martes, 2 de diciembre de 2008

Brevísimo artículo sobre una energúmena. Por Claudio Chaves

Página 12 en su edición del domingo 30 de noviembre del corriente año le realizó una nota a la Doctora Argibay, miembro de la Suprema Corte de Justicia. La conversación fue virando, como corresponde a todo progresista de rompe y raja, hacia temas como la discriminación femenina. Como ejemplo la Ministra observaba la escasez de baños femeninos (comparados con los de hombres) en los edificios de los tribunales. Poco a poco fueron apareciendo temas más controvertidos.

Periodista: ¿La lógica del sistema penal que expulsa y afecta a las mujeres, como en el ejemplo de los edificios de los tribunales, es la misma que encierra a los niños que delinquen?
Hasta el poder político pide meter presos a los menores desde que Scioli llamó a bajar la edad de imputabilidad a 12 o 14 años.
Argibay: Es una de las cosas que a mi me tienen loca. Todo el mundo ya sabe lo que yo pienso sobre el aborto, así que cuando aparecen con estos planteos yo digo: ¿para qué quieren que nazcan? ¿para qué? Para maltratarlos, para meterlos presos, para abusarlos, para explotarlos, para dejarlos en la calle. ¡Pare eso quieren que nazcan! (suspira) Sin palabras.
Ni Herodes se hubiera atrevido a tanto.
Plantear como salida o alternativa a la pobreza sufriente el genocidio en el vientre y hacerlo desafiante, como doctrina revolucionaria y humanista frente a policías bravas, gatillo fácil o insensibilidad política es haber perdido el rumbo. El progresismo se ha disparado al infinito o mejor dicho a las tierras yermas del spencerismo biológico y el nazismo. Es un crimen de lesa humanidad alcanzar la justicia social en las Trompas de Falopio.
En el siglo XIX Herbert Spencer escribía:
“Bajo el orden natural de las cosas la sociedad segrega continuamente sus miembros malsanos, imbéciles, retardados, vacilantes, fementidos, estas personas irreflexivas, aunque de buenas intenciones, abogan por la interferencia que no solo detiene el proceso de purificación sino que hasta aumenta el vicio, favorece por entero la multiplicación de los incompetentes y desalienta la multiplicación de los competentes y previsores”
Al menos por aquellos años se planteaba la no intervención del estado en la vida social para dejar actuar al orden natural y que los débiles desaparecieran. El progresismo del siglo XXI ha dado un paso más: la utilización del Estado para que sólo vivan los que no van a ser golpeados, ofendidos y maltratados.
Finalmente le acerco al lector las sesudas y tiernas palabras del fuhrer:
“El concepto de la lucha es tan antiguo como la vida misma, porque la vida se conserva sólo porque otros seres vivos perecen en la lucha”
Doctora Argibay con el aborto ni siquiera le da la opción de la lucha para vivir. Los aniquila indefensos.¡Usted es peor que Hitler!
Justificar el aborto con argumentos de doctrina ideológica es el más vil de los daños que se le pueda infligir a una sociedad.


1 comentario:

Isidoro dijo...

Se sabe que el pensamiento de la Dra. Argibay es el pensamiento que en la intimidad sostiene el matrimonio gobernante.-
Se buscan justificaciones sociales y economicas para cometer el asesinato del más débil de los seres humanos.-
Hay casos donde se argumenta de esta forma:
Tengo cuatro hijos de 7, 5, 4 y 1 año y medio.- Estoy embarazada nuevamente con los magros ingresos que tengo seguramente si tengo un nuevo hijo no podré alimentarlo y vestirlo como corresponde. Soy una
"MADRE RESPONSABLE" (como dice la Dra. Argibay)y no puedo traer niños al mundo si mi economia no me lo permite.-
Esta madre (madre?)debe saber(la Dra. Argibay con mayor razón)que no tiene cuatro hijos, sino CINCO HIJOS incluyendo como corresponde al que lleva en su vientre.-
Ahora bien siguiendo la linea de pensamiento de esta despreciable madre y la no menos despreciable miembro de la Suprema Corte; si el problema es economico y no queda más salida que el asesinato deberiamos por logica matar al niño de 7 años que es que más gastos produce, pues come más que los otros, su ropa y su calzado seguramente son más caro, gasta más jabón, si ya lee hay que gastar en libros y cuadernos, etc. etc.
En cambio el niño que está en gestación es el que menos gasta y además tenemos la esperanza que con el tiempo las dificultades de hoy sean superadas y poder vivir sin las tribulaciones que se padecen hoy por culpa de ese niño de 7 años que produce gastos inconvenientes que justifican su asesinato.-
Seguramente esto no sucederá porque tanto la madre como la jueza
no se animarian, mirar a la cara al niño que desean asesinar.-
En cambio un niño en gestación no tiene rostro, no tiene nombre, no hay abogado que lo defienda, aún más hay legisladores que levantarian las dos manos en el congreso para votar una ley que permita asesinarlo.-
Querida Argentina con semejantes legisladores y jueces tu futuro(nuestro futuro)será merecidamente trágico.
Isidoro