domingo, 16 de diciembre de 2012

El mundo va hacia una sociedad de clase media. Por Jorge Castro


El crecimiento de la clase media global constituye un giro tectónico en la historia del mundo (…) Miles de millones de personas lograrán en los próximos 15 / 20 años nuevos poderes individuales, a medida que salgan de la pobreza (…) Por primera vez, la mayoría de la población mundial no será pobre y la clase media se convertirá en el sector económico y social decisivo en la inmensa mayoría de los países del mundo”, sostiene Global Trends 2012 / 2030, la apreciación estratégica realizada cada cuatro años por el sistema de inteligencia norteamericano sobre las tendencias mundiales en las próximas dos décadas.

La conversión del mundo en una sociedad de clase media “abre la posibilidad -dice este informe- del surgimiento de una ciudadanía global , con efectos transformadores de la economía y de la política”.
Al mismo tiempo, l a pobreza caerá a la mitad.
Las personas situadas por debajo de los niveles de “pobreza extrema” -U$S 1,25 / día- alcanzan hoy a 1.000 millones y serán menos de 500 millones en dos décadas.
Correlativamente, la clase media global, que hoy asciende a 1.800 millones de personas, treparía a 4.900 millones en 2030, en un mundo que tendría entonces 8.300 millones de habitantes. El auge de la clase media global tendría lugar en un 85% en Asia, y en más de 75% en sólo dos países: China e India . El Banco Asiático de Desarrollo (ADB) estima que “la clase media puede explotar en China, hasta abarcar a 75% de su población, y la “pobreza extrema” sería eliminada.
Asimismo, la pobreza remanente cambia de naturaleza en los próximos 20 años.
Deja de ser sinónimo de exclusión y marginalidad, y se integra a la corriente central de la sociedad mundial a través de la utilización masiva de telefonía inteligente de segunda generación con acceso a Internet .
En Africa subsahariana, más de 65% de sus 500 millones de habitantes disponen ya de telefonía celular, lo que significa que sus pobres, incluso extremos, se han incorporado al mundo virtual , que es la infraestructura tecnológica de la sociedad global.
Pero la pobreza en el mundo, que abarca a un número creciente de ex trabajadores industriales de los países avanzados, en primer lugar en EE.UU., ha modificado también su composición en un sentido antropológico , al afectar la integridad de la persona humana, en una doble dimensión social e individual.
Así, la pobreza ha experimentado en los últimos 30 años un “daño antropológico”, que otorga a los aspectos culturales y espirituales mayor relevancia que los meramente económicos y sociales para enfrentarla e intentar su reversión. Pero “allí donde quema, allí donde duele, allí también está el camino de la salvación”, dice Hölderlin.
Quizás la inclusión de los pobres en el sistema virtual creado por la revolución tecnológica abra el camino para revertir y curar las miserias antropológicas que los afligen.
Pero el principal efecto de la conversión del mundo en una sociedad de clase media es la transformación que provoca en la estructura de poder -en la política-, con una redistribución sin precedentes de las decisiones desde los gobernantes hacia los gobernados , lo que constituye un fenómeno cualitativamente superior de democratización hasta ahora nunca alcanzado en la historia humana. El desafío para el poder político, tanto nacional como global, es asegurar en estas condiciones la gobernabilidad.
Un primer esbozo de lo que se aproxima tuvo lugar en la crisis global 2008-2009, en que la estructura del poder mundial vigente desde 1991 -unipolaridad hegemónica de EE.UU.- se reveló insuficiente para asegurar la gobernabilidad del sistema, y por eso terminó en forma irreversible.
Es probable que la historia del mundo tenga un carácter más transformador y revolucionario en los próximos 15 / 20 años que en cualquier otro momento de las cuatro décadas que han transcurridos del proceso de globalización.

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