lunes, 17 de noviembre de 2008

Teorías sobre la doble foto en el G-20

Gonzalo Neidal
Teorías sobre la doble foto en el G-20
Cada vez que hay una reunión de primeros mandatarios se estila una foto “para la posteridad”. Se acomodan todos, sonríen para mostrar que todo va bárbaro, levantan una mano saludando al mundo y ya está. Esa foto se publica en los diarios de todo el planeta.




Cada vez que hay una reunión de primeros mandatarios se estila una foto “para la posteridad”. Se acomodan todos, sonríen para mostrar que todo va bárbaro, levantan una mano saludando al mundo y ya está. Esa foto se publica en los diarios de todo el planeta.
En la reunión realizada hace un par de días en Washington, hubo dos fotos. Una, sin Cristina Kirchner. La otra, con nuestra presidenta. ¿Qué pasó? La presidenta llegó tarde a la primera foto y los mandatarios de todo el mundo tuvieron la deferencia de acceder a una segunda foto para que también ella pudiera contarse entre los que se reunieron durante un par de días para arreglar la crisis mundial.
Gente de especular y elaborar explicaciones sobre todos los hechos, los argentinos ya estamos proponiendo distintos modos de mirar este hecho insólito. Aquí van algunas de las teorías que hemos podido rastrear en altas fuentes pensantes:

Teoría de la identidad
Según este enfoque la presidenta, a último momento, entró en duda acerca de que si correspondía que fuera ella quien posara en la foto o su marido, Néstor Kirchner. Por algún motivo que ignoramos y estamos lejos de sospechar, a la presidenta se le ocurrió que quizá lo más realista haya sido que su marido se metiera en la foto. No sabemos si ella pensó en que Néstor apareciera tomado de su mano o bien, directamente, la reemplazara.

Teoría hamletiana del imperialismo
Según esta línea de pensamiento, la presidenta fue carcomida por una duda existencial, un ser o no ser respecto de los grandes poderes mundiales. Su cabeza y su corazón fueron desgarrados por una pugna entre el setentismo y la realpolitik. En un primer momento, la disputa arrojó como ganador al mundo ideológico de Hebe de Bonafini y Luis D’Elía y por ese motivo la presidenta desistió de posar con los imperialistas. Luego, la jefa de estado se habría sobrepuesto y en vista a la vulnerabilidad externa de la economía nacional, decidió concederle al mundo su imagen y a los presidentes, su compañía.

Teoría de la coquetería
Esta explicación abreva en el machismo opositor y afirma que, a último momento, la presidenta decidió que el color de sus zapatos, si bien combinaba con su vestido, no era el adecuado para una foto en medio de los poderosos. Un debate de último momento con sus asesores de imagen decidieron el tono correcto pero no pudo impedir la llegada morosa.

Teoría del “yo, argentino”
También llamada de la elusión de responsabilidades. En tanto el peso de la palabra de Cristina Kirchner en la cumbre mundial no ha sido decisivo para marcar el rumbo de la economía mundial, en un primer momento predominó la idea de no aparecer entre los líderes mundiales para señalar al planeta todo que son ellos y no Cristina los responsables de la crisis actual y de la profundización que pudiera venir.

Teoría del corte de mangas
O del desdén argentino. O de la encogida de hombros. Los argentinos tenemos fama mundial de arrogantes y soberbios. Y no podemos descuidarla ni un solo minuto. ¿Qué se creen los poderosos del mundo? ¿Que nos van a arriar como a corderos a una fotito frívola? ¿Que nos van a poner horarios? ¿Acaso no saben que nuestra presidenta está ocupada, aún cuando viaja, en importantes asuntos de estado?

Teoría de la simple tardanza
La defienden quienes sostienen que la demora presidencial es un símbolo de un aspecto de nuestra idiosincrasia: los argentinos siempre llegamos tarde a todos lados. Tenemos treinta o cuarenta años de retraso.

Teoría de la venganza
En tanto nuestra presidenta no fue demasiado tenida en cuenta al momento de conceder entrevistas, es razonable que se irritara hasta el plantón ante tanta elusión por parte de los líderes mundiales.
Hemos descartado, por rudimentarias, algunas otras explicaciones.
Una, señala simplemente que se trata de un papelón originado en la negligencia.
Otra, sostiene que Cristina quiso demostrar que sin Argentina, el resto del mundo ni siquiera puede sacarse una foto.



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