domingo, 7 de junio de 2009

Mentir con la verdad. Por Daniel V. González


En campaña, la presidente Cristina Kirchner no para de faltar a la verdad aunque siempre toma la precaución de hacerlo con verdades parciales.
Veamos un ejemplo:
Dijo que “pese a la crisis, Argentina batió su record de exportaciones en 2008”. Lo cual es rigurosamente cierto, con una aclaración: la crisis mundial tuvo lugar hacia fines del año pasado, de modo tal que su reflejo estadístico recién puede notarse este año, como efectivamente lo reflejan las cifras conocidas hasta este momento.

Luego la presidente se jactó del aumento del superávit comercial entre los cinco primeros meses de este año contra igual período del año anterior. También es cierto pero se trata de una lectura inexacta. Como se sabe, el resultado del comercio exterior consiste en la diferencia entre las exportaciones y las importaciones. El superávit del balance comercial efectivamente ha crecido: si tomamos cifras acumuladas a abril (no disponemos las de mayo porque aún el INDEC no las ha publicado) podemos ver que el aumento entre el primer cuatrimestre de este año con relación al año pasado llega al 43%.
Pero este no es un dato que pueda llenarnos de alegría.
Efectivamente, ese aumento del saldo comercial es producto de una caída tanto en las exportaciones como en las importaciones.
Y ambas caídas son una mala noticia para la producción, aunque la diferencia entre ellas nos dé positivo. Efectivamente, las exportaciones cayeron el 22% y las importaciones, el 38%. Y ambas caídas son malas. Pésimas.
Que exportemos menos, significa menos producción.
Que importemos menos, también significa menos producción porque importamos insumos y máquinas para producir, además de bienes para consumir.
Sin embargo, la presidente está contenta con estos datos.
Ojalá sea porque quiere pintarnos una realidad dulce y promisoria, porque está en campaña. La otra posibilidad es que ella efectivamente crea que estamos mejor.
De modo tal que la crisis nos ha llegado. ¡Y en qué forma!
El rol de la presidente anunciando que continuamos batiendo records nos recuerda a la orquesta que, cuando el Titanic se hundía, continuaba tocando en la cubierta del barco.


1 comentario:

Isidoro dijo...

Correcto analisis de Daniel González.-
Podemos asegurar que en los cementerios no hay nadie enfermo.-
No se escucha ni siquiera un estornudo.-
Isidoro