el proyecto revolucionario que animó a los desaparecidos o al grueso de ellos, y llegó incluso a pedir que "los FAL con que combatieron nuestros hijos estén expuestos en la ESMA", y la línea oficial, que recoge las ideas setentistas, pero no todos los hábitos ni las prácticas políticas de aquella época.
En lo que sí coincidieron plenamente fue en usar esa memoria de los años 70, y la autoidentificación como "herederos y continuadores de aquellas luchas" como arma discursiva para descalificar y poner fuera del campo de legitimidad democrática a sus adversarios: porque si el kirchnerismo era "hijo de las Madres" y heredero de las víctimas, quienes lo criticaban podían ser tachados de continuadores o herederos de los victimarios. Los ejemplos de cómo se ha aplicado esta operación son tan abundantes y conocidos que no hace falta explayarse: goles secuestrados, Papel Prensa, las adopciones de Herrera de Noble, los "grupos de tareas" de los piquetes ruralistas, etcétera. En este sentido, es poco lo que los oficialistas pueden reprochar a los Schoklender, porque lo que éstos hicieron fue, cuanto más, transitar desprolija y torpemente el camino que los Kirchner habilitaron para usar los derechos humanos como enjuague bucal de las más diversas tropelías.
Esa operación, para ser mínimamente creíble, necesitó de una anterior, la que disculpó a los revolucionarios de los 70 de cualquier responsabilidad en la escalada de violencia que vivió el país desde bastante antes del golpe de 1976. Esta operación primera y fundamental apuntó a desterrar cualquier discusión sobre el tema, volviendo imposible siquiera tomar en consideración hechos muy notables y conocidos, como el número, las circunstancias y la condición de los muertos que la guerrilla acumuló en su haber a partir de 1970. La fórmula escogida para concretar esta operación de borramiento u olvido fue la impugnación de la "teoría de los dos demonios", argumento, por cierto, precario y objetable, tanto en términos morales como históricos, que formulara Alfonsín en la transición democrática para crear un espacio de negociación entre versiones extremas e irreconciliables sobre el pasado inmediato. El problema es que lo que el kirchnerismo ha ofrecido en su lugar no supuso una lectura superadora, ni moral ni históricamente, sino una suerte de involución hacia las tesis ya harto trajinadas en los años 60 y 70 en cuanto a que "la violencia de arriba legitima la violencia de abajo", "los pueblos y, por extensión, sus vanguardias políticas, tienen un derecho natural a la revolución" y "la superioridad moral de la izquierda, que la habilita a forjar «un país mejor» (como si los demás no lo desearan) justifica que ella ejerza cierto grado de coerción y violación de derechos sobre sus oponentes, moralmente inferiores", criterio este último que, según se ha visto, Bonafini aplica tanto a la rendición de cuentas por el uso de fondos públicos como a la discriminación entre buenos y malos periodistas, buenos y malos actos de terror, etcétera.
Esto sirvió para que Mirtha Legrand, Clarín, la Sociedad Rural o los herederos de Ricardo Balbín pudieran ser considerados responsables de lo sucedido a partir de 1976, y disculpar, en cambio, a los montoneros y al ERP; y, lo que ha sido más sutil y aún más útil para el oficialismo, para que los peronistas se vieran en la necesidad de alinearse detrás de este relato, a riesgo de que se les recordara su aval o tolerancia (compartida por muchos) a la represión ilegal, antes y después del golpe, y se los excluyera del campo "nacional y popular", monopolio de la virtud y la legitimidad.
Esta "teoría de un solo demonio" ha sido terriblemente tóxica para la democracia argentina, para nuestra cultura política y, lo que es ahora visible, para la causa de los derechos humanos. No simplemente porque la corrompió con dineros públicos y manejos propios de la peor política partidaria. En esencia, era ya tóxica antes de que el dinero empezara a fluir a manos llenas en las cuentas de Sergio Schoklender; lo fue cuando la divorció de los principios liberal-democráticos, cuando la llevó a mentir alevosamente sobre el pasado y convirtió la legitimidad de los derechos humanos en el arma con que una facción podía acallar a una enorme gama de actores sociales y políticos. Cuando debilitó todo principio de pertenencia y convivencia colectiva para afirmar como "carta de triunfo" los derechos de las víctimas y sus representantes.
Italia tiene una historia en muchos aspectos parecida a la nuestra. Pero las diferencias culturales y políticas actuales en este terreno son más instructivas que las similitudes. Uno puede encontrar en muchas ciudades italianas homenajes a los muertos de la resistencia antifascista. Mientras que el Estado paga religiosamente las pensiones de los veteranos de la Segunda Guerra. No por eso reivindica su participación en ese conflicto. Y lo que es más importante: a nadie se le ocurre por una cosa o la otra confundir la resistencia con las Brigadas Rojas.
© La Nacion
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lunes, 20 de junio de 2011

Es imparable el aumento de inversión en los emergentes. Por Jorge Castro

La tasa de inversión en los países emergentes aumenta siguiendo las tendencias de fondo de la economía mundial y las características de sus sistemas políticos no la frenan ni la frustran; en todo caso, como en la Argentina, lo que hacen es disminuir su intensidad.
El nivel de pobreza, la debilidad institucional, el peso de la corrupción no son lo decisivo; lo crucial son las tendencias de fondo, ante todo demográficas, y derivados : consumo per cápita, ampliación del mercado interno y capacidad exportadora .

HSBC, el segundo banco del mundo, decidió ampliar sus operaciones en la Argentina e invertirá U$S 106 millones en tres años. La decisión se tomó tras “valorar el potencial económico de largo plazo, más allá de lo coyuntural, a partir de las perspectivas de valorización de sus productos exportables”.
¿Cuáles son las tendencias de largo plazo de la economía global? La población mundial (6.900 millones de habitantes) superará los 9.000 millones en 2050 (ONU) y crece 75 / 80 millones por año.
El 98% del aumento tendrá lugar en los países emergentes.
Este giro está acompañado de dos cambios económicos centrales, de largo plazo: los países emergentes crecen 3 veces más rápido que los avanzados (7% / 8% vs. 1,5% / 2% anual) y más de 80% del crecimiento global es obra del mundo emergente.
Dentro de esta tendencia hay un vector cualitativo, decisivo económicamente: el auge de la clase media global (con ingresos entre U$S 5.000 y U$S 30.000 anuales), que podría alcanzar en 2021 a 2.000 millones de personas de los países emergentes (Brookings Institute). Para entonces su capacidad de compra sería U$S 5,6 billones. Hay que agregar que 75% del crecimiento de esta clase media global tiene lugar sólo en dos países: China e India.
China tiene 50% más de usuarios de Internet que la población norteamericana (457 millones) e India, más portadores de telefonía móvil que la población sumada de EE.UU. y Canadá. El mayor diario de lengua inglesa no es The New York Times, sino Times of India , con 200 millones de lectores.
El auge de la clase media global es sinónimo de urbanización y ésta, de incremento del consumo de energía, proteínas y metales. El cálculo del mercado de Londres es que en los próximos 10 años se consumirán más recursos naturales que en los últimos 100.
Una consecuencia central de esta tendencia de fondo es que crece el desequilibrio entre oferta y demanda agroalimentaria , arrastrado por el hecho de que los principales países emergentes (China / India), al carecer de tierras fértiles no utilizadas y experimentar una severa restricción acuífera, aumentarán sus importaciones alimentarias.
Brookings calcula que la capacidad de consumo de la clase media asiática sería 59% del total mundial en 2030 (hoy 23%). Por eso Wal Mart tiene hoy en China 267 hipermercados y planea abrir otros 300 para 2020.
La República Popular se transformaría así en un país de clase media (+ de 50% de la población) en 12 años .
En los últimos 20 años, 200 millones de campesinos chinos pasaron del campo a las ciudades, el mayor proceso de urbanización de la historia . Ahora se estima que 300 millones migrarán a las urbes en las próximas dos décadas. Unos 3 millones de campesinos arriban a los centros urbanos por semana.
Lo real es lo actual y lo posible. Si Argentina recibiera un porcentaje semejante de inversión extranjera directa (IED) al que reciben sus vecinos (Brasil / Uruguay / Chile), obtendría este año más de U$S 35.000 millones, estimación conservadora.
Hay que sumarle que probablemente es el país de América latina de más alta tasa de ahorro, sólo que en el exterior y ajeno a la inversión , como lo indican los U$S 60.000 millones que se han fugado desde 2007.
La falta de capitales ha dejado de ser una restricción en el proceso de acumulación del siglo XXI.
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viernes, 17 de junio de 2011

Carta de María Delicia Rearte de Giachino a Cristina Kirchner

CARTA ABIERTA A LA SRA. COMANDANTE EN JEFE DE LAS FFAA DE LA NACIÓN DRA. CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER
De mi mayor consideración:
Con el debido respeto me dirijo a usted en su condición de Comandante en Jefe de las FFAA de la Nación Argentina, de la cual ejerce usted la Primera Magistratura, solicitándole referencias acerca de dos graves hechos ocurridos en los últimos días en el ámbito castrense y que conmueven a los argentinos en sus más profundos sentimientos de honra a sus Héroes.

Seguramente estará en antecedentes de la actitud del Sr. Ministro de Defensa de la Nación Arturo Puricelli, quien sancionara con grave pena al Sr. Tcel. D.Víctor Manuel Paz, por haber ordenado en su Reg. un acto de homenaje al Sr. CAIM D. Carlos Hugo Robacio VGM fallecido el 30 de Mayo pasado. El CAIM Robacio, Héroe de Malvinas, cuyo desempeño en dicha guerra fue un ejemplo de valor, de profesionalismo, de ejemplo a sus hombres a los cuales supo conducir como un verdadero soldado de Dios y la Patria, y que fuera indignamente menospreciado por el Sr. Ministro al castigar a quien dignamente quiso brindarle un postrer homenaje. El pasado 9 de Junio, en Mar del Plata el Sr. Arquitecto Marcelo Artime, Presidente del Concejo Deliberante, retiró un cuadro con la imagen del Sr. CFIM (PM) D. Pedro Edgardo Giachino” POR PEDIDO DE ORGANIZACIONES DE DDHH”, según expresó, con ligereza, en los programas emitidos por el canal de TV C5N, el día viernes 10 a las 21,30 y 24hs. Resulta no solo doloroso, sino insultante, que se denigre en esa forma la memoria de un HEROE NACIONAL, que con su sangre devolviera a la Patria su integra Soberanía, mancillada desde 1833 por el usurpador ingles. Estos dos hechos, ocurridos, casi sin solución de continuidad, ofenden la dignidad de las FFAA, que usted comanda y destruyen la moral de un pueblo, del cual rige usted los destinos y al que se le están robando los valores que lo hicieron grande, sumiéndolo en la negación de un destino de grandeza, cual se lo prometieran hombres de la talla de ROBACIO y GIACHINO, en su entrega al juramento del deber y a la más auténtica defensa de los DDHH, con la entrega personal, sin límites, al “BIEN COMUN” Sra. Presidente de la Nación Argentina de la cual comanda sus FFAA, los hechos mencionados ameritan una aclaración de su parte, en la certeza de que todos los ciudadanos argentinos gozamos de los mismos DDHH, que ciertos personajes que en la actualidad degradan con su bajeza la memoria histórica de un pueblo sumido, hoy, en la ignorancia y la mentira, enarbolando el odio como remedo de la Justicia y la venganza como tapadera de la corrupción y la incapacidad. Si desde su lugar de tanta responsabilidad no se defienden el pasado, el presente y el futuro de la SOBERANIA NACIONAL, rebajando a quienes pelearon por ella, no esperemos más que el desprecio del enemigo, la burla del mundo y el dolor de los que perdimos los DDHH. Señora, a 48 horas de cumplirse 29 años de” la nueva usurpación de las Islas Malvinas por Gran Bretaña” el 14 de Junio de 1982, esta vez mucho más poderosa y atrevida, que los intereses bastardos de politiqueros y cipayos, advenedisos y obsecuentes, no sigan ultrajando LA GLORIA DE LA HEROICA GESTA.
RESPETUOSAMENTE
MARIA DELICIA REARTE DE GIACHINO Leer más...

jueves, 16 de junio de 2011

La batalla por las madres. Por Claudio Chaves

Si en algún momento Cristina pensó resignar su candidatura a la Presidencia, (cosa que no creo haya ocurrido nunca) hoy con el caso Hebe de Bonafini, el asunto queda, a mi manera de entender, totalmente descartado. Se presentará y con seguridad con vicepresidente peronista. No hay dudas que el tema Madres de Plaza de Mayo, HIJOS, Hebe y Carlotto conforman el núcleo duro de este gobierno. Fue la savia vivificante de un grupo de político, sin pasado en el peronismo, que cedió argumentos, relatos y visiones, al kirchnerismo que las asumió como suyas, empujando también a adoptarles a ese paquidermo descabezado que es el peronismo. Muy pocas voces se alzaron de su seno para denunciar este copamiento ideológico que ha tergiversado aviesamente la historia argentina y la del peronismo de los últimos treinta años.

Esta malversación obliga a un enorme esfuerzo intelectual capaz de recrear una nueva corriente de revisionismo histórico que salga al cruce de la “Historia Oficial” y recupere para la memoria de las nuevas generaciones la verdad sobre los jóvenes idealistas, justos y democráticos que ensombrecieron la vida política argentina del 60’ y el 70’. No solo de ellos sino también de los distintos actores que desplegaron su impronta en aquellos años.
Pero volviendo a Cristina, si el tema Madres es, como creo, el núcleo duro de la esencia del kirchnerismo, hoy el gobierno y sus adeptos atraviesan un profundo estado de crisis. Crisis que los obliga, a no bajar los brazos y a defender, incluso lo indefendible. “Ya habrá tiempo para hacernos cargo de lo que ha significado Schoklender” (Forster. Página 12. 15/6/11)
Privilegiando sus organizaciones y sus amigos por sobre el país que no le sobra el tiempo y necesita saber ya la verdad de esta vergüenza.
Sin Cristina la identidad adquirida a golpes de tergiversaciones se pierde.
LA FUNDACIÓN MADRES
El barco ha sufrido un daño bajo la línea de flotación. El fraude de la Fundación los interpela más fuertemente que la derrota electoral del 2009. Como dice Forster en Página 12 del 15/6/11: “Horadan al gobierno lastimándolo donde más le duele”
De manera que sin Cristina, Madres se hunde y con ellas trastabillarían los dislates cometidos con las FF.AA., las fuerzas de seguridad, la Iglesia y el periodismo. No pueden darse ese lujo. No quedaría nada de ellos más que un mal recuerdo y mucha bronca.
Si este gobierno ha tenido un triunfo en el campo del pensamiento (al menos hasta ahora) ese ha sido el falsear una etapa de nuestro pasado. Tan grave es la situación que, por ejemplo el Consejo Deliberante de Mar del Plata acaba de retirar el cuadro del Capitán Giachino, héroe de Malvinas a pedido de un organismo de derechos humanos. ¿Cuál es la razón?
¿El marino violó, acaso, algún derecho humano? Visto desdel lado inglés, posiblemente, sí. Aunque es relativo, en virtud de los extremados cuidados que el Capitán tomó para lograr la rendición del Gobernador británico de Malvinas. Visto desde el lado argentino es dudoso. ¡Como puede, entonces, un organismo de poder, administración y gestión como es un Consejo Deliberante acceder a semejante solicitud que debilita el sentimiento de nacionalidad?
¡Es que, ultimadamente, los organismos de derechos humanos siempre tienen la razón y los militares la culpa de todo!
¿No hay algún concejal capaz de entender la diferencia existente entre el bien el mal del país?
¡No… se ve que no lo hay! ¿Y porqué?
Por lo que ha dicho Feletti (Vice Ministro de Economía) que el actual gobierno ha ganado la batalla cultural. Ciertamente no se equivoca, uno de sus principales combates ganados ha sido instalar la idea de que los jóvenes revolucionarios del 70’ han sido luchadores por la justicia, la igualdad y el derecho, y en el mismo combo condenar a las FF.AA. en su conjunto por la batalla que ganaron contra la subversión, independientemente de las aberraciones cometidas. Como si los argentinos condenáramos la Guerra de la Independencia por las desviaciones celebradas por la soldadesca, luego de triunfo.
¿Saben los argentinos que luego de cada batalla ganada por cualquiera de los bandos en pugna como por ejemplo en Tucumám, Salta, Suipacha o Sipe–Sipe, para citar solo algunas, los triunfadores recorrían el campo de los muertos llevándose ponchos, botas, chiripá, armas, uniformes y cuanto de uso diario y cotidiano dejaba el enemigo inerte.
Esta observación que hago, que se fundamenta en hechos históricos, de ninguna manera pretende justificar la barbarie guerrera. Lamentablemente la guerra saca lo peor que cada ser humano tiene dentro de sí. Por eso lo que habría que evitar es llegar a ese extremo. ¿Se puede?
Lo del triunfo cultural no lo dice solo Feletti, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia lo afirma también. Ante la pregunta del periodista de La Nación 12/6/11
P: A la Argentina le cuesta mucho trazar políticas públicas
Lorenzetti: Sí. El país necesita políticas de Estado en materia de seguridad, corrupción, medio ambiente, educación y otros asuntos. No las hay. Pero sin embargo, sí lo logró en materia de derechos humanos, donde los tres poderes y los partidos políticos llegaron a una coincidencia básica.
Las coincidencias a las cuales se debe referir el Presidente de la Suprema Corte de Justicia es que en el país solo violaron los derechos humanos las FF.AA puesto que son los únicos juzgados. ¿Y los subversivos? Mejor no meterse.
De manera que este logro no lo van arrojar por la borda, a Hebe hay que defenderla a como venga el asunto. Ella es la cara activa, no de las Madres que reclamaron y reclaman legítimamente saber sobre sus hijos y su destino, muertos en una guerra bestial y despiadada. No. Hebe es la voz reivindicatoria de la violencia guerrillera del 70’, no de la justicia y la humanidad del reclamo de las Madres. Es el eco de la revolución que quedará inconclusa para siempre.
No cabe duda que este asunto va a costar revertirlo y llevar a las nuevas generaciones la verdad de lo ocurrido.
EL PENSAMIENTO DE FORSTER
En el artículo de marras aparece claro lo contradictorio y acomodaticio del pensamiento de este intelectual admirado por el kirchnerismo.
Veamos. Para justificar a Bonaffini asegura:
“Lo de Hebe y Schoklender es una relación desdichada nacidas de vidas dañadas por un mal que asoló al país”
Esta idea la repite en dos oportunidades en el texto citado. ¿Que nos quiere decir el autor. Que pretende explicar? Sencillo.
Justificar a ambos y liberarlos de la responsabilidad individual en el destino y el camino que cada uno de ellos ha elegido. No son responsables de sus actos. ¡Al fin y al cabo! el problema ha sido el “mal que asoló al país”.
El individuo y su responsabilidad personal desaparecen diluidos en el mal de todos. Contradictorio con el otro pensamiento, muy de Forster también, por el cual este gobierno ha instalado la política como herramienta conciente del cambio. La voluntad política de torcer las leyes secretas e inmutables de la vida. Esto es, corregir desde la voluntad la dirección de la historia.
Para justificar la inconducta personal, el ambiente, la sociedad, las clases dominantes son los responsables.
Para justificar al gobierno de Kirchner que va contra la corriente de las leyes secretas de la historia impera la voluntad individual.
Pero quizás lo más infortunado de este artículo sea la idea recurrente de que Hebe es la voz “de los que no aceptaron la política de la reconciliación” “ella acusa a los profetas de la memoria corta, a los adalides de reconciliaciones fundadas en el borramiento de responsabilidades” y eso es lo bueno “lo mejor de nosotros mismos”
¿Cómo si la guerrilla no hubiera tenido responsabilidad en la sangre vertida y luego de borrarse de esta responsabilidad negar e impedir la reconciliación?
Todas las piezas fundamentales de este gobierno han salido a defender a Hebe. Falta la dama. Por eso y mucho más su candidatura es inevitable.
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domingo, 12 de junio de 2011

El país ya no se autoabastece. Por Jorge Lapeña

La Argentina ha perdido en 2010 su condición de país autoabastecido en materia energética. Este había sido un objetivo largamente perseguido por los gobiernos argentinos desde el descubrimiento de petróleo, en 1907. Esa condición se alcanzó finalmente en 1989, y fue posible por la conjunción de factores políticos, institucionales y técnicos: 1) la existencia de una política nacional permanente; 2) el descubrimiento por YPF de las grandes reservas de gas natural en las décadas del 70 y el 80, y 3) el incremento sostenido de la producción nacional de hidrocarburos en un marco de inversión creciente
Las causas son conocidas: la caída productiva crónica y sin precedente de nuestros yacimientos, que está asociada a la disminución de las reservas comprobadas, producto de la falta de inversión de riesgo en exploración de estos años. Nuestro país combina a lo largo de esta década oferta decreciente con demanda creciente: el déficit es una resultante natural.

Un caso interesante para ver cómo la Argentina ha degradado su condición energética es el del gas natural, la columna vertebral del sistema. El país firmó hasta 2004 contratos de exportación de gas natural por 27 millones de m3/día que aproximadamente representan un saldo exportable de un 25% del mercado total. Hoy las exportaciones son apenas el 1% de lo comprometido. En cambio, las importaciones (por gasoducto desde Bolivia y como gas natural licuado desde los puertos de Bahía Blanca y Escobar) hoy ascienden a 26 millones de m3/día con tendencia creciente. Las importaciones incluyen además cantidades crecientes de gasoil y fueloil para la generación eléctrica.
La pérdida del autoabastecimiento viene acompañada de dos efectos indeseables. Lo primero será el cambio de signo no coyuntural de la balanza comercial energética: hasta ahora el sector aportaba dólares, y ahora comenzará a demandarlos en forma creciente. En 2006 el saldo de la balanza comercial era de unos US$ 5600 millones; en 2011 habrá un saldo negativo que superará los US$ 1000 millones; las proyecciones a mediano y largo plazo indican que las importaciones crecerán en magnitud.
En segundo lugar, las importaciones agravarán las cuentas del Tesoro aumentando los subsidios, porque los precios del producto importado son muy superiores al valor con que dicho producto se comercializa en el mercado interno. Si las estaciones de servicio vendieran el GNC al precio de importación, éste debería subir en el surtidor en un 150%; evitar esto implica elevar subsidios. Los subsidios energéticos son crecientes e insostenibles y comprometen junto con los subsidios al transporte un alto porcentaje del PBI. Una cuestión adicional sobre las importaciones de gas natural: dudo que las soluciones que se están implementando con el apuro sean las más convenientes y las más racionales para la planificación energética estratégica. Habrá que poner la lupa sobre este tema; transparentar y sobre todo ver si los precios que pagamos son competitivos y están exentos de sobrecostos.
El autor fue secretario de energía de la Nación
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La crisis por el caso Bonafini y el "sentimiento del mercado". Por Jorge Raventos



El lunes 6 de junio, la Bolsa de Lima fijó su primera impresión ante el triunfo electoral de Ollanta Humala: se derrumbó un 12,5 por ciento, la mayor caída de su historia. Al día siguiente los mercados se recompusieron, después de que el presidente electo anunció que cumplirá los compromisos internacionales de Perú, mantendrá el rumbo económico que le permitió al país convertirse en el de mayor crecimiento de Sudamérica y conseguir la calificación financiera de investment grade y asumió el compromiso de rodearse por economistas de los equipos del ex mandatario Alejandro Toledo.
El jueves 9 fue la Bolsa porteña la que tuvo un comportamiento singular. En una jornada en que no presentaba mayores novedades bursátiles en el mundo, Buenos Aires se transformó –para decirlo con los términos del diario La Nación- “en la plaza más rentable del día, en un año que la tiene ya entre las de peor rendimiento mundial”. El índice Merval Argentina subió 4 puntos y las acciones de empresas de servicios privatizadas llegaron a elevarse dos dígitos.


Los analistas explicaron el fenómeno como una expresión del “sentimiento del mercado”, una reacción de euforia ante el rumor, que había cundido alrededor del mediodía, de que la señora de Kirchner no se presentaría como candidata del oficialismo y que ese papel sería cubierto por Daniel Scioli (acompañado por Alicia Kirchner, se insistía). La versión no es nueva (fue suscitada originalmente por expresiones de la propia Presidente) pero esta vez se basaba en algunos hechos (el gobernador había acompañado casi toda la mañana del jueves a la Presidente y había mantenido con ella una reunión a solas) y también en muchas conjeturas suscitadas por afirmaciones de Hugo Moyano sobre la inflación y por la ominosa evolución del affaire Schocklender-Bonafini. Mariano Obarrio, el periodista de La Nación acreditado en la Casa Rosada, citaba una frase adjudicada a la señora de Kirchner: "¿Ustedes piensan que yo voy a estar cuatro años mas discutiendo con esta irracionalidad?".
El viernes 10, al no confirmarse el rumor de la víspera, la Bolsa regresó a la normalidad. De todos modos, mientras el oficialismo no nomine su fórmula para octubre es muy probable que las versiones reincidan.
Es que cada día parece incorporar un nuevo motivo de inquietud para Olivos. Hugo Moyano descartó por unas horas su proverbial campera de cuero y, de blazer, se presentó ante los estudiantes de la Universidad de Belgrano para decir que la inflación (ese fenómeno que el gobierno insiste en negar refugiándose tras las inverosímiles estadísticas del Indec) no sólo es bien real y notablemente alta, sino que perjudica a trabajadores y empresas. Mientras él acometía contra ese emblema oficial, sus hombres divulgaban que el camionero había rechazado llamados de dos ministros que pedían ayuda. Traducción: el moyanismo pasa facturas por los maltratos que, a su entender, le impone la Casa Rosada, trátase de desdén retórico, obstáculos a su intento de colonización del gremio de Comercio, postergación en las listas electorales o dificultades judiciales.
La señora de Kirchner ve en estos tiempos que, simultáneamente, se le fisuran dos columnas del edificio que había construido su difunto esposo como fundamentos del sistema de poder K: de un lado, la CGT se retoba; de otro, el escudo simbólico que el oficialismo esgrimió desde 2003 para justificar sus actos, su confrontación y sus excesos –el pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, ese que ella colocó sobe el ataúd de Néstor Kirchner- aparece hoy perforado por la sospecha y el descrédito, precisamente en virtud del vínculo entre la Fundación que preside Hebe de Bonafini y el gobierno. “Madres de Plaza de Mayo fue corrompida (…) El gobierno corruptor ha aplicado aquí un mecanismo harto conocido, su verdadero modelo: subsidios, retornos y apoyo político”, radiografió esta semana el prestigioso historiador Luis Alberto Romero.
Dos semanas atrás los diversos círculos del oficialismo rechazaban hablar del tema que saltó a los diarios como un incidente entre los hermanos Shocklender y que velozmente ingresó en la Fundación de las Madres. Pocos días después, aquellos mismos sectores se tropezaban para tomar distancia, primero, del administrador de la Fundación y enseguida, de la propia señora de Bonafini. Cuando se comenzaron a suceder las noticias sobre autos de alta gama, mansiones, aviones ejecutivos, fortunas jugadas en los casinos, cuentas en el exterior, armas, grupos de pesados, violencia contra trabajadores de la construcción, cheques voladores, mesas de dinero, contratos con notables sobreprecios, desde Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, hasta Luis D’Elía se apresuraron a reclamar que se investigue a fondo a la Fundación, se mostraron súbitamente perplejos por la relación entre Bonafini y los Shocklender y coincidieron en que “Hebe no puede haber ignorado” lo que ocurría. ¿Sólo Hebe? El gobierno, que firmaba los subsidios (ya pagó las tres cuartas partes de los 1.200 millones adjudicados en el rubro viviendas a Bonafini-Schocklender), que tenía a una ex ministra de Economía destinada a controlar los números y que cuenta con una Secretaría de Inteligencia con un amplísimo presupuesto, seguramente tampoco ignoraba. Y algo debían imaginar organizaciones que compartían palco y actividades con los que hoy caen en la picota.
Si la segunda reacción del oficialismo (después de haber procurado minimizar completamente el caso) fue centrar las culpas en Sergio Schocklender, es evidente que ahora aparecen muchos dispuestos a que la operación de echar lastre no excluya a la señora de Bonafini. Es un signo de centrifugación. Otro reflejo se observó en el INADI donde los dos miembros de la cúpula terminaron en una disputa (que involucraba cuestiones de recursos y designaciones) que requirió presencia policial.
Agréguese lo que viene ocurriendo en Santa Cruz, el búnker original del oficialismo: el gobernador Peralta desbordado por los conflictos sindicales, el principal operador kirchnerista – el ex chofer de Kirchner, Rudy Igor Ulloa, hoy poderoso dueño de medios- manejando grupos que tomaron el gremio docente, la provincia que ha perdido 200 millones de dólares en regalías petroleras porque las empresas del ramo no pueden operar debido a los conflictos.
En fin, es natural, con ese telón de fondo, que circulen rumores sobre la posibilidad de que la Presidente, que perdió a su marido, el arquitecto y constructor de esta estructura, vacile aún sobre si aspirar o no a la reelección.
Le queda poco tiempo para decidir. De hecho, ya se ingresado en la temporada alta de las elecciones. En menos de un mes se estarán votando las autoridades de la Capital Federal y con ese comicio se inicia un mes de gran movimiento en los grandes distritos (salvo la provincia de Buenos Aires); el 24 de julio se vota en Santa Fé y a principios de agosto en Córdoba. Ese cronograma no augura buenas noticias.
Las encuestas dicen hoy que Mauricio Macri sale primero en la primera vuelta y se impone en la segunda. Su principal rival, Daniel Filmus, iba ocho puntos atrás antes de que emergiera el caso de las Madres y se estima que este asunto lo golpeará. Especialmente si trascienden los vínculos (no sólo políticos, sino como proveedor) de un familiar suyo muy directo con la organización de Bonafini y Schocklender.
En Santa Fé, las encuestas dicen que el oficialismo corre el riesgo de salir tercero: Miguel del Sel, el midachi que corre con los colores del Pro, se encuentra actualmente en un virtual empate (a cuatro décimas) con Agustín Rossi, el crédito de la Casa Rosada. En cuanto a Córdoba, esta semana se confirmó que la fórmula que encabeza José Manuel De la Sota no cuenta con el apoyo del kirchnerista Frente para la Victoria. La Unión por Córdoba – el frente que lideran De la Sota y el gobernador Juan Schiaretti- estaría hoy empatando técnicamente con la fuerza de Luis Juez (en rigor, dos puntos por encima de éste). Cualquiera sea el resultado en esa provincia, no se podrá acreditar a la cuenta de la Casa Rosada.
Así, el gobierno llegará en esas condiciones (sin victorias en tres distritos importantes) a las primarias de agosto. Sólo puede confiar en el justicialismo de la provincia de Buenos Aires para compensar aquellos malos tragos.
Esto debería implicar un trato más considerado al peronismo del distrito: ¿acaso los jóvenes de La Cámpora, esa organización que la Casa Rosada se empeña en privilegiar, aportarán los votos que el oficialismo necesita? A tomar en cuenta: los cuadros justicialistas provinciales despechados tienen en esta oportunidad dos “palenques donde rascarse”. Uno es el peronismo federal de Eduardo Duhalde, que postula a Graciela Camaño para la gobernación, seguramente se mostrará dispuesto a recoger a esos disconformes en sus listas. Y, por supuesto, Francisco De Narváez, aunque éste deberá reservar bastantes espacios a sus aliados radicales (y a algunos vecinalistas).
La señora de Kirchner seguirá tomándose tiempo antes de resolver si es candidata. En sus reflexiones deberá tomar en cuenta muchos de los hechos que aquí se han enumerado. Sin excluir “el sentimiento del mercado”.
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miércoles, 1 de junio de 2011

Brasil puede pagar cara su dependencia de la demanda china. Por Jorge Castro

Brasil es el país del mundo más transformado por el vuelco de la economía global hacia el Asia, y en primer lugar China. Las exportaciones brasileñas a China ascendieron a U$S 30.790 millones en 2010, treinta veces más que diez años antes; y en ese período, las importaciones de China crecieron veinte veces (U$S 25.600 millones en 2010).
En los próximos 5 / 10 años, Brasil comienza la explotación de los yacimientos petrolíferos del Pre-Sal, la segunda o tercera reserva de crudo del mundo, después de Arabia Saudita. En ese período, China comprará más de 40% de la demanda mundial de petróleo y un porcentaje semejante de la producción del Pre-Sal.

El vínculo entre las dos mayores economías emergentes recién comienza.
El salto en los términos de intercambio experimentado en el comercio internacional ha sido el fundamento de la transformación de Brasil en los últimos 10 años. Estos términos, que han tenido una mejora de 40 puntos en la década, otorgaron a Brasil un saldo estructural en su balanza comercial de U$S 100.000 millones, que lo salvó del hundimiento en 2008-2009 , e hizo posible financiar el gasto social que en las condiciones de macroestabilidad logradas a partir de 1994 le permitieron incluir a 30 millones de brasileños en la clase media y asegurar a otros 50 millones su alimentación.
Pero el vínculo con China ha provocado una caída extraordinaria de las exportaciones industriales, en especial manufactureras.
Eran 58% del total en 2000 y cayeron a 38% en 2011. El déficit de la balanza industrial alcanzó a U$S 37.000 millones en 2010; el manufacturero fue mayor, quizás U$S 70.000 millones.
Al mismo tiempo, las exportaciones primarias (mineral de hierro / soja), que eran 22% en 2000, aumentaron a 46% en 2010; y si se les suma celulosa y pasta de papel superaron 60% en ese período. Se han duplicado en 10 años.
Este proceso es coincidente con una extraordinaria apreciación del real, que se valorizó 119% entre 2004 y 2011 . Un porcentaje semejante equivale al saldo de la balanza comercial en ese período. El real se aprecia porque Brasil recibe un flujo de capitales gigantesco. Atrajo en 2010 más de U$S 300.000 millones (Bolsa de San Pablo), entre ellos, U$S 54.000 millones de inversión directa (IED); y entre enero y abril de este año se incrementó 42%.
Según la Confederación Nacional de la Industria (CNI), 45% de las firmas industriales que compiten con productos chinos perdieron participación en el mercado doméstico entre 2006 y 2010; y a 67% de las firmas que exportan le sucedió lo mismo. Los factores que están detrás de la pérdida de mercado son el alto costo de la producción y la escasa productividad / competitividad, acentuados por la apreciación del real.
Los costos de producción están directamente relacionados con el costo del capital, con una tasa de interés de 12% anual, tres veces mayor a la de China; y una presión impositiva que es 37% del PBI, dos veces y media la de la República Popular.
Lo que frena las exportaciones industriales no es la apreciación del real, o la competencia china, sino el “costo Brasil”: modernización insuficiente de la infraestructura y el sistema público, escasa productividad y altos costos de producción.
El papel de Brasil en el comercio internacional es esencialmente pasivo; su superávit depende del precio de los commodities en el mercado mundial (demanda china) y no del propio Brasil.
La “reprimarización” significa un retroceso histórico ; implicaría retroceder en el proceso de acumulación lanzado por Getulio Vargas (Volta Redonda), consolidado por Juscelino Kubischek y el régimen militar, sobre todo en las presidencias de Emilio Médici y Ernesto Geisel.
El problema de Brasil no es China, ni la apreciación del real, sino la falta de una visión estratégica de largo plazo , que fije prioridades y objetivos a un proceso sistemático de reformas internas, económicas, sociales e institucionales.
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¿La sangre derramada, ahora, es negocio (ada)? Por Claudio Chaves

Con el escándalo ocurrido con Schoklender, en la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, pareciera que la sangre vertida por miles de argentinos en la etapa más negra de nuestra historia podría formar parte de un formidable negocio en el que los más rápidos e intrépidos, para ser benevolente, podrían acceder al lujo de una Ferrari o de algún pequeño avión.

Ya desde hace un tiempo se habla del sobreprecio en las construcciones realizadas por la Fundación, pero nada se ha avanzado sobre el asunto. El tema es tan álgido que nadie se anima a meter las narices, no sea que termine acusado de procesista o genocida. Es hora de ir poniendo las cosas en su lugar.
El vice Ministro de Economía, Felletti ha dicho que la batalla cultural está ganada, en consecuencia, el camino está expedito para implementar políticas de neto corte populista.
¿Es correcta esta apreciación? ¿El progresismo ha ganado la batalla cultural?
A mi manera de entender son victoriosos de algunas, más no de la guerra. Pero donde sí creo que llevan una enorme ventaja es en la idea que han instalado en la sociedad, y una importante mayoría de incautos cree a pie juntillas: la de que los militantes de las organizaciones armadas de los 70´ eran portadores de ideales reivindicatorios dignos de ser ostentados sin mostrar el más mínimo arrepentimiento. Y en esto último los que hablan y los que “piensan” tienen una alta cuota de responsabilidad. No han sabido o no han querido desarmar en términos político-culturales la idea mesiánica y vanguardista de estos jóvenes que se ponían por delante del pueblo y las organizaciones sociales de masas que lo expresaban. Una política elitista en el cual la voluntad, como fuerza exterior a la historia, actúa sobre ella, llevándola en la dirección de una ideología armada para la ocasión. Un iluminismo similar al que practicaban los viejos unitarios porteños de comienzos del siglo XIX cuando soñaban un país construido a empujones, fusilamientos y crímenes para hacerle comprender a las mayorías que era lo mejor para ellas.
Las organizaciones guerrilleras se han escudado con el argumento de que su lucha primigenia era contra gobiernos fraudulentos producto de la proscripción y los golpes militares. Mal, porque los argentinos demostramos que podíamos echar abajo una dictadura sin necesidad de ellos, las puebladas de Rosario, Corrientes, Chaco y Córdoba así lo demostraron.
Volviendo al presente no hay lugar que no se toque donde no salte el pus de la corrupción y la degradación moral y política en la que hemos caído los argentinos.
Se avecinan años donde la batalla de las ideas va a constituir la pulpa de la vida política
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lunes, 30 de mayo de 2011

El kirchnerista que faltaba: Carlos Menem. Por Daniel V. González

Finalmente, Carlos Menem confesó algo que ya sospechábamos: en octubre votará por Cristina Kirchner.
Al momento de concurrir a votar en las elecciones de La Rioja, y al ser consultado por los periodistas, el ex presidente puso especial empeño en que los medios de todo el país registraran lo que él estaba deseoso de comunicarles: que en octubre su voto será para Cristina a quien, además, colmó de halagos respecto de su aptitud para gobernar.

De este modo, el jefe político de las profundas transformaciones de la última década del siglo pasado, abdica de su lugar en la política y en la historia y se entrega a la evidencia que propone las encuestadoras: que Cristina Kirchner será la triunfadora en octubre. “No hay con qué darle”, había dicho el riojano hace algunos días, en referencia a las posibilidades electorales de la actual presidenta.
¿Menem percibe acaso que este gobierno significa la profundización de los cambios introducidos por él en los noventa? Ciertamente sería un ejercicio de complicada alquimia política encontrar puntos de continuidad entre uno y otro período de gobierno.
¿Piensa Menem que, después de todo, sus políticas fueron equivocadas y éstas, las de Néstor y Cristina Kirchner, son “más peronistas” y, por lo tanto deben ser apoyadas?
Menem no ha dado ninguna explicación de su cambio de humor político. Pero su adhesión casi silenciosa y mendicante al kirchnerismo en cierto modo significa una abdicación de su ciclo de gobierno, la renuncia a las ideas y argumentos políticos que presidieron esas transformaciones, tan denostadas por quienes ahora ejercen el poder y ante quienes ahora, silenciosamente, Menem se rinde.
Por más que uno se esfuerce, es muy difícil encontrar puntos de contacto entre uno y otro gobierno, al menos en los asuntos más sustanciales.
En Derechos Humanos, tema central para este gobierno, Menem prefirió intentar cicatrizar las heridas que habían dejado los años de plomo, indultando a unos y otros.
Iglesia y Fuerzas Armadas fueron tratados con respeto y con el reconocimiento que merecen esas dos instituciones.
En esos años existió una irrestricta libertad de prensa, a punto tal que los canales de aire, hasta entonces estatales, fueron privatizados.
Los cambios más importantes y perdurables correspondieron al área de la política económica, donde se libró una batalla a muerte contra la inflación, eliminando así uno de los principales flagelos que atenta contra el bolsillo de los más pobres. Se recuperó el presupuesto como instrumento de planificación económica y el estado recuperó el poder que había perdido en medio del caos económico creado por la hiperinflación. Las privatizaciones pusieron racionalidad en el uso de los recursos públicos y permitieron sostener la estabilidad, pieza clave para la recuperación económica en tiempos en que la bendición china aún no había llegado.
En cierto modo, podría decirse que este gobierno, en aspectos sustanciales, está en las antípodas del de Carlos Menem. Claro que cuenta con una ventaja: parece invencible y poderoso, imposible de derrotar. Como dice Menem, existe la sensación de que “no hay con qué darle”. Tiene los recursos, la razón y la pasión. Llega al corazón y al bolsillo de los argentinos.
Claro que ésta es una percepción que no compartimos con Menem.
Néstor y Cristina Kirchner, han gobernado en un período en que el país ha contado, por razones que no tienen que ver con sus actos, con recursos extraordinarios, que se están despilfarrando. Pero además, ha mercantilizado los Derechos Humanos y los ha reducido a la reivindicación de los grupos armados de izquierda que asolaron el país en los setenta. Ha salpicado la economía de trabas y subsidios que anuncian severos inconvenientes económicos en un futuro no lejano y agrede en forma sistemática a los empresarios nacionales y extranjeros, del campo y de la industria.
Nos negamos a pensar que la casi postrera adhesión de Menem al kirchnerismo provenga de algún mezquino cálculo personal o de un pacto que suponga para el ex presidente un trato preferencial por parte de la justicia en las causas judiciales que protagoniza.
De todos modos, si así fuera, se trataría de un final de carrera ignominioso y deplorable. Y además, muy triste: lejos de recibirlo con los brazos abiertos, sus nuevos compañeros de ruta lo desprecian y maldicen.
Pero es ése y no otro el lugar que Menem ha elegido para finalizar su carrera política.
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miércoles, 25 de mayo de 2011

La hipótesis de una candidatura testimonial a la presidencia. Por Jorge Raventos

El jueves 19, en La Plata, el pejota (palabreja a la que el kirchnerismo redujo el clásico Partido Justicialista) intentó su módico operativo clamor, destinado a demandar a la señora de Kirchner que se decida a ser candidata presidencial. Esa plana mayor del partido del gobierno “resolvió sus rencillas –según un periódico oficialista-
en una reunión breve y calma”. El trámite sólo les tomó a los 74 miembros presentes una hora y media, lapso durante el cual -aclaró el mismo medio-, “no hubo tensiones con los representantes del movimiento obrero organizado”. Sucede que, en rigor “la confección de listas y fórmulas no fue parte del debate”, y la reunión sólo se edicó a formalizar el apoyo (naturalmente unánime) a la candidatura de la presidente.

Hugo Moyano había llegado al mitin después de congregar a sus mosqueteros en la CGT; allí decidieron reservarse por el momento los ásperos términos que emplean diariamente para quejarse de la “ingratitud” presidencial, postergar una ofensiva conjunta y avanzar desde la puja salarial gremio por gremio. La CGT no ha arriado su reclamo de participación protagónica en las listas de candidatos, pero tiene tiempo para concretarlo: recién el 25 de junio vence el plazo para la presentación de la lista de precandidatos, y restarán entonces dos días más para oficializar esa nómina. Es probable que las rencillas eludidas el jueves en La Plata aparezcan en el tránsito de cinco semanas hasta arribar a aquella fecha. Por ahora nadie quiere ser culpado de presionar o “extorsionar” a la Presidente.
Después del discurso de José C. Paz, donde la señora de Kirchner, emocionalmente desbordada, puso de manifiesto que “ya dio todo” como Presidente y dejó en claro que intentar un nuevo período supone para ella un alto costo físico y personal (esto es, psicológico y hasta familiar), un temblor recorrió las diferentes tribus del oficialismo: ¿estaban acaso ante el riesgo de quedarse sin la “candidata inevitable”?
Los mejor informados ya estaban preocupados desde antes de aquellos párrafos sintomáticos: sabían que la señora debe hacer esfuerzos notables para superar algunos momentos de stress o angustia que pueden disparar problemas de presión y hasta paralizarla al punto de suspender actividades importantes. Como la invitación del presidente Fernando Lugo a la celebración del bicentenario paraguayo. La salud y el ánimo de la Presidente fueron incorporados a los análisis de las distintas corrientes internas.
El pejota no constituye hoy, en verdad, un partido en el sentido clásico. Es básicamente un club de funcionarios estatales (o de clientes del Estado); sus órganos de dirección debaten poquísimo y nada y en general se congregan para consagrar treguas o para suscribir pronunciamientos unánimes, negociados previamente en otros ámbitos. La presidente no encuentra en esos órganos una red de contención por la sencilla razón de que esas instancias no constituyen cuerpos verdaderamente orgánicos y también porque el estilo establecido por Néstor Kirchner (que su viuda no modificó) impuso una comunicación “radial” –nunca conjunta y estructurada- tanto con la dirección partidaria como con el gabinete de ministros. En esas condiciones, la hipótesis (la amenaza o, si se quiere, el riesgo) de que la señora de Kirchner decida (o se sienta forzada a) dejar de lado la candidatura es algo de lo que todos hablan, pero en voz baja y cada sector por su lado. Públicamente la hipótesis se asordina. Y la Presidente, ya sin la presencia de Néstor Kirchner, no cuenta hoy con ámbito político alguno donde sopesar políticamente los costos y los beneficios de la decisión más sensible que debe asumir.
Una conjetura que ha ido ganando sigilosamente espacio en los distintos círculos jerárquicos del oficialismo reside en considerar la candidatura de la señora como una candidatura testimonial sui generis.
Así, se especula que la Presidente, aún si considera difícil de sobrellevar un nuevo mandato y aun si “no muere por ser candidata”, podría llegar a admitir la necesidad de postularse para evitarle a su fuerza una crisis y una derrota (en tal caso ineludible, ya que sólo ella preserva la unidad entre los sectores enfrentados).
Cumplida esa tarea, en caso de triunfar en el comicio la señora –si confirma sus temores y la exigencia se le torna desmedida- podría elegir el momento para tomar una licencia o, eventualmente, dejar la función y replegarse a un rol de conducción partidaria y albacea de la herencia kirchnerista.
Aunque la hipótesis pueda sonar alambicada o rocambolesca, es desde esa perspectiva que se observa ahora con mucha ansiedad y detalle el perfil más adecuado para el acompañante de la señora Kirchner (si ella acepta la postulación) en el binomio oficialista. Si el papel de la dama puede terminar siendo puramente testimonial, el número dos de la fórmula se vuelve decisivo. Esta constatación convierte ese puesto en un codiciado botín. No en vano Hugo Moyano fue el primero en insistir en que sea el movimiento sindical el que llene ese asiento.
La digitación de la fórmula porteña estuvo en parte teñida por el dilema de la candidatura vicepresidencial. Se ha señalado que, pese a los lazos ideológicos que pueden vincularlo con la línea que representa el senador Daniel Filmus, cierto sedicente entorno progresista de la Presidente prefería que el candidato a la Jefatura de Gobierno porteña fuese Amado Boudou porque, conociendo que hay simpatía de la señora por el ministro de Economía de origen ucedeísta, preferían empujarlo a una pelea que probablemente perdiera en la Capital para evitar así que su figura quedara vacante para ocupar el segundo lugar de la boleta presidencial. Si esas eran las intenciones, la señora las eludió amparada por la objetividad matemática: Filmus está mejor ubicado que Boudou en las encuestas porteñas. El ministro de Economía perdió la dudosa posibilidad de acceder a la Jefatura de la ciudad de Buenos Aires pero quizás obtenga un premio más apetecible.
Las fuerzas de la oposición, entretanto, tejen y destejen sus posibles acuerdos. Este domingo se atraviesa una de las fronteras que han puesto límite a las negociaciones: las internas abiertas de la provincia de Santa Fé determinarán con qué cartas podrá jugar Hermes Binner, el gobernador socialista de aquella provincia, en sus conversaciones con Ricardo Alfonsín. El candidato radical quisiera tener a Binner en el Frente Progresista con el que aspira a dar la batalla electoral, de ser posible, como candidato a vice; sin embargo, en el socialismo hay corrientes que resisten a la UCR o, mejor dicho, a la decisión con que Alfonsín quiere ir más allá del principismo abstracto para pelear por el poder con el gobierno.
Después de que los santafesinos se cuenten las costillas en el comicio de hoy, las cosas van a aclararse un poco más en el costado de las fuerzas alternativas. Y se empezará a ver mejor si la oposición juega en serio o es, también ella, solamente testimonial.
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martes, 17 de mayo de 2011

La izquierda neurótica y el gobierno. Por Abel Posse

Las izquierdas argentinas se atomizan por compromisos electorales, por dependencia interesada y venal del poder de turno y, sobre todo, por carencia de autocrítica y de un balance adecuado del fin mundial de las izquierdas no capitalistas. Carecen de respuestas estratégicas y repiten una agresividad sin destino, sin comprender que China garantizó los bonos de Estados Unidos y que de alguna manera ejercita un callado Plan Marshall con los países europeos y africanos en crisis. Invierte en los emergentes y en el grupo Brics, ese motor nuevo de a economía mundial (que ahora agrega la S de Sudáfrica que ocupa el lugar ese que la Argentina no supo aprovechar).

Para alegría de la izquierda barrial antimperialista, la Argentina está en mala posición en el grupo de los veinte. La tontería del Gobierno y de las izquierdas es no comprender que la Argentina forma parte de los países ricos del inmediato futuro. Es el emergente que se prefiere entre paréntesis y sin recibir las enormes inversiones que se le destinaría. Estaría a la cabeza de los exportadores agroalimentarios, tiene agua, la mejor tecnología agraria y agroindustrial, y el cheque en blanco de los mercados orientales y, sin embargo, se sienta ante el grupo de los veinte, con críticas o reservas de chico díscolo. Con prejuicios y puritanismo pequeñoburgués, como se decía.
En realidad, la izquierda desde el Partido Obrero hasta Pino Solanas, la Cámpora o el trotzkismo callejero de Quebracho, pasó de la política al folclorismo nostálgico de la boina derrotada del gran Guevara y del rencor al capitalismo, sin advertir que los dos imperios marxistas-leninistas no fueron derrotados en alguna atroz guerra mundial, sino que implosionaron con sus partidos marxistas-leninistas en el poder, precisamente por haber fracasado en el centro de todo el edificio materialista-dialéctico, cuyo ladrillo fundamental era la economía como sostén de todas las superestructuras.
Las izquierdas ya no pueden hacer la revolución, sino jugar a la revolución. El progresismo es la sustitución de la revolución por modificaciones cosméticas que no cambian el extremo rigor de la estructura capitalista mundial, en actual superación de la crisis financiera mundial de 2008 y con voluntad de extender la anonadadora globalización.
Se dice que muchos sectores que presionan las decisiones de nuestra Presidenta descubrieron a Carl Schmitt, pero lo leyeron mal. Se quedaron con la famosa confrontación de amigo-enemigo, pero olvidaron un aparte fundamental, que es su realismo ante la etapa de tremendo desarrollo industrial-tecnológico y la necesidad de no negar el ingreso de los países al juego del poder real del mundo. Escribió: “No hay que cegarse ante las necesidades objetivas del desarrollo económico, pero tampoco debemos cegarnos ante ellas como los mexicanos que creyeron en los ‘dioses’ blancos que vinieron del mar”. Aceptar el signo del enriquecimiento y el equilibrio de los grandes espacios. “Entonces se verá qué naciones y pueblos perdieron su faz, su idiosincrasia por haber sacrificado su individualidad nacional, su cultura, al ídolo de una tierra tecnificada.” Schmitt, con Ernst y Fiedrich Jünger, con el economista social Niekisch, comprendió ya en 1920 que sólo con riqueza y aprovechamiento táctico de las posibilidades de la realidad económica de cada tiempo se podrá acumular capital para construir desde el enriquecimiento la preservación cultural y la justicia social. Arrancar desde la noción de justicia, frenando el enriquecimiento nacional, era para Schmitt un gravísimo error, cuyo ejemplo sería Cuba: miseria con dignidad.
Los jóvenes de la Cámpora, el Gobierno y esa izquierda que parece despreciar el capitalismo internacional deberían comprender que están en un error puritano sin aprovechar entregadamente el camino de China o Brasil, que ingresando en el juego económico mundial lograron absorber marginalidad y miseria (hambre cero, escolaridad, el reciclado social del campesinado chino).Sólo desde el poder económico podremos desalienarnos de la subcultura mundializada. El capitalismo es una etapa y el mercantilismo actual, su crisis posiblemente terminal. Una nueva socialidad debe ser pensada en relación con la particularidad nacional.
La Argentina tiene la oportunidad de no anularse, de no quedarse al margen con el garrote en mano de Quebracho, ni con el socialismo nacional, rosado y sentimental.Parafraseando a los sabios jesuitas: “Hoy hay que entrar por la de ellos para salir con la nuestra”.
*Escritor y diplomático.
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domingo, 15 de mayo de 2011

¿Quién se queda con la renta petrolera? Por Daniel Montamat

Si las cámaras pudieran filmar el subsuelo petrolero argentino la sociedad advertiría que su realidad es mucho más complicada que la de la superficie. Hemos estado consumiendo las reservas de petróleo y gas, sobreexplotando lo que estaba en producción y reduciendo al mínimo la inversión exploratoria para descubrir y desarrollar nuevas reservas. Entre 2003 y 2010 las reservas comprobadas de petróleo cayeron 11% con producción anual declinante, y las de gas natural 43%, con producción declinante desde 2005. En la década de los 80 se perforó un promedio de 102 pozos exploratorios, en la de los 90, 98 pozos. En la década pasada el promedio cayó a 48 pozos, pero en el 2010 la actividad se redujo a sólo 24 pozos exploratorios.


La exploración es la actividad más riesgosa de la industria petrolera y su constante declinación condena a la Argentina a depender de crecientes importaciones de hidrocarburos con fuerte impacto en las cuentas externas y en las cuentas públicas. No habrá más exploración si no hay un replanteo fundamental de la política petrolera.
Se subraya con razón que la Argentina no ha desarrollado todo su potencial petrolero y gasífero. La producción declina no porque no haya más petróleo y gas para descubrir y desarrollar, si no porque el sector ha sido sometido a reglas e intervenciones discrecionales.
En el negocio petrolero se analiza y discute la apropiación y distribución de la renta (diferencia entre precios y costos), más que la propiedad. Aún con una empresa estatal, los fundamentos que presiden el negocio petrolero dependen del reparto de la renta. Petrobras no podría haber asumido el riesgo de la exploración en alta mar cuyo éxito convirtió a Brasil en potencia petrolera, con las reglas que rigen la apropiación y el reparto de la renta en el país. ENARSA fracasó en conseguir socios para explorar las perspectivas que ofrece el Mar Argentino (sobretodo en el talud continental) no sólo por su ineptitud: el alto riesgo de la exploración off-shore no tiene correlato con el reparto de la renta a que está sometido el barril a descubrirse.
Con la política petrolera actual y el nivel de actividad exploratoria resultante nunca sabremos tampoco qué parte de los recursos potenciales de gas no convencional al que aluden algunos estudios pueden convertirse en reservas probadas.
La renta petrolera argentina promedio del trienio 2002-2004 fue de US$ 6.178 millones por año (gas y petróleo). Subió a 12.798 millones en promedio por año en el trienio 2005-2007, y a 18.678 millones en promedio por año en el trienio 2008-2010. La intuición lleva a presumir que el aumento de la renta debió traducirse en mayor nivel exploratorio. Y sucedió lo contrario. Si se analiza cómo se distribuyó esa renta se despeja la paradoja.
La renta promedio año creció al compás de la suba de los precios del petróleo y su incidencia en los precios del gas natural. El precio promedio del barril en el trienio 2002-2004 fue de US$ 32,9; subió a 64,8 entre 2005-2007 y promedió 80,4 entre 2008 y 2010.
Pero la Argentina está divorciada de esas referencias internacionales de precios por retenciones, congelamientos y controles. Esto determina que la mayor parte de esa renta no fue a parar al bolsillo de las empresas que exploran y explotan el petróleo y el gas; fue a los bolsillos de los consumidores de productos petroleros y sobretodo de gas natural, favorecidos con bajos precios (subsidio económico).
En el trienio 2002-2004 un 30% de la renta fue a las empresas, un 35% al gobierno (Nación y Provincias productoras) y un 34% a los consumidores. En el segundo trienio los consumidores recibieron el 50%, el Gobierno el 31% y las empresas el 19%. De la renta del período 2008-2010 un 71% fue a los consumidores, un 25% al Gobierno (regalías, retenciones, impuestos) y un 4% a las empresas.
Sí, en la medida que los precios del petróleo fueron aumentando en el mundo, la transferencia de renta petrolera a los consumidores fue creciendo. Alguien podrá alegar que se logró el objetivo de apropiación de renta para el Estado y los consumidores, reduciéndose a un mínimo la renta que va a las empresas. También puede sostenerse que aún con esos niveles de renta las empresas petroleras que operan en la Argentina siguen dando utilidades.
Pero lo que no puede dejar de reconocerse es que esta política alienta la sobreexplotación de los yacimientos que están en producción con productividad declinante y desalienta los esfuerzos para descubrir nuevos recursos. El “pan para hoy y hambre para mañana” del populismo energético.
El desaliento exploratorio derivado de las reglas que rigen la apropiación y el reparto de la renta (reglas que además han ido cambiando y retroalimentando incertidumbre) frustró la exploración del mar argentino, hizo fracasar la convocatoria a explorar lanzada por esta administración años atrás, y ha tenido secuelas adicionales en los esfuerzos provinciales de interesar nuevos exploradores.
Un 50% de las áreas exploratorias licitadas por las provincias fue a parar a manos de empresas amigas del poder con más vocación de intermediar para vender sus derechos a terceros que cumplir con sus compromisos de inversión.
El subsuelo petrolero en el on-shore provincial tiene muchos nuevos ocupantes que carecen de antecedentes técnicos y aptitud para asumir riesgos en la actividad.
Una nueva política petrolera debe tener como eje una nueva política exploratoria. La nueva política exploratoria debe plantear otra distribución de la renta tomando en cuenta los antecedentes comparados que existen en la propia región (Brasil, Perú, Colombia).
Cuanto mayor es el riesgo exploratorio mayor debe ser la participación en la renta ofrecida al inversor. En las cuencas no productivas y en el Mar Argentino hay que otorgar condiciones más ventajosas. Con reglas transparentes y sin estar sujetas a la discreción de la administración de turno.
Hay mecanismos para dar previsibilidad y certidumbre a la apropiación y reparto de la renta durante toda la vida de la exploración y la explotación. Por ejemplo, utilizando como referencia de adjudicación un canon básico con una fórmula que aumente o baje ese canon en función de cómo evoluciona el valor de las reservas recuperables del yacimiento descubierto y puesto en producción. La nueva exploración será un punto de inflexión a la decadencia petrolera y permitirá apuntalar una estrategia de desarrollo económico y social.
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Las dudas sobre el plan oficial. Por Rodolfo Terragno

Si el gobierno fuera reelecto, se produciría -según algunos de sus más calificados voceros- la acentuación del populismo. El viceministro de Economía, Roberto Feletti, lo ha dicho sin ambages: “El populismo, al que muchos critican, debería radicalizarse” (Debate, 6.5.2011).
A su juicio, hasta ahora sólo hubo un populismo tenue porque el Estado “no podía apropiarse de factores de renta importantes”. En caso de reelección, “el proceso no tendrá límites” .
Ernesto Laclau coincide en la necesidad de “profundizar” el populismo , que hasta ahora habría sido sólo “un populismo a medias” (Clarín, 29.10.10). El gobierno -al cual apoya- habría querido ir más allá, pero una trama de intereses frenaba la marcha .


El calificativo “populista” suele ser peyorativo; pero el gobierno lo asume sin complejos . Laclau ofrece fundamentos para el populismo: si las instituciones no satisfacen las demandas sociales, se requiere “un mecanismo no institucional”, construído “desde fuera del Estado”, que represente a la sociedad insatisfecha . “Se puede tener populismo de derecha o de izquierda, pero siempre hay una interrupción del sistema institucional del poder”, concluye.
Feletti es el encargado de aplicar esa doctrina al planeamiento económico . Sus objetivos (que, cabe suponer, son los del gobierno todo) se sintetizan en los puntos siguientes; pero se los puede ver desarrollados por el propio funcionario en el sitio www.robertofeletti.com.ar : 1.
Cambio de las relaciones de fuerza entre el Estado y el poder económico . El gobierno juzga que, tradicionalmente, las corporaciones han influido de forma impropia sobre el sistema político. La idea es reducir la influencia.
2.
Revisión de la matriz de negocios . Esto implica que el Estado analice y compare empresas, según los indicadores que juzgue relevantes (por ejemplo, rentabilidad) para luego establecer rangos. Es el paso previo a tomar decisiones de política económica aplicables a uno o más sectores.
3.
Restricciones al libre mercado . Se anticipa que las decisiones no pueden seguir tomándose “de manera “libremercadista”.
4.
“Mayor control sobre la renta indebida” . Lo indebido sería “apropiarse de excedentes rápidos”. Es lo que harían los sectores financiero y exportador. En forma explícita, el viceministro anuncia una nueva “regulación de la renta exportadora del sector agropecuario”.
5.
Lucha contra los monopolios . Se enfatiza que las corporaciones “no pueden hacer lo que quieran y quedarse con el ingreso de los argentinos”. En los últimos años “se logró una autonomía nacional que ahora necesita profundizarse”.
6.
Las estadísticas del actual INDEC como guía . El gobierno estima que, antes, el INDEC operaba a favor de la “patria financiera”. “Eso se acabó”.
7.
Promoción del consumo, aunque esto produzca cierto grado de inflación . Feletti dice: “El gobierno admite que hay subas de precios, pero de ninguna manera aplicará un programa de ajuste. Creemos que es mejor que haya consumo, aunque se produzcan [nuevas] subas”.
8.
Ampliación de la oferta . La interpretación es que la inflación, en el caso de los alimentos, obedece a una “insuficiencia de oferta”.
9.
“Aumento del gasto público” . “Al aumentar la demanda interna, la expansión del gasto público es autofinanciable”. Se mantendrían los subsidios. Los que abaratan el transporte, se subraya, “son de enorme trascendencia para los trabajadores que se movilizan del Gran Buenos Aires”. Además, se cree que “los subsidios no presentan un obstáculo a la inversión pública”.
10.
Utilización de reservas para no recurrir a préstamos internacionales . Las divisas acumuladas sobrepasan el monto necesario “para defender el peso de cualquier ataque especulativo”. En principio, el “excedente” seguiría usándose para pagar deuda, pero también “podría utilizarse para fondear proyectos de infraestructura a largo plazo”.
El programa es claro pero deja muchas dudas , que sus impulsores harían bien en despejar: ¿Hasta dónde llegaría la radicalización del populismo? ¿Harían falta, para eso, “mecanismos no institucionales”? ¿Cómo revisaría el Estado las matrices de negocios? ¿Hay una definición de “renta indebida” que impida la arbitrariedad? ¿Se puede desconocer la ley de la oferta y la demanda? ¿De qué modo se lucharía contra los monopolios, que sin duda merecen ser combatidos? ¿Hay una razón para no constituir el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, previsto por la Ley Antimonopolios, cuya misión es evitar que se disminuya, restrinja o se distorsione la competencia? ¿ No correspondería a la justicia decidir si una o más empresas abusan de una posición dominante en perjuicio de la economía nacional? Siendo que -como bien señala el viceministro- la competitividad no depende sólo de “un tipo de cambio alto”, y es inadmisible lograrla mediante “salarios bajos”, ¿Cuáles serían los modos de aumentar la productividad , condición sine qua non para tener una economía más competitiva? ¿Es posible aumentar la oferta sin mayor inversión? ¿O el Estado produciría los bienes y proveería los servicios necesarios para superar la “insuficiencia de oferta”? ¿Se podría revisar las matrices de negocios y regular la renta sin afectar la inversión privada ? ¿Podría el sector público, por sí solo, encargarse de la inversión adicional que se necesita para tener crecimiento sostenido? ¿Cuál sería el límite al gasto público? Y, finalmente: ¿Los subsidios benefician sólo a los sectores más necesitados? ¿Qué pasaría si los no indispensables y, en general, el gasto público acabaran con el superávit fiscal ? ¿La inflación no sería contraproducente, a los fines de elevar la condición de los asalariados? ¿Es injusto decir que esta política tiene lagunas y contradicciones que, de no resolverse, podrían llevarla al fracaso?
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